miércoles, 23 de diciembre de 2015

PROXIMAMENTE EN EOC Nº 79...

EOC 79 portadaEste mes de diciembre EOC cumple 23 años de vida ininterrumpida. Así que hemos querido celebrarlo con un número especial de más de 80 páginas. En ellas encontrareis, entre otros muchos temas:

LAS MENTIRAS DE RENNES LE CHATEAU. Oscar Fabregat, autor de “Prohibido escavar en este pueblo”, y probablemente el especialista que ha investigado más profundamente los mitos y falsos mitos que rodean el pueblo de Reenes le Chateau, se estrena en EOC con un artículo demoledor, que aclara todos los falsos misterios que han convertido este pequeño pueblo francés en una centro de peregrinación esotérica, y en un lucrativo negocio.

INCIDENTE UMMO EN RUMANIA. El affaire UMMO, un fraude ideado por José Luis Jordán Peña escapó a su control en cuanto los divulgadores del fenómeno OVNI comenzaron a publicar libros avalando su realidad. Y entonces surgieron los imitadores… En Rumania se vivió una de las tramas más fascinantes y menos conocidas, que nuestra compañera Débora Goldstern analiza en este reportaje.

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DOSSIER: EL REGRESO DE UMMO. Durante los últimos meses varios investigadores, en diferentes países de Europa y América, comenzaron a recibir unas misteriosas postales firmadas por DEI99, hijo de DEI98, que pretendían revivir el affaire UMMO. Hoy te decimos quien, cómo y por qué redacto ese nuevo fraude, con tres artículos de Moisés Garrido, José Juan Montejo y David Cuevas.

prensa_09745BCASAS DE DUENDES Y DELITO. Mariano Ramón Valero ha rastreado las hemerotecas para rescatar del olvido auténticas joyas periodísticas. Deliciosos titulares de la prensa de mediados del siglo XIX y XX donde se reseñaron sorprendentes apariciones fantasmales… En realidad se trataba de engaños perpetrados para ocultar delitos comunes… Un tema tan inédito como fascinante.

DOSSIER: JACQUES VALLEE. El físico que revolucionó la ufología de los años 70 ha visitado España. EOC se ha reunido con él y fruto de nuestro encuentro es este dossier en el que, además de entrevistarlo en profundidad, analizamos toda su obra. Incluye trabajos firmados por Juan José Sánchez-Oro y David Cuevas.

MAX SCHRECK: ACTOR Y/O VAMPIRO. (y 2). Segunda parte de esta enciclopédica, documentada y voluminosa investigación cuya primera parte José Juan Montejo y Vicente Orozco comenzaron a ofrecernos en EOC nº 78. En estos meses Orozco ha fallecido, así que esté es el último trabajo que realizó en vida, lo que le confiere un valor añadido al que ya posee este estudio sin precedentes.

EL MANGA Y EL CRIMEN. Nuestra compañera Beatriz Erlanz analiza en esta ocasión un subgénero de la cultura manga japonesa que se nutre de sucesos y crímenes reales, para inspirar gráficamente sus guiones. Los peores asesinos de la historia real y la ficción, cobran vida en la pluma de los dibujantes.

iker-jimenezLOS OPPArts NO EXISTEN. Crítica sobre el nuevo libro de Chris Aubeck y Juan José Sánchez-Oro en el que se analizan, como nunca antes en lengua española, los principales “Objetos fuera de su tiempo”, recurrentes en toda la bibliografía especializada. Quien los hizo, cuando y por qué…

LOS CONFIDENCIALES DE EOC. Iker Jiménez y el Premio Ondas, “Ufólogo” condenado a cuatro años de cárcel por incendiar un monte en una Alerta OVNI, Fallece Jose Mª Casas Huget: el filósofo de la ufología o La CIA y el duende de Kelly-Hopkisnville, son algunos de los Confidenciales que te ofrecemos en este número.

TABLON DE ANUNCIOS. Con noticias de la comunidad de investigadores y nuestras recomendaciones bibliográficas.

Vicente Orozco (2)VICENTE OROZCO: IN MEMORIAM. Cuando, en el pasado número 78 de EOC publicábamos la primera parte del colosal trabajo que concluye en este número, no podíamos imaginar que a nuestro compañero Vicente Orozco le quedaban solo unas semanas de vida… Hoy José Juan Montejo quiere dedicar a ese discreto y profundo investigador, que huía del bullicio y el reconocimiento, este merecido homenaje.

“60 AÑOS DE LITERATURA UFOLOGICA EN ESPAÑOL”. Antonio González Piñeiro es otro de esos investigadores discreto y silencioso que trabaja lejos de los focos y los micrófonos. Acaba de regalarnos una maravilla: la mayor compilación de literatura OVNI en español realizada hasta la fecha. Moisés Garrido se ha tomado la molestia de resumirla para todos los lectores de EOC. Un tesoro.

DSC_2150 - copiaTITULCIA: LA CUEVA DE LA LUNA. Sin duda se trata de uno de los “lugares mágicos” más conocido de Madrid, pero más allá de los aspectos meramente fenomenológicos, Juan Miguel Marsella ahonda, en su libro “50 lugares embrujados de Madrid”, en sus raíces históricas.

“JORDAN PEÑA LA AMENAZO DE MUERTE Y LE IMPLANTO FALSOS RECUERDOS”. Es solo una de las escandalosas revelaciones que nos hizo Isidro Pérez, presidente de la Sociedad Hipnológica Científica con quien nos hemos entrevistado, y que trató a alguna de las “víctimas-colaboradoras” de Jordán Peña en la creación del asunto UMMO. Desgarrador. Una entrevista de David Cuevas y Manuel Carballal, con la colaboración de Jesús Ortega.

Periodsmo misterio (6)PERIODISMO DEL MISTERIO EN LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE. Detallada crónica de David Cuevas sobre la jornada universitaria sobre periodismo especializado en anomalías que se impartió este mes de diciembre en la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense.

PENSAMIENTO MAGICO Y CRIMEN. Manuel Carballal analiza a los principales psicópatas del misterio. Algunos de los cuales ha conocido personalmente. Y hace revelaciones sorprendentes… Por ejemplo, ¿sabías que una de las niñas asesinas de San Fernando hoy tiene su propia consulta de psicología?

DÄNIKEN: ¿PROFETA DEL PASADO?. Antonio Luis Moyano analiza, como nunca antes, la vida y obra de Erich von Däniken y como ha repercutido dicha obra en el mito de los aliens ancestrales… Un informe tan extenso y documentado como revelador.

CONCURSO EOC. Ya tenemos ganador de la biblioteca especializada…

Todo esto, y mucho, mucho más, en EOC nº 79.

viernes, 18 de diciembre de 2015

OTRO VIDENTE PROCESADO JUDICIALMENTE POR ESTAFA

L. B. B. | valencia Un vidente con consulta en el centro histórico de Valencia, José Antonio A. G. se enfrenta a una pena de seis años de cárcel por estafar, supuestamente, 77.000 euros a un «cliente» al que cobró esta cantidad para librarle de «ciertos males» y salvaguardarlo de «malas influencias».

Según el relato de la Fiscalía, Jose Antonio A. G. entabló amistad, en diciembre de 2012, con la víctima del fraude, tras atenderlo «como cliente». Una relación de «confianza» que permitió al acusado conseguir que el joven «le entregase distintas cantidades de dinero, siempre en metálico, a cambio de liberarlo, a él y a las personas de su entorno, de «ciertos males que les podían suceder».

Un contacto que fue el preludio de once entregas de dinero, a lo largo de 2013 que oscilaron entre los 600 euros, la más barata, y los 8.100 euros, la más cara. Unas entregas justificadas, según la Fiscalía, en que «el acusado convenció a la víctima de que sus padres lo estaban envenenando, al tratar de que cesara la relación de amistad» que mantenían ambos.

Durante este tira y afloja emocional, el cliente supuestamente estafado «abandonó la casa familiar, se mudó a una habitación alquilada y firmó, convencido por el acusado, un préstamo de dinero de 30.203,50 euros con una entidad bancaria, del que entregó 30.000 euros» al vidente para que «realizara un tratamiento urgente, necesario para evitar la mala influencia que sus padres le ocasionaban».

El acusado, José Antonio A. G., negó la mayor y que fuera, como lo califica el fiscal, «vidente, mago, médium o adivino». «Yo no hago ningún tipo de magia. Yo lo único que hago es pedirle a la Milagrosa para que les ayude en el trance que están pasando. Igual él lo pudo interpretar así porque le rezo a la Milagrosa y le enciendo velas». Jose Antonio explicó al tribunal que se limita «a echar las cartas» y que por eso acudió a él, el joven que ahora lo acusa de estafa. «No tengo tarifas. Sólo recibo la voluntad de lo que me quieran dar: 10, 20 o 50 euros. Y a veces nada porque no pueden».


Según José Antonio, era el joven quien le ofrecía constantemente el dinero. «Pero yo jamás lo acepté. Siempre he rechazado cualquier ofrecimiento de dinero, como así quedó reflejado en conversaciones que mantuvimos por WhatsApp». El acusado achaca la denuncia a la revancha de una joven, que quiso mantener relaciones con él. El juicio quedó ayer visto para sentencia.

http://www.levante-emv.com/sucesos/2015/12/18/vidente-juzgado-estafa-dice-rezaba/1356198.html

martes, 15 de diciembre de 2015

VAMPIROS REALES: PERSONAS QUE BEBEN SANGRE HUMANA...



Beber sangre humana: ¿resultado de una condición psicológica o alivio para ciertos síntomas físicos?
En el barrio francés de Nueva Orleans, John Edgar Browning está a punto de participar en una "comida".

Esta comienza tan clínicamente como un procedimiento médico. El "comensal" -un conocido- frota primero un pequeño parche con alcohol en la espalda superior de Browning. Luego la pincha con un bisturí desechable y la presiona hasta que la sangre empieza a fluir. Acercando sus labios a la herida, empieza a sorber el líquido de color vino oscuro.

"Lo tomó unas cuantas veces, luego me limpió y me vendó", me dijo Browning. Para su sorpresa, su sangre no era del agrado de su anfitrión.

"Dijo que mi sangre no eran tan metálica como debía haber sido, así que quedó un poco decepcionado", me contó. Aparentemente, la dieta, la hidratación y el grupo sanguíneo pueden hacer una sutil diferencia en el sabor.

Después que limpiaron la sangre, ambos fueron a una cena de caridad en beneficio de unos mendigos.
Browning, que confiesa su fobia a las agujas, no había estado esperando con ansias por la "comida" de esta ocasión.

"En realidad le temo a cualquier cosa afilada que se acerque a mí", dice. Pero como investigador de la Universidad Estatal de Louisiana, estaba dispuesto a participar en esto por su último proyecto: un estudio etnográfico de la "verdadera comunidad vampira" de Nueva Orleans.

No están locos
¿Era la ingesta de sangre un ritual religioso, una farsa o una manía? Antes de que conociera a algún vampiro, Browning pensaba que estas personas confundían la línea entre realidad y ficción. "Asumía que estaban locas".

Image copyright Olivia Howitt Image caption Los llamados "sanguinarios médicos" dicen que tomar sangre regularmente los alivia de la fatiga, dolores de cabeza y de estómago.

Sin embargo, cuando se ofreció como donante, sus opiniones dieron un giro de 180 grados.

Muchos vampiros de la vida real no creen en lo paranormal y tienen un conocimiento superficial de True Blood o Drácula.

Tampoco parecen tener problemas psiquiátricos. Más bien, dicen sufrir de una extraña condición médica –fatiga, dolores de cabeza y terribles dolores de estómago– que, según creen, solo puede curarse tomando la sangre de otro humano.

"Hay miles de personas que hacen esto en Estados Unidos y no creo que sea una coincidencia o una moda pasajera", dice Browning. Sus síntomas y su comportamiento son un verdadero misterio.

Para muchos, el vampirismo real es un tabú. A lo largo de las últimas décadas, ha sido asociado con horribles crímenes.

"Cuando la gente habla de vampiros, muchas veces recuerdan estas imágenes", dice D. J. Williams, un sociólogo de la Universidad Estatal de Idaho. "Así que la comunidad ha sido cerrada trata a los extraños con suspicacia".

Como resultado de este estigma, los vampiros que contacté en Internet para este artículo me pidieron que mantuviera sus nombres en reserva.

¿Cura médica?
No siempre fue así. A lo largo de la historia, podemos encontrar casos en los que la sangre humana era considerada una genuina cura médica.

A finales del siglo XV, por ejemplo, el médico del papa Inocencio VIII supuestamente desangró a tres hombres jóvenes hasta la muerte y entregó su sangre (todavía tibia) a su maestro moribundo, con la esperanza de que le transmitieran la vitalidad de su juventud.
Me siento 100% mejor, mis facultades mentales se agudizan (...). Esto tiende a durar dos semanas, dependiendo de cuánta sangre tome y con qué frecuencia"

CJ, "med sang"

Después, fue usada para tratar la epilepsia. Las víctimas eran impulsadas a reunirse en torno a las horcas y a recoger la sangre tibia que goteaba de los criminales ejecutados.

"La sangre era un medio entre lo físico y lo espiritual", explica Richard Sugg, de la Universidad de Durham, que está escribiendo un libro sobre vampirismo.

Al tomar la sangre de un hombre joven y saludable, dice, uno ingería su espíritu y curaba cualquier cosa que afectase su alma. Estos tratamientos solo perdieron popularidad después de la Ilustración, y de la aparición de un sentido de pudor más general que se arraigó en los siglos XVIII y XIX.

Pero la práctica parece haber sobrevivido a través de un pequeño grupo de gente.
Antes de la era de Internet, estaban bastante aislados, pero ahora, a través de unas páginas web especializadas, han forjado unas prósperas redes clandestinas.

"Por lo que podemos decir, la mayoría de ciudades grandes alrededor del mundo parecen tener una comunidad de vampiros", dice Williams.

Tras las sombras
Gracias a su miedo a la exposición, estas comunidades se han vuelto expertas en esconderseImage copyright Olivia Howitt Image caption Los "vampiros" provienen de todos los sectores y profesiones.

Debido a esto, Browning decidió caminar por las calles, día y noche, en Nueva Orleans, una ciudad famosa por sus vibrantes sub culturas, buscando lugares en los que los vampiros pudieran reunirse.

Un día, habló de su proyecto con el dueño de una tienda de ropa gótica, quien sutilmente señaló a una mujer parada en uno de los corredores con dos niños. Browning se paró a su lado y le dijo de su estudio sobre vampiros. "Ella sonrió y dijo 'es posible que conozca a unos cuantos'", recuerda.

"Cuando sonreía, veía dos colmillos resaltando en sus labios". Estos eran, dice él, "atrozmente afilados". Aunque posteriormente perdió el contacto con "Jennifer", este encuentro lo animó a seguir y eventualmente entabló buenas relaciones con un gran grupo de vampiros, a los queentrevistó frecuentemente.

De hecho, cuanto más ahondaba en el tema, más amplio y colorido era el espectro de personalidades que descubría. Aunque algunos usaban colmillos y dormían en ataúdes, la mayoría mostraba muy poco interés en libros y películas. El vampirismo, según parece, se presenta bajo muchas sombras.

La comunidad que se alimenta de sangre mantiene trabajos comunes y corrientes. Entre ellos se cuentan empleados de bares, secretarios y enfermeras; algunos son cristianos practicantes, otros ateos; frecuentemente son muy altruistas.

Cabe destacar que mientras algunos vampiros buscan energía psíquica que les dé fuerza, otros (conocidos como "med sangs" o sanguinarios médicos) creen que su necesidad de sangre es puramente fisiológica.

"La identidad 'vampiro' significa poco o nada para nosotros", dice una "med sang" conocida como "CJ!" (el signo de exclamación es parte de su alias de Internet), a quien conocí en Internet.

Lo que les pasa es real. No entendemos lo que es y ellos no entienden lo que es, pero están haciendo lo mejor que pueden para lidiar con ello"

Jhon Browning, investigador:"Sin embargo, cuando somos bebedores de sangre –especialmente sangre humana– es imposible sacudirse la etiqueta".

Vitalidad renovada
Preguntando amablemente a su grupo sobre el origen de su condición, Browning encontró que el hambre de sangre parecía aparecer en la pubertad.

Una de las primeras personas que Browning entrevistó, por ejemplo, tenía 13 o 14 años cuando notó que se sentía débil todo el tiempo, sin toda la energía que necesitaba para correr y practicar deportes como sus amigos.

Una vez, mientras peleaba con un primo, este sangró y el primero pasó la boca por la herida. "De repente sintió mucha vitalidad", dice Browning. Ese gusto por la sangre eventualmente se transformó en un hambre compulsiva.

Esta era una historia común, que parecía repetirse en la mayoría de vampiros que conocía. Además de una fatiga constante, otros síntomas comunes parecen incluir dolores de cabeza severos y retortijones estomacales.

CJ!, por ejemplo, vivía torturada por un colon irritable, que según ella, solo puede calmarse después de un trago de sangre.

Kinesia, una amiga de CJ!, vive un cuadro similar.

Image copyright Olivia Howitt Image caption Beber sangre puede ser un fetiche y los vampiros a veces tienen una relación sexual con su donante. Pero en la mayoría de los casos, los donantes son simplemente amigos que los entienden.
"Podía pasar cerca de una semana sin defecar mientras estuviera en 'ayuno' (de sangre) y sentía náuseas si comía otra cosa que no fuera mi 'comida curativa'", afirma.
Para describir su aparente alivio después de una ingesta de sangre, dice: "Me siento 100% mejor, mis facultades mentales se agudizan. Puedo comer lo que quiera, sin correr al baño, y no siento ningún dolor muscular o articular. Esto tiende a durar dos semanas, dependiendo de cuánta sangre tome y con qué frecuencia".

¿Y los donantes?
Está de más decir que los donantes son difíciles de conseguir. ¿Cómo podrías pedirle a alguien que te deje tomar su sangre? CJ! dice que generalmente los donantes son amigos cercanos que entienden sus necesidades.

Kinesia se alimenta de su esposo cada dos semanas. En otros casos, puede haber algún tipo de pago, dice Browning. Sea cual fuere la naturaleza del donante, la relación vampírica siempre es consensuada.

"Se tiene un cuidado extremo por los donantes y nos aseguramos de que estén relajados y dispuestos todo el tiempo", dice Kinesia.

Como Browning mismo descubrió, la extracción en sí misma se acerca más a un procedimiento médico que a una pasión arrebatada.

Generalmente ambos, el donante y el vampiro pasan por exámenes en clínicas de salud sexual (o centros corrientes de donación de sangre) para evitar infecciones contagiosas.

Para hacer la incisión, el vampiro puede usar bisturíes descartables o jeringas, que abre y limpia en frente del donante, y limpia su piel antes del primer corte. Si toma la sangre directamente de la herida, también se aseguran de limpiarse los labios, lavarse los dientes y hacer gárgaras con enjuague bucal.

En otros casos, los vampiros pueden tener conocimientos médicos avanzados. La utilería de CJ! incluye un torniquete y un catéter intravenoso.

Si pueden darse el lujo, los vampiros tratarán de obtener una cantidad adicional de sangre, para mezclarla con un anticoagulante (comestible) en contenedores sellados, almacenarlos en un refrigerador y consumirlos después. Por si esto fallara, Browning dice que algunos vampiros preparan un brebaje con té y hierbas, que aparentemente también ayudan a preservar la sangre por más tiempo.

La ingesta en sí misma, dice, es "impersonal, casi como tomar pastillas", dice Alexia.

Después de tomar la sangre, los vampiros no parecen sufrir ningún efecto secundario. Sin embargo, Tomas Ganz, de la Universidad de Los Ángeles California (UCLA), señala que no pueden eliminar por completo el riesgo de infección.

"Examinarse en clínicas de enfermedades de transmisión sexual no cubre todo el espectro de potenciales enfermedades transmisibles, pero cubre a las más comunes, como el VIH y la hepatitis B y C", dice.

Sin fórmulas alternativas
Lejos de disfrutar el ritual de ingesta de sangre, la mayoría de vampiros con los que he hablado renunciarían alegremente a él, pero hasta el momento, los doctores han fracasado en encontrar otras formas de aliviar sus síntomas.

Los vampiros son, sin embargo, sorprendentemente abiertos sobre la posibilidad de que sus síntomas sean psicosomáticos.

"Bien pueden estar en nuestras cabezas", admite CJ!. Por esta razón, algunos vampiros han tratado de dejar de alimentarse de sangre, para ver si los síntomas desaparecen, pero hasta el momento no ha sucedido.

"Hay un fuerte efecto placebo, parecido a ingerir polvos amargos, líquidos brillantes de colores, u otras sustancias que lucen o saben como la comida convencional", dice Ganz.

"Este efecto puede verse potenciado si hay un componente ritual asociado con la ingestión, y si el individuo siente una especie de exclusividad (como beber un vino muy caro y raro)".

Estos elementos se combinan con el hecho de que la sangre es altamente nutritiva y un laxante natural. Ganz piensa que estas pueden ser las razones de por qué ofrece un alivio temporal a las dificultades estomacales y mentales.

Algunos pueden preguntarse si la sed de sangre es a veces un signo de un problema mental más profundo.

Pero Steven Schlozman, de la Universidad de Harvard, dice que diagnosticar a estas personas es tan difícil como caminar en una "cuerda floja".

"Yo sé que si un paciente viniera a mí con este tema como queja o estuviera preocupado por la práctica, mi primera respuesta como psiquiatra sería descartar una psicosis, ya que esta práctica está bastante alejada de lo que se considera un comportamiento cultural normal", dice.

Browning and Williams dicen que a través de su amplio contacto con estas personas, no han visto evidencia de dificultades psiquiátricas.

Quizás ahora que la comunidad vampira se está abriendo a personas extrañas, los científicos sean capaces de explorar estas interrogantes y finalmente ofrecer algunas respuestas.

Image copyright Olivia Howitt Image caption El sabor de la sangre varía según el grupo sanguíneo, la dieta y la hidratación de la persona.

Hasta entonces, un grupo de vampiros, liderados por Kinesia, están tomando los primeros pasos por ellos mismos. A través de empresas como 23andme y uBiome, por ejemplo, Kinesia está empezando a perfilar los genes de otros 'med sangs'.

"El punto de la investigación no es validar nuestro 'vampirismo'. Si no, encontrar maneras más socialmente aceptadas de satisfacer cualquier deficiencia o necesidad que tengamos", dice CJ!.

Sea lo que sea que descubran, los encuentros de Browning le han enseñado que debemos tratarlos con el mismo respeto que mostramos hacia otros grupos minoritarios.

"Lo que les pasa es real. No entendemos lo que es y ellos no entienden lo que es, pero están haciendo lo mejor que pueden para lidiar con ello".

David Robson
BBC Earth



viernes, 11 de diciembre de 2015

MUJER MUERE DURANTE UN EXORCISMO EN ALEMANIA


No es un episodio de 'El último exorcismo' del alemán Daniel Stam, sino real como la vida misma. La policía ha encontrado muerta en la habitación de un exclusivo hotel de Fráncfort, la capital de las finanzas alemana, a una mujer de 41 años con claros indicios de haber sido sometida a un ritual de exorcismo.

La víctima, cuya nacionalidad no ha sido revelada, presentaba hematomas por todo el cuerpo, especialmente en el pecho y en el estómago, aunque se cree que pudo haber muerto por asfixia, ya que le metieron una toalla en la boca para evitar los gritos.

"La mantuvieron atada a la cama durante más de cinco horas, golpeando en las zonas del cuerpo donde creían que se había agarrado el diablo", relató la Fiscalía de Fráncfort y añadió que "a tenor de las heridas, las presiones en la garganta y el estado del cuerpo, "la mujer debió sufrir un tremendo dolor", de ahí que intentaran ahogar sus gritos.

Tras el ritual, los exorcistas llamaron a un sacerdote católico coreano, quien al ver lo sucedido, bajo a la recepción del hotel y dio la alarma.

Cinco personas, entre ellas dos menores de edad, han sido detenidas bajo la sospecha de haber participado en el acto, que tuvo lugar el sábado pasado y del que aún se desconoce si fue una práctica consentida.

Los detenidos, ya en prisión preventiva, son una mujer de 44 años, que ha reconocido que se trató de un exorcismo, sus hijos de 21 y 19 años, así como dos adolescentes de 15 años, uno de ellos hijo de la víctima, a la que todos creían estar poseída por el demonio.

La policía que investiga el caso ha evitado una segunda víctima. Durante el registro de la vivienda que tenía alquilada la detenida en Sulzbach, en las proximidades de Fráncfort, los agentes encontraron a una mujer encerrada con llave en una habitación, hambrienta, aterida y a punto de morir.

Carmen Valero



domingo, 6 de diciembre de 2015

SINDROME DE MUERTE INESPERADA: GMONG... CUANDO ES ASESINO ES UN SUEÑO


(Publicado en El Ojo Crítico nº 73) Durante varias décadas un enigmático síndrome mortal persiguió a una etnia asiática residente en Estados Unidos. Un diablo visitaba los sueños de los varones adultos hasta provocarles una muerte súbita. Los médicos intentaron explicar tan extraños fallecimientos sin obtener una respuesta precisa. ¿Acaso nos puede matar aquello con lo que soñamos?

Desde Julio de 1977 hasta los inicios de los años noventa más de 100 ciudadanos procedentes del sudeste asiático y refugiados en Estados Unidos murieron víctimas de un extraño trastorno. Los médicos lo denominaron SUNDS, “Sudden Unexpected Nocturnal Death Syndrome”: Síndrome de la Muerte Nocturna Inesperada. El propio nombre revelaba el desconcierto de los especialistas al designar esa súbita mortandad por las circunstancias en que se producía y no por sus causas, las cuales les resultaban completamente desconocidas. Y es que nada parecía tener demasiado sentido en aquella sucesión de fallecimientos.

Las víctimas eran exclusivamente varones adultos entre 25 y 55 años, con buena salud y miembros de la etnia de refugiados Hmong procedentes de Laos. Entre 1981 y 1982 el índice de defunciones alcanzó el 92 por 100.000, una proporción equivalente a las 5 primeras causas de muerte natural entre hombres estadounidenses durante esos mismos años. Solo una de las personas fallecidas había sido una mujer. El dictamen oficial pronunciado en 1988 por el Centro de Control de Enfermedades de Atlanta en Georgia daba buena cuenta de la confusión reinante: “aunque los estudios han sugerido que una anomalía estructural en el sistema de conducción cardiaco y el estrés podrían ser factores de riesgo para el SUNDS, la causa de las muertes permanece desconocida”.

La ciencia médica desconcertada
Pasaron dos años hasta que los médicos comenzaron a darse cuenta de lo que estaba ocurriendo. Las muertes acontecían en diferentes ciudades, así que nadie estableció una conexión entre todas ellas. Pero cuando el fenómeno adquirió cierta envergadura, los especialistas se pusieron manos a la obra. Entonces proliferaron las especulaciones más o menos fundadas. Algunos investigadores apelaron a causas toxicológicas como la ingesta de venenos en los campos de concentración o las secuelas dejadas por la exposición a armas químicas.

Otros razonaron ciertos orígenes metabólicos, genéticos, deficiencias cardiacas o nutricionales como posibles patógenos causantes del síndrome. El trabajo realizado fue tan meticuloso que incluso se llegaron a analizar 18 corazones de víctimas de SUNDS extraídos mediante autopsia. El resultado de estas pesquisas permitió conocer algo más el mecanismo de este síndrome mortal. Se detectaron ciertas anomalías anatómicas, quizás hereditarias, en los tejidos que conducen los impulsos eléctricos a través del corazón y que podían ser las inductoras de un latido desordenado. Pero esta disfunción fisiológica, por sí misma, no podía provocar una muerte tan súbita. Hacía falta descubrir el desencadenante.

Otra vía de estudio profundizó en la experiencia onírica. Al encuestar a los familiares de algunas víctimas de SUNDS residentes en campos de refugiados, los investigadores comprobaron que muchos de los fallecidos habían tenido episodios de terrores nocturnos y visitas de espíritus malignos días antes de producirse la muerte. En 1984 el equipo de doctores dirigidos por Neil Holtan del St. Paul Ramsey Medical Center identificaron cinco rasgos muy peculiares en el trastorno onírico que afectaba a los Hmong: una sensación de pánico o miedo extremo; una parálisis parcial o completa del cuerpo; una fuerte presión sobre el pecho; la sensación de que un ser extraño - animal,  humano o espíritu- estaba en la habitación y, finalmente, cierta perturbación sensorial de la vista, oído o tacto.
 
A partir de estos síntomas, diferentes autores como Bruce Thowpao Bliatout - él mismo integrante de la étnica Hmong y director del International Health Center de Portland - o la doctora Shelley R. Adler del departamento de Epidemiología y Bioestadística de la Universidad de California comprendieron que se debía abandonar la vía fisiológica para explorar el mundo religioso de los Hmong. Quizás la clave del enigma estuviera en la cultura profesada por esta etnia. Quizás les estaban matando sus propias creencias. De hecho, en 1983, el antropólogo Joseph Jay Tobin de la Arizona State University y la trabajadora social Joan Friedman llegaron incluso a hablar de “posesión espiritual” y de “suicidio inconsciente”.

Los hmong y la CIA: una etnia perseguida
Hmong significa “pueblo libre” y da nombre a una pequeña etnia asiática que vive repartida entre China, Laos, Thailandia y Vietnam. Han venido desarrollando una vida seminómada, entre montañas, campos de arroz, maíz y amapolas de las que extraían opio. Acostumbran a ser polígamos, casarse a una temprana edad y tener muchos hijos, preferiblemente varones. A menudo, el miedo supersticioso a determinados espíritus, la alta mortalidad de su ganado, el agotamiento de los cultivos o la llegada de otras etnias más violentas, obligaron a los hmong a emigrar de un lugar a otro. Sin embargo, el cambio más profundo en su estilo de vida sucedió durante la guerra de Vietnam. Agentes norteamericanos se infiltraron en las comunidades hmong de Laos haciéndose pasar por ayuda humanitaria y reclutaron hasta 20000 miembros de la etnia para incorporarlos a un “ejército secreto” concebido para ejecutar las misiones más arriesgadas.

Durante años, miles de hmong murieron en silencio y, cuando Estados Unidos abandonó Vietnam, toda la comunidad quedó desamparada. Los gobernantes comunistas de Laos y Vietnam aprovecharon para tomar represalias. Capturaron a miles de familias hmong colaboracionistas y las mataron o las internaron en campos de trabajo. Muchas de ellas no aguantaron esos procesos de “reeducación” forzosa y murieron de hambre o enfermedad. Unos 30.000 hmong pudieron huir de Laos a Tailandia en los años 70 para después trasladarse a Estados Unidos, Francia o Australia donde adquirieron la condición de refugiados políticos. Su población en Estados Unidos ha crecido hasta los 200.000 miembros actuales de los cuales la mitad reside en California.

Chamanes y reencarnados
Para los hmong su existencia es inseparable del círculo de vida de toda la Creación. Su religión no necesita sacerdotes, doctrinas escritas ni templos. Solo requiere enseñanzas ancestrales y rituales que van pasando de padres a hijos por transmisión oral. Para ellos, los espíritus pueblan cualquier rincón del planeta. Los árboles, el viento, las cuevas, los valles, las aguas… estarían dominados por seres invisibles. Por lo general, a estas entidades no les interesan los asuntos humanos, pero siempre reclaman el máximo respeto. El problema surge cuando se sienten ofendidos. Entonces, los espíritus llevan la enfermedad y el infortunio a la familia que les ha agraviado. Especial atención merecen las almas de los antepasados. Los parientes vivos deben honrarlos mediante ceremonias domésticas para que sigan protegiendo y trayendo prosperidad al clan.

Los hmong creen que cada persona tiene tres almas. La primera es la que normalmente permanece en el cuerpo. La segunda vaga libremente, provoca los sueños del individuo y, una vez muerto, convivirá con los descendientes. La tercera alma marchará a los cielos aunque podría reencarnarse en una persona, un animal o un objeto inanimado en función de las acciones pasadas. De todas formas, el lazo familiar no se interrumpe porque esta alma reencarnada suele perdurar también alrededor de los parientes.
 
Dentro de este complejo orden espiritual sobresalen los “nengs”. Estos seres superiores seleccionan libremente a un hmong para convertirlo en chamán. A partir de ese momento, el hmong así agraciado, con ayuda de su neng, podrá combatir la enfermedad, expulsar la mala suerte o derrotar a los espíritus dañinos. El propio neng asume la tarea de adiestrar al chamán. Le revela las instrucciones que debe seguir para enviar su neng a conversar o luchar contra los espíritus que estén perjudicando a las familias. De hecho, estas disputas sobrenaturales pueden ser feroces, porque los neng acostumbran a ayudarse de otros aliados espirituales con los que atacan en formación al enemigo. Los ayudantes del neng adoptan la forma de pájaros, insectos y mamíferos. También, el chamán, gracias a su neng, está habilitado para comunicarse con el espíritu del mundo, efectuar diagnósticos médicos o recuperar aquellas almas que hayan abandonado a un paciente.

Espíritus ancestrales que se resisten a morir.
La religión de los hmong, sus tradiciones, creencias, normas de conducta y valores no encajan en la moderna sociedad americana que les ha acogido. Dentro de ella, esta etnia apenas representa una minoría infinitesimal donde no tienen cabida sus árboles, montañas, ríos y rocas pobladas de espíritus. Tampoco las almas de los antepasados pueden continuar interactuando con sus parientes vivos como habitualmente lo hacían en sus viviendas asiáticas. Sin duda, los hmong refugiados en Estados Unidos salvaron la vida y recuperaron la libertad, pero al elevado precio de que todo aquel mundo tradicional, celosamente salvaguardado generación tras generación, se les viniera abajo.

La doctora Adler considera esta angustiosa situación como la inductora de un “estrés psicológico catastrófico”. ¿Podrían ser las pesadillas y la muerte súbita nocturna el modo en que una religión y una cultura inadaptada se resisten a morir? Muchos hmong temieron que los espíritus ancestrales que siempre les protegían no les acompañaran hasta América. Sin embargo, les consolaba pensar al menos que tampoco los espíritus malignos cruzarían con ellos el océano. Pero se equivocaron. En seguida pudieron comprobar cómo el nocivo espíritu nocturno “dab tsog” se les manifestaba en su nueva residencia.

Cuando un hmong alude a estas “pesadillas” o “dab tsog” no las entiende como un “mal sueño”, sino que las interpreta como un ente diabólico que visita al durmiente mientras sueña. La experiencia típica comienza advirtiendo la presencia de un ser extraño junto a su mano. A las víctimas, inmediatamente, les invade una sensación de horror para, a continuación, comprobar cómo una fuerte presión sobre el pecho les impide respirar con naturalidad. En la gran mayoría de las ocasiones, los durmientes no consiguen ni siquiera vislumbrar la figura del ser onírico que les visita, pero, en todo caso, le consideran malvado y peligroso.

Uno de los testimonios recopilados por la doctora Adler procedente de un hombre de 58 años describe el primer ataque nocturno padecido cuando tenía 19 o 20 años: “Yo estaba en mi cama por la noche. Había gente en el otro extremo de la casa y les oía hablar. Todavía estaban hablando afuera. Oía todo. Pero yo sabía que alguien más estaba allí. De repente llegó un cuerpo enorme, parecía como un gran animal de peluche de esos que venden aquí. Se puso sobre mi cuerpo y tuve que luchar para intentar salir de ahí. No me podía mover, no podía hablar en absoluto. Ni siquiera podía gritar "¡No!". En el momento en que todo había terminado, recuerdo que había otras cuatro personas dentro de la habitación y me dijeron: "Oye, has hecho tú todo ese ruido". Yo trataba de luchar contra mí mismo y estaba muy, muy, muy aterrado. Ese espíritu en particular era grande, negro y peludo. Dientes grandes. Ojos grandes. Yo estaba muy, muy asustado.”

La cultura hmong identifica al protagonista onírico de esta traumática experiencia con los “tsog”. Una suerte de demonios que habitan toda clase de cuevas oscuras donde manifiestan una especial predilección hacia las mujeres y las jovencitas en edad fértil. Dentro de aquellos angostos lugares, los tsog someten a sus víctimas, las violan y las dejan estériles. Si la mujer está ya embarazada, entonces, le provocan un aborto. La ira de los tsog también recae sobre aquel que no cumpla devotamente con los preceptos y los ritos de su religión. Debido a que dichas obligaciones son responsabilidad del hombre de la casa, tendríamos la explicación hmong a porqué el SUNDS afectaba exclusivamente a varones.

Resulta interesante comprobar que la intrusión en los sueños de una figura sobrenatural no desaparece aunque el hmong cambie de religión. Muchos componentes de esta etnia una vez acomodados en los Estados Unidos se hicieron cristianos. Sin embargo, aún una buena parte de los conversos siguieron padeciendo aquellas horribles pesadillas. La diferencia radicó en que ahora identificaban al diablo tsog con el mismísimo Satanás. Pero la controversia llegó más lejos. Los hmong tradicionales acusaron a los hmong católicos de que las pesadillas les sobrevenían porque habían abandonado su religión verdadera. Mientras que los católicos contestaban a los tradicionales que aquellos terrores nocturnos resultaban la demostración más evidente de que las viejas creencias y cultos eran falsos y diabólicos. La división social entre ambos grupos de la misma etnia alcanzó cotas irreconciliables. Lo curioso del asunto es que, aunque profesaban credos cada vez más opuestos, siguieron compartiendo idénticas pesadillas y muriendo de la misma manera. Bruce Thowpao Bliatout estudió 38 casos de fallecimiento por SUNDS de los cuales la mitad exacta los habían protagonizado hmong recientemente cristianizados.

¿Quién más tiene sueños mortales?
Las defunciones por SUNDS en los Estados Unidos causaron una gran sorpresa al estar ligadas a una población cultural muy específica. Sin embargo, cuando se revisaron episodios similares en otros lugares del mundo, los especialistas se encontraron que no estaban ante un caso aislado. Por ejemplo, en Filipinas se creyó reconocer numerosas muertes nocturnas análogas al SUNDS desde 1917. Los nativos las llamaban “bangungut” que en tagalo quiere decir “levantarse y gemir en sueños”. 

También aquí el 96% de los fallecidos eran hombres, con una media de 33 años y ninguna enfermedad reconocible en el momento de su óbito. Los doctores Ronald G. Munger y Elizabeth A. Booton de la Utah State University identificaron 722 víctimas de bangungut entre los años 1948 y 1982. Como en el caso de los hmong, había una criatura extraña ligada a estas muertes en Filipinas. Se trataba del “batibat”, una dama gorda, vieja y grande que habita en los árboles. Cuando su árbol es talado para servir de columna en una casa, la batibat entra en contacto con los humanos. Entonces, durante el sueño se sienta sobre el pecho del durmiente hasta provocarle la asfixia. Para salir de la pesadilla, la tradición recomienda morderse el dedo pulgar o mover uno de los dedos de los pies. En Japón se detectaron algunos fallecimientos parecidos desde 1959 donde la enfermedad recibe el nombre de Pokkuri.
 
En Occidente, Carl Gustav Jung recogió en su obra “El hombre y sus símbolos” un caso de terrores nocturnos que parecieron anticipar la defunción del soñante. Una niña de ocho años le regaló a su padre un diario manuscrito en el que había recopilado numerosas pesadillas repletas de imágenes siniestras: serpientes monstruosas, una horda de animalillos que devoraban a la cría, un hombre emergiendo de una bola vaporosa que igualmente asesinaba a la joven… La niña falleció, víctima de una enfermedad infecciosa, un año después de que su padre recibiera aquel regalo. Para Jung “la experiencia demuestra que el desconocido acercamiento de la muerte arroja una sombra premonitoria sobre la vida y los sueños de la víctima”. 

Esta preparación para la muerte se expresaría por medio de breves historias oníricas “como si los acontecimientos futuros proyectaran hacia atrás su sombra produciendo en la niña ciertas formas de pensamiento que, aun estando normalmente dormidos, describen o acompañan el acercamiento de un suceso fatal”. Según esta interpretación, los sueños horribles no matan, sino que avisan de la existencia de un desorden interno grave en el cuerpo o la mente del soñante. Serían el síntoma de un trastorno que adopta formas mitológicas en función de la cultura a la que pertenezca cada cual. 

En el año 2008 los hmong dieron el salto a la gran pantalla gracias a la película “Gran Torino” dirigida y protagonizada por Clint Eastwood. También, la serie televisiva “House” dedicó un capítulo de su última temporada a un caso de SUNDS titulado “Cuerpo y alma”.

Chamanes hmnog en los hospitales americanos.
A partir de los funestos fallecimientos provocados por el SUNDS, las creencias de los hmong han recibido la mayor de las consideraciones por parte de las instancias médicas de los Estados Unidos. Así, para facilitar la integración de esta comunidad oriental, el Dr. John Paik-Tesch del Mercy Medical Center en California llevó a cabo un programa absolutamente pionero. Dejó que 89 chamanes hmong pudieran acceder a su hospital para atender a los enfermos de dicha etnia que sumaban un 25% del total. Hasta ese momento, la desconfianza mutua entre los médicos y estos pacientes asiáticos había provocado muchos desencuentros. Los hmong no aceptaban las intervenciones ni las decisiones de los doctores sin antes consultar a sus orientadores espirituales. Para ello debían realizar ceremonias de diagnosis en sus propias casas y esperar resultados lo que retrasaba el tratamiento sanitario. Con la incorporación de los chamanes al hospital, los rituales se vienen celebrando en la propia habitación del enfermo bajo ciertas limitaciones especiales como cantar en voz baja o evitar el sacrificio de animales. Por otra parte, los chamanes están obligados a participar en un programa de entrenamiento donde se les enseña cómo funciona la medicina occidental. De este modo, se han eliminado barreras interculturales y los pacientes han conseguido tranquilizarse al sentirse perfectamente respetados y atendidos en “cuerpo y alma”. Uno de los psicólogos clínicos del Mercy Medical, Jim McDiarmid, en declaraciones al New York Times, manifestó que el apoyo social y las creencias suelen afectar a la capacidad del enfermo para recuperarse de una enfermedad. Lo comprendió hace años cuando permitió que un chamán hmong colocara una larga espada en la puerta de la habitación para ahuyentar los malos espíritus. El paciente sanó milagrosamente de una gangrena intestinal. Otra doctora residente, Lesley Xioang, era nieta de dos chamanes hmong muy distinguidos y, sin embargo, estudió medicina. Xioang señaló que “si yo estuviera enferma, me gustaría que un chamán estuviera conmigo, pero también iría al hospital”.  

Juan José Sánchez-Oro




CON MIEDO A SOÑAR

El doctor Juan A. Pareja Grande,  director de la Unidad de Medicina del Sueño del Hospital Quirón Madrid considera que “durante el sueño se manifiestan muchos fenómenos que pueden precipitar la muerte”. “Existe un vínculo directo entre el sistema emocional y el inmunológico, de tal manera que las emociones pueden rebajar nuestras defensas” -comenta el doctor Pareja- “y una combinación de parálisis del sueño con alucinaciones hipnagógicas podría activar el sistema vegetativo ocasionando un fatal resultado”.

Uno de los casos llevados en su Unidad del Sueño por el doctor Pareja afecta a un paciente que vivió un secuestro con amenaza de muerte en Estados Unidos. Una vez liberado, comenzó a tener pesadillas recurrentes en las que revivía aquella traumática experiencia y su inminente asesinato. En la actualidad, es absolutamente insomne. Ha desarrollado un insuperable miedo a soñar.

Bibliografía:

Adler, Shelley R. “Ethnomedical Pathogenesis and Hmong Immigrants’ Sudden Nocturnal Deaths”, Culture, Medicine and Psychiatry 18 (1994) pp. 23-59
“Refugee Stress and Folk Belief: Hmong Sudden Deaths”, Social Science and Medicine 40 /12 (1995) pp. 1623-1629.
Her, Vincent K. “Hmong Cosmology: Proposed Model, Preliminary Insights”, Hmong Studies Journal, 6 (2005) pp. 1-25.
Leigh Brown, Patricia, “A Doctor for Disease, a Shaman for the Soul”, New York Times, 190909. Fuente: http://www.nytimes.com/2009/09/20/us/20shaman.html
Thowpaou  Bliatout, Bruce, Hmong Sudden Unexpected Nocturnal Death Syndrome, Oregon, 1982