martes, 26 de enero de 2010

MUTI: El infanticidio ritual en Africa


El pasado mes de noviembres varios hombres eran detenidos en Sudáfrica por haber decapitado a un niño de 7 años en el transcurso de un ritual de brujería. Es el último de una larga serie de casos de niños asesinados en Africa en 2007 en una terrorífica cadena de fanatismo sectario. A través de las oleadas de inmigración subsahariana, los primeros casos de asesinatos rituales de niños africanos han empezado a detectarse en Europa.

Cuando el Dr. Nknoma me mostró el dispensario, en una pauperrima clínica médica en plena selva centroafricana, apenas pude ver unas cajas de aspirinas, algunas vendas, unos cuantos preservativos, y poco más. Nadie con dos dedos de frente puede reprochar al Dr., ni a ninguno de sus colegas africanos, que acepten la ayuda de los hechiceros y médicos tradicionales, expertos en la farmacopea de la selva, y capaces de aliviar el dolor de sus pacientes, aunque solo fuese a través de la sugestión. Sin embargo esa colaboración tiene un precio. Y es que en algunos países africanos como Nigeria, Angola, Sudáfrica, Congo o Benin, esos mismos hechiceros y médicos tradicionales, pueden desatar psicosis asesinas de una crueldad sin precedentes.

En el patio de la clínica el Dr. Nknoma me presentó algunos de los niños que, víctimas de enfermedades crónicas, taras o malformaciones genéticas, han sido abandonados por sus padres, al considerarlos víctimas de algún hechizo o posesión diabólica. Cimwemwe, por ejemplo, es un niño de apenas 8 años, que sufría una atrofia severa en las piernas, y necesitaba de un andador de madera para poder desplazarse. Aunque lo más grabe es que sufría ataques de epilepsia, lo que su familia y vecinos habían interpretado como ataques de posesión diabólica. Según el Dr. Nknoma, Cimwemwe había tenido mucha suerte, porque muchos otros niños epilépticos como él habían sido asesinados ritualmente, para expulsar a los supuestos demonios que lo poseían. Lo paradójico es que el nombre Cimwemwe, en dialecto suahili, significa felicidad…

A los dioses les gustan los niños… muertos

El pasado 18 de julio de 2007 Radio Vaticano se hacia eco de la voz de sus misioneros en el Africa negra. Sacerdotes combonianos, padres blancos y otras ordenes misionales en distintos puntos de Africa unían sus voces en una denuncia conjunta. Miles de niños en todo el continente eran víctimas de malos tratos, torturas, violaciones e incluso asesinatos, en el contexto de la brujería tradicional y la superstición más irracional. Me consta, por mi relación con muchos misioneros africanos, que saben de lo que hablan. Sin embargo para los laicos más recalcitrantes, un informe de Save de Children resultaba todavía mucho más demoledor que las denuncias de los misioneros cristianos.

Según esta organización, y sólo en la República Democrática del Congo alrededor de 70.000 niños habían sido acusados o perseguidos por razones relacionadas con la brujería. La mayor parte en la capital, Kinshasa.

Según este espeluznante informe algunos rasgos de malnutrición, baja estatura, carácter violento o desordenado, eneuresis, epilepsia, o malformaciones, podían ser interpretados como síntomas de posesión o brujería, y desencadenar la marginación, el abandono o incluso atentados violentos contra esos niños.

A esto hay que unir un fenómeno aterrador, también remarcado en el informe de Save de Children, y que yo he podido constatar en varios centros de acogida para seropositivos en diferentes países africanos: el SIDA ha dejado huerfanos a 9 millones de niños en todo Africa. Doy fe de que los medios para la lucha contra el SIDA en la mayoría de esos centros médicos, como el del Dr. Nknoma son paupérrimos, y el especio para acoger a los huérfanos, insuficiente. Eso ha provocado que miles de niños terminen vagando a su suerte por las calles de las grandes capitales africanas, siendo víctimas de todo tipo de abusos.

Por ejemplo, la irracional creencia en que el SIDA se cura teniendo relaciones con menores vírgenes, desató una oleada de violaciones de niños espantosa. Aunque mas terrorífica fue la leyenda urbana de que los genitales de esos niños, utilizados en pócimas mágicas, podían matar el VIH, lo que produjo casos de ataques a menores y mutilzaciones de sus órganos sexuales, de una crueldad indescriptible. Algunos de esos niños, que pudieron sobrevivir a la brutal amputación, y que fueron tratados médicamente en Europa, nos han ofrecido testimonios aterradores, como el de Jeffery Mkhonto, de 12 años.

Un demonio llamado SIDA

Quien esto escribe ha visitado centros de lucha contra el SIDA en Africa donde el único instrumental técnico para la lucha contra el VIH eran unas bicicletas, con las que los voluntarios visitaban las aldeas mas perdidas para alertar sobre las practicas de riesgo, enseñar el uso del preservativo, etc. Esos voluntarios han sido los primeros en enfrentarse a las supersticiones que atribuyen al sexo con niños, o a sus genitales, poderes curativos. Pero existe algo aún más peligroso que ha victimizado todavía mas a los niños africanos: el fanatismo cristiano.

La mutación teológica que encontramos en Africa, donde el cristianismo occidental sufre indecibles mestizajes con todo tipo de religiones animistas ancestrales, ha producido en los primeros años del siglo XXI un entramado de sectas pseudocristianas, especialmente de tendencia pseudoevangélica, donde se ha gestado el fenómeno de los asesinatos de “niños-brujo”. Según Save de Children, solo en Kinshasa, a finales del año 2000, se registraban 2177 sectas religiosas, más o menos fundamentalistas. En esa misma capital, hasta 30.000 niños han sido victima de malos tratos y agresiones, acusados de brujería.

Para comprender este incomprensible comportamiento es necesario recordar los 32 años de dictadura de Mobuto, que dejaron más de 3 millones de muertos y una atroz guerra civil. Tras su derrocamiento, en 1997, todo tipo de sectas religiosas se implantó en la zona, mezclando una fundamentalista forma de evangelismo con las tradiciones animistas africanas. El fenómeno de Harry Potter, se unió a finales del siglo XX al absurdo entramado de supersticiones sectarias, que pusieron a los niños en el punto de mira de los predicadores más radicales. Por irracional que parezca, comenzaron a producirse testimonios de “niños voladores”, hechizos infantiles contra el ganado, y demás tonterias. El resultado fue que la sinrazón de las brujas de Salem, se está repitiendo en toda Africa.

A finales de noviembre de 2007 un informe de UNICEF nos ofrecía cifras no menos pesimistas. En sólo una ciudad pequeña del norte de Angola eran identificados 432 niños abandonados en la calle, que habían sido expulsados de sus hogares o maltratados acusados de brujería. Los 27 años de guerra que diezmaron Angola hasta 2002 dejaron miles de huérfanos, que ahora son acusados de practicar la brujería o, lo que es peor, son utilizados para la comisión de crímenes rituales.

Muti: la medicina mortal

Además de mutilaciones sexuales y violaciones infantiles contra el SIDA, del abandono, tortura y asesinato de miles de niños acusados de ser unos Harry Potter africanos, y de todo el dolor, marginación y sufrimiento originado por las guerras en Angola, Sierra Leona, Congo, Mozambique, etc, existe algo más.

En noviembre de 2007, hace solo unas semanas, un terrorífico titular salpicaba los teletipos de medio mundo. Tres personas eran detenidas en Sudáfrica tras decapitar a un niño de 7 años en un ritual de brujería.

El macabro crimen se cometió en Clermont, al este del país. El niño había desaparecido el 1 de noviembre pasado y el cuerpo decapitado fue encontrado un día después, pero las autoridades sudafricanas no divulgaron la noticia, para no entorpecer la investigación policial, hasta mediados de mes, cuando se produjo la detención de los sospechosos. Según Bongani Khomo, portavoz de la policía judicial sudafricana, la investigación sugería que los detenidos habían actuado como sicarios contratados por una tercera persona, que habría abonado la suma de 20.000 rands ( unos 2.100 euros), por el ritual de brujería que implicaba el sacrificio humano de un niño.

"Creemos –continuaba la declaración de Khomo- que la cabeza del niño iba a ser utilizada para 'muti"", agregó el portavoz, refiriéndose a los rituales sudafricanos que realizan curanderos o brujos y en los que se suelen utilizar hierbas o restos de animales. Y en algunos casos extremos, ofrendas humanas. Un tipo de sacrificios rituales, cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos, y que fueron practicados tanto en Africa como en la América precolombina, o la Asia precolonial. Sin embargo la policía occidental ha empezado a enfrentarse a casos similares detectados en Europa, Norteamérica, etc, vinculado a sectas reivindicadotas de viejos cultos ancestrales, en ocasiones asociados a núcleos de inmigración africana, latinoamericana, etc. Quien eso escribe ha tenido la oportunidad de investigar personalmente casos de presuntos asesinatos rituales de menores incluso en España, aunque esa es otra historia.

Volviendo a la actualidad, la cabeza del niño sudafricano asesinado hace unas semanas fue encontrada en poder de los dos sospechosos. Al parecer el contratante del macabro ritual no termino de abonar el importe acordado por el “muti”, por lo que la ceremonia no se habria concluido y la principal prueba del crimen continuaba en poder de los ejecutores, lo que evidentemente supondrá un elemento judicial clave a la hora de dictar sentencia.

Por desgracia los crímenes asociados a una forma irracional de “muti”, palabra zulú que se refiere a una forma de “medicina”, no son desconocidos ni en Africa del Sur ni en el resto del continente. Este caso recuerda mucho el que también trascendió a los titulares de la prensa occidental en agosto de 2004, cuando un niño de diez años murió después de que le amputaran sus genitales, una oreja y una mano, también para un ritual de brujería. O al terrorífico testimonio de Helen Madide, de Thohoyandou, quien con solo 18 año de edad presenció el asesinato ritual de su propio hijo, de nombre Fulufhuwani a manos de la pareja sentimental de Helen, un curandero sudafricano de llamado Naledzani Mabuda.

El testimonio de la joven madre es aterrador: "Él empezó a contarme historias. Sus antepasados (divinizados en el animismo africano) le dijeron que él debería matarme a mí y al niño que para él pudiera llegar a ser rico. Él me mostró un camino y me forzó a que avanzara por ese camino. Él iba empujándome y demandándome que yo caminara sea que me gustara o no. Él dijo que iba a matar al bebé primero mientras yo miraba al bebé, entonces secundariamente él me mataría a mí". aunque Helen intentó escapar, Mabuda la atrapó y la obligó a que sostuviera las piernas de Fulufhuwani mientras él le cortaba la garganta al niño. Cuando el niño murió, él empezó a cortarle todas las partes, las manos, las piernas e incluso los órganos sexuales". Fuentes policiales sudafricanas estiman que hasta 300 personas pueden haber sido víctimas de asesinatos por “muti” en los últimos años. Los forenses llegan a esa conclusión tras analizar los de miembros humanos descubiertos en los rastros de rituales de brujería hallados por todo el país.

Vergonzoso, brutal, horrible… no existen calificativos para esta practica monstruosa, que comienza a llegar a Europa a manos de las oleadas de inmigración subsahariana, y donde ni la libertad de creencias, ni la democracia, ni la comprensión, tienen cabida. Ahora todos los estudiosos, analistas e investigadores debemos aunar esfuerzos para que todo el peso de la ley caiga sobre unas tradiciones ancestrales que nunca, nunca, debieron existir.


El caso Adam; cuando la muerte llego a Europa

En el año 2001 todas las alarmas se desataron en Europa cuando Scotland Yard dio a conocer la existencia del terrorífico caso Adam. Con este nombre los policías británicos habían bautizado el cadáver de un niño de unos 5 o 7 años de edad, que había sido descubierto en el rio Tamesis en septiembre de ese año. En realidad el cuerpo de Adam se limitaba al tronco, ya que cabeza y extremidades habían sido amputadas previamente, según las conclusiones de los forenses, en el transcurso de algún tipo de ritual mágico.

El cuerpo del pequeño Adam solo estaba vestido con un pantalón corto de color naranja. Y era el primer cuerpo de un niño descuartizado que aparecía en Inglaterra en los últimos 40 años de historia criminal.

Los forenses se emplearon a fondo con el pequeño cuerpo. Según la meticulosa autopsia, el cuerpo podía llevar 3 o 4 dias en el agua cuando fue descubierto, en el curso del Tamesis, en pleno centro de Londres. La parte superior del intestino estaba vacío, lo que sugería que no había ingerido alimentos las horas previas a su muerte, sin embargo aparecían restos de una sustancia no identificada, que indicaba la ingesta de algún tipo de pócima durante el ritual. Se apreciaba un aumento del tamaño del bazo, y también restos de algún tipo de medicamento para la tos. Este detalle se sumaría a otros que sugerían que el pequeño Adam probablemente había llegado desde la cálida Africa pocos días antes del crimen ritual, constipándose quizás por el cambio de clima. De hecho parece que el pequeño fue “importado” a Europa precisamente para ser víctima de ese sacrificio humano.

Los genitales del niño no habían sido amputados. Pero en los intestinos de Adam se encontraron esporas de polen europeas, que podían sugerir la ruta de viaje del muchacho, que probablemente no llevaba en Inglaterra mas de 3 dias antes de morir. También se utilizó una novedosa técnica de investigación, ideada por el geólogo forense Ken Pye, de la Universidad de Londres, rastreando los restos de isótopos de estroncio que existen en todas las plantas, agua, etc que ingerimos, y que dentro de nuestro cuerpo dejan un rastro que puede ayudar a localizar la zona geográfica donde hemos vivido. De hecho esa pista llevó al Inspector Will O´Reilly, en compañía del científico, a eliminar el Caribe como posible origen del niño sacrificado. Todos los estudiosos de la criminalidad ritual, yo incluido, hemos investigado crímenes rituales en cultos caribeños como el abakua cubano o el vudu haitiano. Los isótopos del cadáver de Adam apuntaban hacia Nigeria y sus países limítrofes. Y hasta allí se proyectaron las investigaciones policiales, para intentar seguir el rastro de ADN de la familia de Adam, pero con poca fortuna. Sería muy largo explicar el complejo entramado genético familiar que implican sociedades poligámicas, como la que abundan en los estados islámicos de Nigeria, donde el ADN de un varón puede multiplicarse exponencialmente a partir de sus matrimonios múltiples, con un numero de hijos y nietos muy considerable.

El mutismo de la comunidad nigeriana en Londres también impidió establecer la identidad de la víctima, a pesar de existir una recompensa de 70.000 euros (11,6 millones de pesetas) para quien diese alguna pista. De hecho, de nada sirvieron los llamamientos a la colaboración ciudadana que hicieron líderes africanos como el expresidentes sudafricano Nelson Mandela o el futbolista Nwankwo Kanu.

Pese a todo las investigaciones policiales, encabezadas por O´Reilly continuaron, hasta que dos años después pudieron efectuarse las detenciones.

El 29 de julio de 2003, 200 policías londinenses, encabezados por el inspector O`Reilly, participaron en una espectacular redada. Al alba, y echando las puertas abajo, los agentes detuvieron a 21 sospechosos, 10 hombres y 11 mujeres, en 9 pisos de la capital británica. La organización desmantelada en Londres estaba relacionada con diferentes tipos de delitos: falsificación de documentos y tarjetas de crédito, estafa y tráfico de seres humanos. En este caso, además de para una explotación laboral y sexual, para ser victimas de sacrificios rituales… Esa fue la triste suerte del pequeño Adam. Aunque lo más terrorífico, es que la investigación sobre el caso Adam desveló que, solo en Inglaterra existían cientos de casos de niños africanos desaparecidos en extrañas circunstancias. Y se supone que un pequeño porcentaje de esas desapariciones, siempre excesivo, están relacionadas con crímenes religiosos.
Manuel Carballal
manuelcarballal.blogspot.com

domingo, 17 de enero de 2010

¿Que fue de Madeleine?

Hoy, el diario español El Pais vuelve a recordar el caso de desaparición más mediático de este siglo:
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La desaparición de Madeleine McCann arrolló vidas y lugares. Casi tres años después se ha perdido todo rastro de la niña británica. Pero la pequeña no es la única víctima del enigmático suceso, que dejó a su alrededor otras personas profundamente afectadas

Ladesaparición de Madeleine McCann el 3 de mayo de 2007 en el Algarve, poco antes de su cuarto cumpleaños, fue algo parecido al suceso del siglo. Pero, más allá de una historia enigmática que alimentó a los medios de comunicación durante meses y produjo un expediente policial de 30.000 páginas, el suceso dejó tras de sí un reguero de víctimas. Porque el caso Madeleine arrasó literalmente, como un gigantesco incendio, el escenario en el que se produjo, dejando una huella profunda en un montón de personas y lugares. Casi tres años después de que la pequeña se evaporara del apartamento 5A, situado en la planta baja del complejo de vacaciones Ocean Club, en Praia da Luz, son varias las vidas rotas o alteradas, los lugares marcados para siempre.

»Los padres, Kate y Gerry McCann

Puestos en la picota por la Policía Judicial (PJ) portuguesa, que el 6 de septiembre de 2007 decidió incluirlos en el registro de investigados (argüidos) por su presunta implicación en el caso, los McCann han ganado todas las batallas legales hasta el momento. Fueron exonerados por la fiscalía portuguesa en julio de 2008, y obtuvieron, sin llegar a los tribunales, una indem

nización de más de 600.000 euros y una disculpa pública del Grupo Express de tabloides británicos por su brutal cobertura del caso. En septiembre pasado, un juez les dio l

a razón y procedió al secuestro cautelar del libro El caso Maddie: la verdad de la mentira, del ex policía Gonçalo Amaral, incriminatorio contra ellos. Su protagonismo público se ha reducido, no obstante. "Intentan seguir adelante, porque tienen dos hijos. Por eso no atienden ya a los periodistas. Sólo conceden entrevistas en momentos especiales, cuando se trata de reactivar la búsqueda de su hija Madeleine". Lo cuenta en conversación telefónica Clarence Mitchell, ex periodista de la BBC, ex responsable de la unidad de información de Downing Street y portavoz todavía, aunque a tiempo parcial, de los McCann. La pareja sigue volcada, dice, en la búsqueda de su pequeña. "Casos como el

de la niña estadounidense Jaycee Lee Dugard [localizada en agosto de 2009, años después de haber sido raptada por un pederasta] les han devuelto el optimismo".

Los padres de Madeleine viven, aparentemente,entregados a su memoria. Él, de 41 años, ha mantenido su trabajo de cardiólogo en el hospital Glenfield de Leicester (Reino Unido). Ella, de 42, anestesista, ha dejado su puesto como médico de familia en el amb

ulatorio de la pequeña localidad de Melton Mowbray para cuidar a sus gemelos Amelie y Sean, que ya han cumplido cuatro años y van a la escuela. Los McCann celebran los cum

pleaños de Madeleine (en mayo próximo cumpliría seis años) como si viviera con ellos. Y la casa está tapizada con fotografías de la niña.

Kate dedica sus energías a atender la página web (findmadeleine.com) creada nada más desaparecer su hija mayor y la fundación, que sigue recibiendo cuantiosas donaciones. Los McCann han contratado, con cargo a esas donaciones, a sucesivos investigadores para que intenten seguir la pista de la pequeña, hasta ahora con poco éxito. Hace unos meses, la prensa británica desenmascaró a uno de estos detectives, acusado, al parecer, de ser un estafador a gran escala. Kevin Halligen, un británico con una agencia de investigación en Washington,

cobró de la fundación medio millón de libras por información reservada (por ejemplo, el tráfico de llamadas que se registró en Praia da Luz en los días posteriores a la desaparición de

su hija) y se quedó con el grueso de la suma, dejando de pagar a sus colaboradores. La policía británica protege el domicilio de los McCann, pero nada puede hacer contra embaucadores.

»Robert Murat, primer sospechoso

Mucho antes de que los McCann fueranimplicados por la policía portuguesa en la desaparición de su hija, un británico (anglo-portugués para ser exactos) residente en Praia da Luz, Robert Murat, hoy de 35 años, interpretó el tremendo papel de acusado. Murat fue sospechoso durante 14 meses sin que hubiera una

sola prueba contra él. La policía le requisó su ordenador, y se llevó libros y papeles del domicilio que ocupaba con su madre, Villa Liliana, a unos cien metros del apartamento donde la niña desapareció. El jardín fue levantado; el sótano y varias dependencias, registradas con sensores especiales para detectar la presencia de un posible cuerpo. Murat, que sólo tiene un ojo, fue maltratado de forma inmisericorde por la prensa británica.

Él y uno de sus socios, un joven de origen ruso, fueron objeto de una campaña feroz de descalificaciones e insinuaciones sospechosas, a las que contribuyeron indirectamente las declaraciones de varios de los amigos de los McCann, que aseguraron haber visto a Murat merodeando por el Ocean Club la noche de la desaparición de Madeleine. En julio de 2008 logró una indemnización colectiva de 715.000 euros de los 11 diarios (no todos tabloides) que le difamaron. De ahí a limpiar su nombre queda un largo trecho.

»Gonçalo Amaral, el policía que coordinó la búsqueda de Madeleine

El inspector de narcóticos que coordinó la investigación del caso Madeleine durante los cinco primeros meses perdió su trabajo y terminó por dejar el cuerpo de policía como consecuencia de sucesivos escándalos airead

os en la prensa. Hoy vive volcado en el caso, a su manera. Ha escrito dos libros polémicos; el segundo, La mordaza inglesa (Planeta), en el que denuncia haber sufrido una campaña de acoso ultrajante por parte de los McCann. Inicialmente, Amaral apostó por la tesis del rapto y dirigió la búsqueda de Madeleine McCann con todos los medios a su disposición. Pero todo cambió a partir de julio de 2007. Dos perros especializados en la detección de restos de sangre y olor a cadáver llegados de Inglaterra -inicialmente, para satisfacer el interés de Kate McCann en la búsqueda del posible cadáver de su hija- señalaron la presencia de sangre y olor a cadáver en diferentes puntos del apartamento de los McCann y en el coche que alquilaron el 27 de mayo. Amaral dio entonces un giro a la investigación. Basándose en su propia intuición, en inconsistencias en las declaraciones de los siete amigos que acompañaban a la pareja británica en Praia da Luz y en los restos biológicos supuestamente hallados gracias a los perros, lanzó una teoría que resultaría fatal para los McCann y para él: la de la muerte de Madeleine por accidente,que dejaba a sus padres como culpables de homicidio y ocultamiento de cadáver. El 2 de octubre de 2007 fue retirado de la investigación, después de que un diario portugués publicara unas declaraciones suyas en las que denunciaba la connivencia de la policía británica con los padres de Madeleine. Poco después abandonaba, a los 47 años de edad, una profesión a la que había dedicado 26 años. El fiscal consideró que la tesis de Amaral no tenía fundamento, y los tabloides británicos, que arrastraron por el fango al policía, airearon un caso anterior en el que una mujer que denunció la desaparición de su hija terminó siendo condenada por el homicidio. Tres agentes del equipo de Amaral fueron acusados de torturas y él mismo resultó salpicado. Amaral contraatacó con un libro, Maddie: La verdad de la mentira, que ha sido prohibido por un juez cuando llevaba vendidos 175.000 ejemplares en Portugal.

»Praia da Luz y el Ocean Club

El complejo turístico, fundado a principios de los años ochenta por tres británicos, ha seguido funcionando, aunque con algunos parones. ¿Cuántos exactamente? El empleado portugués que contesta las llamadas en la recepción se niega a aportar ningún dato al respecto. "Llame usted a reservas. ¿A qué hora? Ah, no sé, no tengo idea. Pruebe usted otro día". La furia periodística que desató en el Reino Unido la inclusión de Kate y Gerry McCann en el registro de investigados dio origen a una campaña de descrédito de la policía portuguesa y de Portugal como destino. "No

se dejó sentir en el turismo", aclara el presidente de la oficina de turismo del Algarve, Nuno Aires, que desmiente cualquier sombra de tensión con el Reino Unido. "Es cierto que fue uno de los sucesos que atrajo más atención mediática, y que eso nunca es bueno, pero el Algarve ha seguido recibiendo muchos turistas. Praia da Luz, el lugar donde ocurrieron los hechos, estuvo lleno el verano de españoles y portugueses. Las llegadas de británicos bajaron un 7%, pero eso fue por el comportamiento de la libra frente al euro y por la crisis general".

»Rothley, el pueblo de Madeleine

Este suburbio acomodado en Leicestershire (Inglaterra central), con unos 30.000 residentes, vivió como un atentado a su intimidad el caso McCann. Mientras la familia permaneció en Portugal dirigiendo la búsqueda de la niña, los vecinos se mostraron huidizos e incómodos con los periodistas. A su regreso, la avalancha de informadores, cámaras y fotógrafos terminó por colmar el vaso de su paciencia. A más de 30 meses de aquellos hechos, se ha instalado en el pueblo un clima distinto. Los vecinos procuran mantener un perfil bajo sobre el caso, pero sin rehuir las preguntas de los indeseados periodistas.

»El Forensic Science Service (FSS)

Es el organismo dependiente del Home Office (Ministerio del Interior británico) que analizó las muestras biológicas presuntamente incriminatorias para los McCann. Se benefició de una fama repentina gracias al caso, pero hoy está sumido en una grave crisis. Existe una propuesta de cierre que afectaría a tres de los cinco laboratorios, con una reducción de personal en torno a las 700 u 800 personas, según confirman fuentes de Prospect, el sindicato profesional. El caso Madeleine proporcionó una visibilidad y una fama asombrosa a un servicio con excelente reputación, pero desconocido hasta ese día por los profanos.

El FSS, con sede central en Birmingham, se convirtió en una pieza relevante del rompecabezas del caso Madeleine, porque el resultado de los análisis de los restos biológicos enviados en julio de 2007 por la Policía Judicial portuguesa sería, decía todo el mundo, inapelable. Lo cierto es que se tomaron su tiempo para hacerlos. ¿Cuánto exactamente? Lisa Palmer, responsable de prensa del organismo, no lo aclara. "Nosotros trabajamos para la policía y no estamos autorizados a facilitar ninguna información", responde por teléfono. En todo caso, los trabajos se demoraron durante al menos cinco meses para, a petición de los forenses portugueses, profundizar en los análisis con objeto de apurar hasta el final cualquier sombra de duda. Una cosa está clara: las pruebas no resultaron concluyentes.



Lola Galán (El Pais)

miércoles, 13 de enero de 2010

Próximo curso de Perícia Caligráfica-Documentoscopia

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Mis amigos de la Asociación de Peritos Judiciales en Ciencias Criminalísticas me han hecho llegar la información sobre el próximo curso de Perícia Caligráfica y Documentoscopia que, sin duda, puede ser de interés para muchos de los seguidóres de EL ARCHIVO DEL CRIMEN, interesados en ampliar su formación criminológica. Si el crímen evoluciona, nuestra capacitación para luchar contra él, también debe hacerlo.Curso Superior de Pericia Caligráfica-Documentoscópica en Madrid

Ya está abierta la matrícula y se puede hacer la reserva de plaza, hasta el próximo 5 de febrero, del Curso Superior de Pericia Caligráfica Documentoscópica, organizado por el Foro para el Estudio de las Ciencias Criminológicas (http://www.feccrim.com/), homologado por la Asociación de Peritos Judiciales en Ciencias Criminalísticas –APEJUCC- y con la colaboración de la Asociación Galega de Peritos Xudiciais e Forenses; es un curso práctico destinado a la formación de especialistas en identificación de autoría y autenticación de firmas y textos (tanto manuscritos, como mecanografiados o impresos). La intención es la formación de profesionales para el ejercicio tanto privado como en tribunales.

El curso se desarrollará en Madrid en 9 fines de semana alternos, entre los meses de febrero y julio de 2010 y el comienzo está previsto para el sábado 27 de febrero.

FECCRIM aplica un sistema de enseñanza mixto que alterna las clases presenciales (100 horas) con trabajo práctico en casa bajo supervisión mediante tutorías telefónicas y online.

La metodología impartida es de naturaleza holística, es decir, con una perspectiva multidisciplinar que engloba las técnicas grafo-documentoscópicas más contrastadas para determinación de falsedades documentales y para identificación grafocrítica.

El profesorado integrado por profesionales en ejercicio, procede del Gabinete de Peritaciones Alonso Bosch, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de la Administración de Justicia.

Todos aquellos que estéis interesados en recibir más información, podéis descargar el archivo pdf http://feccrim.com/periciamadrid.pdf o bien escribir un mail a feccrim@feccrim.com.

jueves, 7 de enero de 2010

Abdelmalek Bayou: la genética como atenuante

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Por primera vez en la historia de la Justicia europea, argumentos sobre la predisposición genética han tenido un efecto atenuante sobre una sentencia judicial.


El caso se produjo en Italia. El argelino Abdelmalek Bayou, residente en ese país, mató a puñaladas al colombiano Walter Felipe Novoa Pérez, luego que éste criticara a Bayou por pintarse los ojos con kohl, algo que el argelino afirma hacer por razones religiosas.

La sentencia original fue reducida en tres años, luego que informes psiquiátricos confirmaran el frágil estado mental del argelino en el momento en que cometió el crimen.

Sin embargo, el especialista en neurología molecular, Pietro Pietrini, y el neurólogo cognitivo Giuseppe Saroti, registraron anomalías luego de analizar un encefalograma de Bayou y la composición de cinco genes que han sido relacionados con el comportamiento violento.

Los científicos concluyeron que hay una predisposición genética en el acusado, que junto a un ambiente hostil, puede desencadenar una reacción violenta. Para el juez, éstos fueron argumentos suficientes, y la condena se redujo un año más.


Genética: una ciencia joven
Las reacciones a esta sentencia no se hicieron esperar. En primer lugar, porque la genética se encuentra aún en pañales. No fue sino hasta el 2003 que se logró presentar un genoma completo del ser humano, o sea simplemente su contabilización. Sí se sabe de genes que tienen influencia de una u otra forma en el comportamiento humano, pero es muy poco lo que se ha descifrado de la compleja interacción génica.

Hasta el momento, científicos han podido sacar conclusiones sobre la influencia de los genes, pero fundamentalmente a nivel estadístico, no individual. Sí han podido constatar que algunos genes en los que se ha logrado identificar una función específica, presentan variaciones dependiendo del grupo étnico o de las condiciones de vida.


Determinismo genético
La alarma ante esta sentencia en Italia tiene una razón muy comprensible: ¿cuál es el verdadero alcance del determinismo genético? El 90% de los asesinatos es responsabilidad de seres portando el cromosoma Y, o sea hombres. ¿Podría esto transformarse en un argumento para dar penas menos severas a los hombres que a las mujeres, debido a que son víctimas del determinismo genético? Ahora se habla de motivos atenuantes ante un asesinato pero, ¿no sería también posible dar una sentencia más severa a una persona simplemente porque su constitución genética lo hace más propenso al crimen, representando una mayor amenaza a la sociedad?

El paso de la Justicia italiana significa una fractura significativa en lo que percibimos como ser humano. El avance de la genética nos está enfrentando quizás a nuestra cuarta herida narcisista. Primero nos dijo Copérnico que no éramos el centro del Universo. Luego vino Darwin afirmando que éramos parientes cercanos de los monos, y no una creación única y divina. Freud le puso la cereza diciendo que no tenemos control completo sobre nuestros actos, al hablar del inconsciente. Ahora parece ser el turno de la ética y la moral, que según el determinismo genético, parecerían estar definidas por minúsculas formaciones del organismo, un tanto fuera de nuestra voluntad.

domingo, 3 de enero de 2010

Ciudad Juárez, Nueva Orleans y Caracas son las tres ciudades con mayor criminalidad del planeta

Este año, Caracas alcanzó el tercer lugar como la ciudad más violenta del planeta, después de Ciudad Juárez, en México, y Nueva Orleáns, en Estados Unidos. La tasa de homicidios en el país en 2008 fue de 52 personas por cada 100.000 habitantes, y fueron ultimadas 13.780 personas. Las proyecciones de 2009 indicaban que el año podría cerrar con una tasa de 56 víctimas por cada 100.000 habitantes, y más de 14.000 asesinatos, como lo advirtió el sociólogo Roberto Briceño León, miembro del Observatorio Venezolano de Violencia.

En Latinoamérica, sólo El Salvador y Honduras registran una tasa de homicidios tan alta como la de Venezuela, con aproximadamente 52 asesinatos por cada 100.000 habitantes, respectivamente, apuntó Briceño.

Discurso camaleónico

“Vamos a derrotar el delito y la delincuencia, ese es un flagelo y una quinta columna contrarrevolucionaria que nos hace mucho daño”, dijo Hugo Chávez en el Aló, Presidente 334, del 29 de noviembre.

En dos lustros se ha contado un promedio de 80.000 homicidios. Briceño León atribuye lo que ocurre a la impunidad y a la crisis institucional.

“Hace 10 años se investigaba y detenía al mismo número de personas que asesinaban. Ahora se detienen muchas menos personas que a las que matan, entonces eso quiere decir que los organismos encargados de la administración de justicia no lo están haciendo como es debido”. Según el último informe del Ministerio Público, sólo 6% de los expedientes abiertos por homicidios llega al final del proceso judicial.

En la mira

En el año que terminó, las noticias de sucesos dejaron constancia de que los policías tampoco escapan a los embates del hampa. En Caracas, durante 2009 fueron asesinados 57 uniformados de los cuales 27 pertenecían a la Policía Metropolitana. Este hecho constituyó una situación poco usual.

Los índices delictivos obligaron al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas a incorporar a las estadísticas de homicidios una nueva categoría: el sicariato, pues entre enero y octubre ocurrieron 378 presuntos casos de crímenes por encargos.

Fermín Mármol León, ex ministro de Justicia y ex director de la extinta Policía Técnica Judicial, reconoció que la iniciativa de llamar estos casos por su nombre e investigarlos como tal podría ayudar a que bajen los índices de impunidad. Dijo que 99% de los sicariatos son ejecutados por criminales que no conocen a las víctimas, lo que complica las averiguaciones.

En alza

Otro de los asuntos que en materia de seguridad no dejó buenos records para el Gobierno fueron las cifras de secuestro. Hasta el pasado 27 de diciembre se habían registrado 795 plagios, lo que superó en 48% el total de los reportados el año pasado, cuando la policía científica contó 537 casos en todo el territorio nacional.

Un jefe policial, que pidió no citar su nombre, señaló que quedó sorprendido cuando revisó las estadísticas más recientes del Cicpc, en las cuales “Barinas desplazó a Táchira y a Zulia como el estado con más plagios cometidos durante 2009″.

El incremento de este delito obedece a que en la actualidad sólo se trabaja en función de liberar a las víctimas y no de desarticular las bandas, expresó el comisario Joel Rengifo, ex jefe de la División Antiextorsión y Secuestros del Cicpc.

No obstante, conocedores de la materia también señalan que quienes han incursionado en este delito, ahora no se ponen límites a la hora de escoger a sus víctimas y da igual si son personas mayores, como el caso del banquero Germán García Velutini, secuestrado en febrero, o son niños, como el de una mujer y sus dos hijos, una niña de 10 años de edad y un niño de 7 años, que fueron sometidos por desconocidos en la salida de la urbanización Villas del Paraíso, en el este de Maracay, en noviembre. Todas estas víctimas aún permanecen en cautiverio.

Thabata Molina

El Nacional

viernes, 1 de enero de 2010

El fenómeno de las bandas juveniles en España

Las bandas juveniles y los aspectos delincuenciales de las bandas urbanas son un fenómeno criminal cada vez más preocupante, por eso los cuerpos policiales españoles han comenzado a prestarle la atención que merecen. Y el site http://bandasjuveniles.blogspot.com que acaba de nacer en la red es uno de los primeros intentos por formar a funcionarios, abogados, criminólgos, etc, sobre este problema, desde un punto de vista policial...