domingo, 8 de noviembre de 2009

Los alias más extraños de los delincuentes


Es curioso pero, según la Real Academia Española, el término alias es sinónimo de sobrenombre y de apodo. Sin embargo, el mote de alias es exclusivo de los delincuentes; mientras que a los dos restantes se los deja para la llamada "gente honesta".

Son los ladrones, asesinos, estafadores, violadores, y demás los que figuran con "alias" en sus prontuarios que son de extrema utilidad para la Policía. "Por ejemplo, si llegamos a un barrio donde hubo un homicidio y alguien dice 'fue el Morcillón', es factible que la Policía ya sepa de quién se trata por más que hasta el mismo delator no sepa fehacientemente el nombre y el apellido del sospechoso", dicen desde el Departamento de Análisis de Investigaciones, lugar donde clasifican los alias.

Los motes que reciben los delincuentes vienen de la infancia (barra de amigos), de la policía y de la prensa. Algunos de esos alias no difieren de los clásicos, de los que puede tener cualquier persona, como , "Chupete", "Dani", "Chino".

Pero hay otros que afloran desde las características físicas de los sujetos, de una mirada racista, del “estilo” que ese delincuente tenía a la hora de delinquir. Algunos de ellos no pasaron a la historia como cerebros del delito, pero sus alias quedaron grabados en la memoria colectiva a partir de lo curioso, gracioso o ingenioso que eran sus apodos.
“Pañal”

En un juicio reciente, uno de los imputados, de apellido Palacios, fue mencionado por el relator del tribunal con su alias. "Andrés Palacios, alias ‘El Pañal’, argentino, hijo de…". En ese debate, Palacios fue absuelto del delito de robo y al final, cuando se abrazó con su abogado, el letrado le dijo: "No sabía que te decían 'Pañal'; ¿de dónde viene?" "Es que, doctor, cada vez que me ven las minas, se hacen encima…", soltó Palacios.

En el Departamento de Análisis de Investigaciones, donde están las fichas de las personas con prontuario, se puede leer el ítem "alias", tan importante como el nombre y las señas particulares.

El comisario Juan Carlos Caleri, director general de Policía y con 32 años de oficio de calle, dice no recordar demasiados alias memorables. Pero cuando aprieta un poco su memoria le viene "El Fosforito".

"Era un ladrón de poca monta, que siempre robaba de noche; pero como era pobre y no tenía para linternas, siempre iba con una cajita de fósforos y con eso se alumbraba. En cada lugar que robaba encontrábamos un montón de fósforos quemados".

Morocha

Matías Cerón, alias "El Morocha", fue el delincuente más temido en los últimos diez años en el delito vernáculo. Ladrón y asesino, se le achacaron más crímenes de los que en verdad cometió. Lo mató la Policía el 16 de agosto de 2003 y los diarios titularon su muerte con su alias: "Murió El Morocha".

El caso de Cerón es uno de esos en los que la leyenda sobrepasa a la persona. Lo mismo sucede con su apodo, tan extraño por tratarse de un delincuente adolescente. "Algunos dicen que logró ese mote después de que se escapara de la seccional 30 del barrio San Martín vestido de mujer", indica uno de sus abogados.

De todos modos, otras versiones dan cuenta de que de chico, Matías era abusado por algunos mayores de su familia y que uno de ellos lo hacía vestir de mujer para someterlo. Otro rumor, un poco más glamoroso pero igualmente difícil de contrastar, indica que Cerón disfrutaba, cada tanto, poniéndose ropa de mujer.

Chacal

El reciente caso de "El Chacal de Mendoza" -el hombre que está preso, acusado de haber violado a una de sus hijas con la que tuvo siete hijos- es un caso de alias prestado: ya hubo otros "Chacales" antes que él en la opinión pública. El primero fue el terrorista venezolano Ilich Ramírez Sánchez, conocido como "Carlos, El Chacal". La película "El día del Chacal (1973) narra la historia de un asesino a sueldo al que contratan para matar al presidente de Francia. Más cerca en el tiempo aparece el austríaco Josef Fritzl, quien mantuvo a su hija encerrada en un sótano durante 24 años y con la cual tuvo 7 hijos.

"Este ejemplo es el que más se acerca a nuestro Chacal -opina la profesora de Lengua Silvana Slukich- y por eso fue que el hombre de la Cuarta Sección adoptó ese mote, seguramente contra su voluntad".

El chacal, de todos modos, es un animalito que vive en casi todo el continente africano; un canino de medianas dimensiones pero tiene rasgos tétricos: vive y caza de noche; es solitario -a veces vive en pareja- y tiene debilidad por atacar a las crías de sus víctimas: esa característica lo convierte en un animal abominable, "por ser, aparentemente, tan desalmado", indica la especialista.

Loco de la colcha

Miguel Ibáñez (hoy con 60 años), alias "El loco de la colcha", no es ni ladrón ni narco ni nada vinculable con el delito formal. "Era un loco, pero un asesino loco. Si vos eras amigo de él y le decías, Fulano de tal me molesta, iba y lo mataba. Era un Robin Hood del orgullo ajeno", indica su abogado.

El mote de "El loco de la colcha" se lo ganó por lo siguiente, según su abogado: "Siempre andaba solo, más que nada por el barrio San Martín, y cargaba una mochila en la que llevaba una colcha; bueno, cuando le daba sueño, sacaba la colcha de la mochila y se tiraba a dormir, en cualquier lado. Estaba un poco loco pero era violento y la gente le temía; pero fue esa gente quien le puso ese alias", sigue el letrado.

“No me gusta”

Hace dos años, Los Andes publicó una nota acerca de la detención de un ladrón no muy conocido al que la policía mencionaba con el alias de "El Sapo". Su apellido era García y su nombre no viene a colación, ya que en estos casos es más importante el alias que el propio nombre, al menos a la hora de hacer atractivo el título de una nota común.

El artículo sobre la aprehensión de "El Sapo" García salió un viernes, pero algo pasó y García quedó en libertad el lunes: el martes, apareció por el diario para explicar no que ya estaba libre, sino para pedir que la próxima vez que saliera en una nota, por favor, no le pusieran ‘El Sapo’. "Odio que me llamen así", dijo, y se fue, con su cara de batracio a cuestas.

Rolando López

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y no os acordais de "El solitario"? Ese tambien es bueno... ;)

hijodevecina dijo...

yo me acuerdo de un tipo que le decian el "escombro" y me acuerdo que se metia a mi escuela primaria en hora de recreo y les robaba a los alumnos cosas de valor que llevaran consigo, como una vez me toco ver que se metio a la escuela y le quito una gorra a uno luego a otro de esas de marca, si traias una cadenita de oro te la arrancaba en fin ya se imaginaran en pleno recreo ay viene el escombro todods a correr, porque le decian asi? , la verdad no tengo idea.

Anónimo dijo...

LO QUE SE DISE EN EL DIARIO DE "LOS ANDES" Y EN "EL ARCHIVO DEL CRIMEN" DEL MOROCHA. EL 50% ES MENTIRA! COMO ESTAN ACOSTUMBRADO A DISTORCIONAR LAS HISTORIAS. EN LA FOTO QUE SALE EN "EL ARCHIVO DEL CRIMEN" ES CUANDO LO AGARRAN SUPUESTAMENTE, CUANDO DICEN QUE ESTABA CON REENES EN LA CALLE DR. MORENO DE LAS HERAS. DICEN QUE UN FRANCO TIRADOR LE DA UN TIRO EN UNA MANO, PERO EN REALIDAD LE DAN DOS, EN LA MANO DERECHA Y EL OTRO EN UN RIÑON. Y NO ERA GAY Y ABUSADO COMO DIJIERON EN SU HISTORIA. MATIAS ANDRES CERON ALIAS EL MOROCHA FUE UN NIÑO CON MUCHAS NESECIDADES Y FALTA DE AMOR DE UN PADRE, CRIADO POR SU MAMA Y SEIS HERMANOS MAS. CON LA VERDAD SE LLEGA A TODOS LADOS Y AL LADO DE DIOS.