martes, 19 de septiembre de 2017

EL VERDADERO HANNIBAL LECTER Y "ELENA EN EL PAIS DE LOS HORRORES"


El programa «Elena en el país de los horrores», el que diera sus primeros pasos como «podcast» hace una década, ha escalado hasta la radio «SpainMedia»

Su directora, Elena Merino, nos introduce en la leyenda de uno de los asesinos más famosos del cine. ¿En quién se basó realmente el protagonista de «El silencio de los corderos»?




ABC. MANUEL P. VILLATORO. A sus 64 primaveras, es probable que el británico Robert John Maudsleyrecuerde vagamente los años en los que disfrutaba de la libertad. No sería extraño, pues han pasado ya cuatro décadas de aquello. Toda una vida. En la actualidad, por el contrario, vive aislado en una celda de cristal muy similar a la que se puede ver en la película «El silencio de los corderos». De hecho, se cree que su caso fue uno de los que inspiró el personaje de Hannibal Lecter.

No en vano, cuando apenas era un veinteañero asesinó a cuatro personas y se comió el cerebro de una de ellas con una cuchara. Por si esta fuera poca coincidencia, guarda otras muchas similitudes con el protagonista del largometraje. Entre ellas, su amor por la música clásica, su alto coeficiente intelectual y su amabilidad.

El caso de Maudsley es uno de los que podrían haber ayudado a forjar la historia de Lecter. A pesar de ello, existen otros tantos asesinos cuyo perfil psicológico es similar al del caníbal más famoso de la televisión.
Sin embargo, para Elena Merino (directora del programa «Elena en el país de los horrores») tan solo hay uno reconocido oficialmente. «Thomas Harris, el autor de la novela “El silencio de los corderos” admitió que se basó en Alfredo Balli Treviño, un médico mexicano que mató a su amante con un bisturí y que poseía unas buenas maneras, una cultura y una dedicación exquisitas», explica la periodista especializada en declaraciones a ABC.

Con todo, Merino también señala que Maudsley o Nikolai Dzhumagaliev(un kazajo experto en elaborar empanadillas de prostituta rubia) guardan muchas similitudes con la visión que se da del doctor Lecter en «El silencio de los corderos». «La grandeza del personaje de Hannibal es que unifica muchos perfiles diferentes. Es bastante probable que no haya un único criminal tras él, sino que el autor se haya inspirado en varios», completa.

Y eso es lo que hace que sea un personaje idóneo para «Elena en el país de los horrores», un programa en el que su extenso equipo se adentra en el mundo de la criminología narrando desde asesinatos imposibles de resolver por la policía, hasta algunos de los crímenes más curiosos de los últimos tiempos. «Ahora estamos de enhorabuena porque hemos pasado de ser un podcast con miles de descargas, a entrar a formar parte de las radios de “SpainMedia”, de proyección nacional», destaca a este diario.

¿Fue Maudsley el verdadero Hannibal?
Robert Maudsley, el mismo asesino que hoy muchos apodan «Hannibal the cannibal» por ser el más parecido al Lecter del cine, nació en junio de 1953. Así lo afirma Erlant Gamboa en su obra «Enciclopedia del crimen y el sadismo».

Cuarto hijo de un camionero de Liverpool, tuvo que sufrir primero la marcha de sus hermanos (PaulRobert Brenda), apartados de la familia por los servicios sociales. Por si fuera poco, él fue el siguiente. «Pasó la mayor parte de su infancia en “Nazareth House”, un orfanato […] de Liverpool, con sus hermanos. Allí forjó un estrecho vínculo con ellos, pero apenas vio a sus padres», explica Tony Thompson en su artículo «The caged misery of Britain's real 'Hannibal the Cannibal» (publicado por «The Guardian» en el año 2003).

Así recordaba aquellos tristes momentos el propia Paul en declaraciones al mismo diario: «En el orfanato todos nos llevábamos muy bien. Nuestros padres venían a visitarnos, pero para nosotros eran extraños. Siempre estábamos juntos». Años después, nuestro pequeño protagonista recibió una noticia en principio feliz cuando le permitieron volver a casa. Sin embargo, la alegría se terminó tornando en tristeza rápidamente. «Nuestros padres nos llevaron a casa y fuimos sometidos a constantes abusos físicos. […] Solían darnos una paliza y enviarnos a nuestra habitación», completa el mismo hermano.

Otro tanto le ocurrió a Robert: «Lo único que recuerdo de entonces son las palizas. Una vez estuve encerrado en mi habitación seis meses. Mi padre solo abría la puerta para venir a golpearme. Lo hacía entre cuatro y seis veces al día. […] Una vez rompió un rifle de aire comprimido en mi espalda».
Al final, y gracias a que era el pequeño de la familia, Robert fue sacado de aquella casa de locos por los servicios sociales y pasó por diferentes hogares de acogida. El futuro caníbal se trasladó a Londres con apenas 16 años e inició su viaje al mal camino.
«Desde muy joven se aficionó a las drogas y se prostituyó para comprarlas», destaca Gamboa. Para entonces su infancia ya le había cambiado la vida. Así lo demuestra el que afirmara escuchar voces que leordenaban matar a sus padres o que tuviera que ser internado en un psiquiátrico debido (entre otras cosas) a sus repetidos intentos de suicidio. Tras abandonar el centro su vida no mejoró, pues se dedicó a prostituirse entre hombres para poder sufragarse las drogas.

Así continuó hasta poco después. «En 1973 Maudsley trabajaba de prostituto cuando fue abordado por John Farrel, un pedófilo. Este le mostró fotografías de los niños de los que había abusado, y Robert reaccionó furioso, estrangulándolo. Fue internado en el hospital Broadmoor, como un demente, mientras se celebraba su juicio», añade el autor de «Enciclopedia del crimen y el sadismo».

Thompson es de la misma opinión, aunque añade que el criminal fue llevado hasta ese centro debido a que «se le declaró no apto para ser juzgado». Perturbado o no, lo que si es cierto es que nuestro protagonista pasó a estar custodiado por la mencionada institución.
Canibalismo
Lo que sucedió en la prisión navega, a día de hoy, entre la realidad y la leyenda. Oficialmente, Robert y otro paciente atacaron en 1977 a un pedófilo de Broadmoor y se encerraron con él en una celda. Allí le torturaron durante nueve horas antes de asesinarle.

«Cuando los guardias pudieron entrar hallaron muerto al hombre y su cráneo abierto», determina Gamboa. Atendiendo al testimonio de uno de los guardias, a su cabeza (de la que colgaba una cuchara) le faltaban varios trozos de cerebro. Al parecer, nuestro protagonista se los había comido. De forma sorprendente, en este caso Maudsley sí fue juzgado y encerrado en la prisión de Wakefiel, conocida como la «mansión monstruosa».

Allí, Robert comenzó su ascenso a la locura. Ejemplo de ello es que asesinó a dos prisioneros en un solo día allá por 1978. Según los reos, simplemente porque se había propuesto lograr matar a siete personas esa misma jornada.
«El primero fue un violador, Salney Darwood. Maudsley le invitó a su celda, y allí le apuñaló y le cortó la garganta, metiendo el cadáver bajo la cama», completa Gamboa. Acto seguido, el caníbal pidió a varios de sus compañeros que repitieran el camino del fallecido y accedieran a su lugar de encierro. Pero, lógicamente, todos se negaron. A nadie le apetecía correr la misma suerte que el fallecido.

Cansado de esperar, Maudsley salió de su celda y persiguió a un reo que tuvo la mala suerte de cruzarse en su camino: Bill Roberts. Tras algunos minutos ocurrió el desastre pues, después de arrinconarle, golpeó su cabeza contra un muro y le apuñaló con un cuchillo que él mismo había fabricado. Thompson, por su parte, es partidario de que atacó a su nueva presa mientras esta dormía plácidamente.

No obstante, en lo que sí coinciden ambos autores es en que, una vez que acabó con su vida, Robert se entregó a las autoridades de la prisión.
Aislado
Aquel fue el último acto de vileza de Maudsley antes de ser juzgado y declarado como demasiado peligroso para permanecer junto a otros reos. En 1983 habilitaron dos celdas para él en el sótano de Wakeland. Unas habitaciones similares a las que encierran a Lecter en la película «El silencio de los corderos». Y allí permanece desde entonces acompañado tan solo por una silla y una mesa de cartón. «La cama es una pieza de cemento, el inodoro y el lavabo están clavados al suelovidrios a prueba de balas, y está vigilada constantemente por cámaras y al menos cinco guardias», añade el experto.
En esta zona reside 23 horas al día. El tiempo restante, nuestro protagonista lo pasa en el patio. Esta celda es conocida como la «jaula de vidrio» ya que no tiene rejas, sino barrotes. «El perspex que le encierra solo tiene una pequeña ranura en la parte inferior a través de la cual los guardias le pasan comida y otros artículos», añade Thompson. Su prisión de cristal mide 5,5 metros por 4,5 metros, un espacio algo más grande que las habituales.

«Su cama es una pieza de cemento, el inodoro y el lavabo están clavados al suelo»
El caso ha vuelto a salir a la luz debido a que, el pasado junio, se convirtió en el reo de Gran Bretaña que más tiempo ha pasado aislado: 14.235 días. «Las autoridades penitenciarias me ven como un problema, y su solución ha sido ponerme en confinamiento en solitario y tirar la llave. Quieren enterrarme vivo en este ataúd», explicó en 2003 el propio reo a «The Guardian».

A pesar de que permanecerá encerrado de por vida, Maudsley ha sido visitado desde entonces por multitud de psiquiatras que están tratando de romper su barrera mental. Aunque, de momento, no lo han logrado. «Solo puedo esperar al suicidio. Creo que es lo que todos esperan. De esta manera, el problema de Robert John Maudsley podrá resolverse de forma sencilla y rápida», añadió nuestro protagonista.
El Lecter oficial
Aunque los medios consideran a Maudsley como el Lecter británico, Merino es partidaria de que el único Hannibal reconocido fue Treviño. Un médico que acabó con la vida de su amante, Jesús Castillo, cuando este se negó a devolverle un préstamo. «Todo ocurrió cuando se presentó en su domicilio para cobrar y el chico le dio menos dinero del que habían pactado. El doctor cogió entonces un bisturí y le mató. Luego llevó el cadáver al baño y lo descuartizó», determina la directora del programa a ABC.

Treviño trató de enterrar el cadáver, pero no tardó en ser cazado por las autoridades. «Fue juzgado. En principio se le puso pena de muerte, pero al final se le conmutó a prisión de por vida y, posteriormente, a 20 años», completa Merino.
Harris conoció a este personaje en la cárcel. «El autor iba a entrevistarse con una Dykes Askew Simmons, un norteamericano que estaba en la cárcel por un crimen múltiple. Pero cuando llegó a la prisión le dijeron que estaba recuperándose porque le habían disparado. De hecho, le informaron de que no había muerto porque le había salvado otro reo que hacía las veces de médico en la prisión: Treviño», añade la directora del programa. El creador de la novela «El silencio de los corderos» solicitó entonces conocer al galeno.
«Le pareció una persona muy elegante refinada. Igual que Lecter. Además, lo más interesante es que el doctor Salazar (el alias que le puso para no desvelar su identidad) le hizo un retrato psicológico perfecto del asesino al que, en principio, quería entrevista Harris. Y eso, aunque no era psiquiatra. Las buenas maneras, la cultura, la inteligencia, la dedicación... Todo eso inspiró al autor para dar vida al famoso caníbal. Luego, al informarse sobre él, se enteró de que había metido los restos de su víctima en una caja muy pequeña. Así fue como nació todo», destaca Merino.
A pesar de ello, la directora es también partidaria de que el canibalismo del personaje de «El silencio de los corderos» pudo haber sido perfectamente inspirado por Maudsley.
Otras posibilidades
Con todo, y en palabras de la directora, la principal de las grandezas de Lecter es que junta multitud de perfiles. Entre ellos, el de un gran cocinero con refinados modales capaz de volverse loco y acabar con su víctima en pocos minutos.
«Lo que hace a Hannibal diferente de cualquier otro asesino es su aspecto menos amenazador. Lo que produce terror es el contraste entre el monstruo horripilante que supone un caníbal, y la exquisitez de sus modales. Esas buenas maneras, esa capacidad de vestirse con perfecto cariño... Eso lo saca de Treviño. Pero otros rasgos como el de ser un gran cocinero se extraen de Nikolai Dzhumagaliev, un kazajo que se dedicó a asesinar prostitutas con cuya carne elaboraba exquisiteces locales e invitaba a comer a sus amigos», añade Merino.

Este sujeto nació en 1952 en Uzynagash (Kazajistán). De familia pobre, quiso estudiar en la universidad, pero no superó las pruebas iniciales. Todo un trauma para él. Por si fuera poco, de joven perdió un colmillo que le sustituyeron por una pieza dental de metal, lo que -posteriormente- le granjeó el nombre de «Metal fang». A los 20 años empezó a viajar por la URSS y, poco después, comenzó a odiar a las mujeres por razones desconocidas (se cree que debido a que contrajo una enfermedad de transmisión sexual, aunque no está comprobado).
En 1979 cometió sus primeros crímenes. Y posteriormente se hizo un hueco en todas las enciclopedias del crimen tras demostrar su sangre fría. ¿La razón? Que Dzhumagaliev usaba su atractivo para seducir a jóvenes a las que, posteriormente, violaba mataba con un hacha. A partir de entonces iniciaba un macabro ritual que consistía en descuartizarlas y cocinar su carne. Su plato favorito eran las «empanadillas de rubia», las cuales solía presentar a sus invitados con sumo cuidado. Fue capturado en agosto de 1991.


En su mente
Maudsley, Dzhumagaliev... La lista de caníbales en la historia es tan lúgubre como extensa. Algo que a muchos les parece impensable. ¿Qué lleva a una persona a comer carne humana? Para Christian Campos, periodista especializado en crímenes y personas desaparecidas (además de subdirector del programa «Elena en el país de los horrores») todo forma parte de un triste ritual de sometimiento.

«El canibalismo, en general, tiene distintas tipologías: cultural, de supervivencia psicopático. A través de esta última, el criminal consigue placer y gratificación. Así, cuando el asesino se come a su víctima siente que la ha sometido por completo y esto lo convierte en un ser poderoso», determina en declaraciones a ABC.
Para Campos, puede que estos caníbales sean conocidos por su relación con Hannibal Lecter, pero existen otros igual de crueles que ellos.
«Un claro ejemplo es Albert Fish, conocido como el "Vampiro de Brooklyn". Fue un asesino en serie y caníbal estadounidense que confesó la tortura y la muerte de varios niños. Fue condenado y ejecutado en la silla eléctrica en 1936 por el asesinato de la pequeña Grace Budd, de 10 años, a quien secuestró. Tras matarla, se comió varias partes de su cuerpo. Incluso llegó a enviar una carta a la familia de la niña con la receta. Fish afirmaba que este tipo de actos le provocaban un estado de éxtasis sexual muy prolongado. Fue sospechoso de cometer más asesinatos», determina a este diario.

Otro tanto ocurre, según él, con Andrei Chikatilo, un asesino en serie ucraniano que mató a más de medio centenar de mujeres, niñas y niños.

«Perpetró contra sus cadáveres auténticas aberraciones, entre ellas la ingesta de sus órganos sexuales. El criminal atraía o raptaba a sus víctimas y las llevaba a lugares apartados, donde los asesinaba. Además, solía extraer los ojos de sus presas como una forma de despersonalizar o para evitar ser atrapado. Fue juzgado en 1992 y condenado a muerte. Murió ejecutado de un tiro en la sien en 1994», completa Campos.
Como ejemplo final, el periodista especializado pone a Dorángel Vargas, el «Comegente». Un asesino tan cruel como peligroloso para sus compatriotas venezolanos
«Está considerado como el primer asesino en serie conocido de la historia de Venezuela. Las fuentes varían en cuanto a su número de víctimas. Algunos expertos señalan que terminó con la vida de entre siete y más de una decena de personas, aunque también se estima que pudieron ser alrededor de cuarenta. Vargas era un vagabundo que mataba a hombres de entre 30 y 40 años mediante golpes con un tubo de metal o con piedras y después practicaba el canibalismo con sus cadáveres. Fue detenido en 1999, aunque no fue juzgado al ser considerado inimputable», finaliza.

Cinco preguntas a Elena Merino
1-¿Cómo llegaron a «SpainMedia»?
Tuvimos la posibilidad de hablar con “SpainMedia” para proponerles trabajar con ellos, y tuvimos la suerte de que sus directivos conocían el programa. Nos dijeron que nos habían visto y escuchado ya, y que les interesaba nuestro producto. Que teníamos la calidad que ellos querían.
2-¿Qué supone comenzar nueva temporada con ellos?
Es un sueño hecho realidad. Tenemos a los colaboradores que más admiro del ámbito en el que nos movemos. A los los mejores en su campo. También creo que contamos con un programa más ameno ya que, ahora, tenemos tres secciones de media hora sobre temas muy diversos. Aunque siempre en el mundo oscuro. Todo el viaje sigue siendo a través de la realidad más desagradable.
El cambio fue una sorpresa en muchos sentidos. Creo que el programa necesitaba un revulsivo. Habíamos hechos muchas temporadas y era necesario aspirar a más. Antes teníamos miles de oyentes en todo el mundo, es cierto, pero no es lo mismo editar en una emisora local (como antes) a hacerlo en un soporte nacional, como ahora.
3-¿Obtienen beneficios por el programa?
De momento, y aunque lo hacemos profesionalmente, no tenemos remuneración. Pero somos profesionales y lo hacemos siempre lo mejor que sabemos. Lo único que hemos habilitado es una plataforma para suscriptores en la que damos contenidos extra. Con ello sufragamos los gastos del programa.
4-¿Se debe hacer radio de forma gratuita?
Sí, pero hay que cambiar la mentalidad de la sociedad. Tenemos que ir hacia la visión anglosajona, donde se premia el trabajo. Aquí, si disfrutas de algo de forma gratuita, no entiendes por qué deberías pagar por ello. Nosotros ponemos los programas principales a disposición de todo el mundo, no pretendemos que nadie tenga que pagar por ellos. Pero hemos inventado otro producto, basado en extras, al que se puede acceder pagando.
5-¿Cree que su programa es reconocido a nivel nacional?
Sí. Tenemos entre 10.000 y 12.000 escuchas por programa. Además, somos finalistas de unos premios dados por la asociación ASESPOD (Asociación de Escuchas de Poadcasting). Es la más importante de este sector que hay en nuestro país. Hay un premio del publico al mejor podcast, y estamos entre las 12 elegidas. Saberlo fue para mi algo mágico, un orgullo enorme. Al fin y al cabo somos un programita que empezó hace 10 años en una emisora local.
«Elena en el País de los Horrores» es un programa de criminología orientado también a la temática histórica y de misterio. Dio sus primeros pasos en 2012 y, desde este septiembre, se emite a través de «SpainMedia». Uno de sus programas más escuchados obtuvo 14.000 descargas en la plataforma Ivoox.com.

Elena en el país de los horrores
HORARIO – Martes (dramatización) y jueves (programa, de dos horas).
ESCUCHAR EN - «SpainMedia», «Ivoox», «iTunes».

SECCIONES FIJAS
1-En la mente del asesino
Análisis de biografías de asesinos y casos criminales. Antes de explciar cada caso, existe una dramatización interpretada por actores y escrita por Elena Merino en la que se profundiza en la mente del homicida. Son subidas a la red todos los martes como preludio al programa principal.
Para ellas, «Elena en el país de los horrores» cuenta con voces de peso como la de Nacho Fresneda («Hospital central» y «El ministerio del tiempo»).
Una vez al mes, esta sección se sustituye por «Duda razonable». En este espacio, el equipo de «Elena en el país de los horrores» se adentra en casos criminales sin resolver o cuya solución no ha sido satisfactoria.
A su vez, también es sustituida una vez al mes por un programa especial. «Uno de los más recientes ha versado sobre asesinos inspirados en la filosofía de Nietzsche. Hablamos por ejemplo de Denise Labbé, una mujer que mató a su hija ahogándola en un barreño con lejía porque su marido le dijo que esa era la prueba de amor definitiva para crear la súper pareja», destaca Merino.
2-SOS Desaparecidos
Es una sección dirigida por Christian Campos que trata de dar cobertura a las familias de personas desaparecidas en España. En ella colaboran con la Asociación SOS Desaparecidos. Uno de los programas es un especial con una entrevista a la familia.

3-Club de los marineros muertos
Un espacio en el que se locuta un pequeño cuento relacionado con el mundo del misterio.
Esta sección está a cargo de tres escritores que, en palabras de la directora, llevan cada semana a «Elena en el país de los horrores» un cuento original escrito por ello. «Los locutan nuestros actores profesionales. Son pequeños relatos espectaculares. Al final de la temporada, nos gustaría sacar un libro recopilándolos», añade.
«Esta sección nació hace muchos años. Cuando yo estaba estudiando periodismo nos juntábamos para contar historias de terror. Establecimos que cada uno teníamos que narrar una. Le llamamos así porque se dice que, cada vez que enciendes un cigarro con una vela, muere un marinero. Y nosotros las explicábamos a la luz de una vela», destaca Merino.
SECCIONES QUE ROTAN
1-Ciencia negra (Juan José Sánchez-Oro)
«Esta sección la hace Juan José Sánchez-Oro, un historiador que colabora en “Cuarto Milenio” y que acaba de fundar una revista científica. En ella habla de esos temas que se revisten de un cierto misterio, pero que realmente pueden ser abarcados por la ciencia. Por ejemplo las posesiones demoníacas, la realidad científica que habría tras los zombis etc.», añade Merino.
2-El octavo pasajero (Salvador Larroca)
Sección de cine dirigida por Salvador Larroca, un célebre dibujante español que ha trabajado con los principales iconos de la editorial Marvel. «No es ni crítica ni recomendación. Son más bien curiosidades sobre películas de crimen y terror», explica la directora.
3-El ojo crítico (Manuel Carballal)
El reconocido periodista de investigación Manuel Carballal es uno de los nuevos fichajes de «Elena en el país de los horrores». Dirige esta sección y, en ella, se dedica a poner el «ojo crítico» sobre temas que causen severa controversia social como, por ejemplo, el esoterismo.
4-Crónica del otro lado (Javier Arries)
Espacio dirigido por el conocido periodista Javier Arries en el que se analizan misterios del pasado.
5-Cruzada animal (Mar Puig)
«Para nosotros los animales deben ser tratados con respeto. Por ello, hablaremos de casos de malos tratos a ellos. Casos que rozan lo criminal. Para nosotros los animales deben ser tratados con respeto», completa Merino.
6-Líbranos del mal (Fermín Mayorga)
Espacio dirigido por Fermín Mayorga en el que se analizan crímenes históricos que sólo se pueden encontrar en hemerotecas.
7-El laboratorio (José Miguel Mulet)
Está dirigida por José Miguel Mulet. Es científica y trata de adentrarse en los procesos del ser humano. ¿Qué pasa cuando un ser humano se muere? ¿Cómo son los procesos de descomposición? Estas son las preguntas que ha tratado la sección a lo largo de su existencia y que marcarán la línea en «SpainMedia».
8-Alerta 091 (Eduardo Casa)
«Está dirigida por Eduardo Casa, que es policia de profesión. Es una sección interesante porque nos habla de obligaciones y derechos que tienen los ciudadanos. Siempre con ejemplos. En ella hemos escuchado, por ejemplo, a quién se puede detener y si hace falta orden judicial para ello. Además de qué es una detención ilegal», determina Merino.
9-El jardín zoilógico (Guillermo Díaz)
«La sección estará dirigida por Guillermo Díez, del programa “La escóbula de la brújula”. En ella veremos como, dentro de la realidad más cruda, hay situaciones que generan cierta hilaridad. Un ejemplo fue un caso en el que un criminal cometió intentó asestar una puñalada a otra persona con una ardilla congelada. También incluiremos, por ejemplo, disparates judiciales», añade la directora del programa.

Manuel P. Villatoro

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