martes, 27 de octubre de 2009

El CESEDEN organiza un evento sobre narcotráfico en Galicia

Galicia frente al narcotráfico

En esta Jornada se llevará acabo el análisis pormenorizado del narcotráfico. Este fenómeno presenta una especial relevancia e impacto en el ámbito de la seguridad y la defensa a nivel nacional y de forma particular en Galicia. Intervendrán diversos expertos, que expondrán la problemática suscitada al respecto desde diferentes perspectivas, con la finalidad de realizar una radiografía exhaustiva sobre el presente y futuro de esta modalidad delictiva.

Organiza:

Seminario de Estudios de Seguridad y Defensa USC-CESEDEN

Universidad de Santiago de Compostela (USC)

Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN)

Colabora:

Academia Galega de Seguridade Pública (AGASP)

Dirección:

José Julio Fernández Rodríguez

Director Seminario de Estudios de Seguridad y Defensa

USC-CESEDEN

Daniel Sansó-Rubert Pascual

Secretario Seminario de Estudios de Seguridad y Defensa

Participan:

Jaime Gayá

Regional Aduanas Galicia

Servicio de Vigilancia Aduanera

Fernando Moreno

Comisario del Cuerpo Nacional de Policía

Centro de Inteligencia contra el Crimen

Organizado (CICO)

Daniel Sansó-Rubert Pascual

Criminólogo.

Seminario de Estudios de Seguridad y Defensa USC-CESEDEN

José María Blanco Núñez

Capitán de Navío de la Armada

CESEDEN

Intervención de Antón Louro Goyanes

Delegado del Gobierno (Galicia)

Para formalizar la inscripción contactar con:

Seminario de Estudios de Seguridad y Defensa USC-CESEDEN

Facultad de Derecho (USC).

Campus Universitario Sur

4ª Planta

Tfno.: 981 55 99 00; Ext. 14776

viernes, 16 de octubre de 2009

Caso Madeleine: "Capítulo y versículo"

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El enciclopédico blog http://mercedessigueaqui.blogspot.com, probablemente el mejor lugar de la red para encontrar la última información internacional sobre el caso Madeleine, acaba de hacerse eco, y traducir, un artículo publicado en inglés, por el Dr. Martin Roberts, en el famoso McCann Files. El artículo en cuestión (http://www.mccannfiles.com/id232.html), esta originado en una reciente polémica acogida en la sección de comentarios de uno de los artículos del Archivo del Crimen: http://manuelcarballal.blogspot.com/2009/09/prohiben-en-portugal-el-libro-sobre.html

He aquí la traducción al español realizada y publicada amablemente por las amigas de http://mercedessigueaqui.blogspot.com


CAPITULO Y VERSICULO

“No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo.”

Esta declaración, atribuida a Voltaire y dicha por primera vez hace más de doscientos años, no es un cliché. Como piedra angular del ejercicio democrático su significado es atemporal. Sin embargo, el principio que consagra, es uno que algunos encuentran claramente difícil de suscribir, tal como queda ilustrado en los siguientes comentarios (traducidos) publicados recientemente en un “blog” español (www.manuelcarballal.blogspot.com), a raíz de un artículo sobre la medida cautelar impuesta contra Gonçalo Amaral; una medida cautelar prohibiendo tanto su libro como cualquier comentario futuro al respecto por su parte y, en efecto, declarando ilegal su tesis (que, es prudente reconocer, no es solo suya, ni en su origen o su derivación).

9 de septiembre de 2009
Manuel Carballal: Prohíben en Portugal el Libro sobre Madeleine McCann

13.9.2009
La policía quizás no pueda encontrar a la niña, pero lo que está claro es que debían haber encontrado al culpable de su desaparición.
Esto no lo ha podido hacer la policía lusa por la clara interferencia gubernamental británica.

Lo que resulta vergonzoso que la gente se rasgue las vestiduras para defender a unos padres que dejaban a sus hijos solos todas las noches para irse de fiesta con los amigos.

Por defender a unos afligidos padres que se han negado a volv
er a Portugal para realizar la reconstrucción de los hechos, a una madre que se negó a contestar 48 preguntas de la policía a pesar de que le dijeron que sus actos estaban perjudicando una investigación destinada a encontrar a su hija.

Este libro está basado en un sumario oficial hecho público por un juez, pero por lo que parece todavía hay personas más interesadas en defender a mentirosos negligentes en vez de nuestra libertad de expresión.
JUSTICIA PARA MADELEINE BETH MCCANN
Mercedes

16.9.2009
Anónimo dijo...
Manuel Carballal, me da mucha pena y mucho asco, que permita en su interesante site web los comentarios de personas que todavía se atreven a dudar del
sufrimiento de los McCann, y a sugerir que fueron los asesinos de su propia hija. No pienso volver a visitar su página mientras permita esos comentarios.
Se trata claramente de un lector que no cejará de censurar lo que acaba de leer o, dado la oportunidad, prohibir su publicación. Bastante draconiano quizás, pero lo que convierte a esta postura dogmática en más alarmante es que el tipo de comentario con el que “anónimo” no está de acuerdo no está representado entre las observaciones que está criticando. Reaccionario, sí. Ilógico, sin duda. Y, llevado al extremo, peligroso.

Tal es el caso con La Verdad de la Mentira, un libro prohibido en Portugal y por lo tanto legalmente denegada su lectura en otros lugares (Especialmente en Reino Unido, ya que la versión en Inglés estaba en juego).

Dejando a un lado las justas legales, la prohibición de esta publicación no tiene ninguna base lógica en absoluto. Las ideas que contiene, fueron hechas públicas en un principio por las autoridades portuguesas en persona, desde entonces han sido publicadas en varias Webs, incluidas aquellas mantenidas por los periódicos nacionales. ¿Es posible que un libro escrito en portugués pueda provocar angustia a dos personas que parece que apenas tienen dominio sobre su propia lengua, que es el inglés? Se ha afirmado que la difusión generalizada de la convicción expresada por el autor, es decir, que Madeleine McCann está muerta, pondría en peligro la actual búsqueda de la niña. Pero ¿cómo puede ser esto cierto, cuando la “búsqueda” está siendo coordinada por investigadores privados; mercenarios inmunizados contractualmente contra opiniones adversas? Y, ya que hace mucho tiempo que la policía portuguesa desistió de este caso, ¿qué diferencia posible puede marcar una publicación portuguesa a su contribución? Mil o más nuevas pistas, brindadas por el público en general a raíz de de una reciente rueda de prensa ofrecida por los padres, desmiente cualquier idea de que este libro, o cualquiera similar a él, tendría el efecto de desanimar a la gente de presentarse con información.

La hipocresía es un insulto para la inteligencia de cualquiera, pero cuando está vestida con toga de abogado se convierte en ofensiva. El siguiente extracto está cogido de una entrevista, dada por Gerry McCann a Judy Bachrach, de la revista Vanity Fair y publicada como una “exclusiva en la Web” el 10 de septiembre de 2008.

“El fiscal general portugués Fernando Pinto Monteiro sugirió que de una forma u otra los McCann eran responsables de la muerte de su hija. Concretamente dijo que si bien Madeleine había sido secuestrada, fue la publicidad cuidadosamente diseñada por sus padres la que posiblemente hubiera determinado su destino. “Con el mundo entero en pos
esión de la fotografía de Madeleine,” observó, cualquier secuestrador se habría visto presionado hasta tal grado que “existe una probabilidad mayor de que la niña esté muerta que viva.”

“Con esta última conclusión devastadora –concretamente que Madeleine probablemente nunca aparecerá- el propio padre de Madeleine asiente con voz entrecortada.”

En lo que se refiere a la reciente medida cautelar, los estrategas de sillón están obligados a discutir sobre motivos y propósitos, tales como allanar el camino para una demanda por libelo, adelantándose a la publicación de una versión en lengua inglesa y concretamente, destruyendo al autor personalmente etc., etc. En público a cualquier precio, se sostiene que el núcleo objetable del trabajo es la hipótesis de la muerte de Madeleine – Capítulo 16. Pero al igual que muchas otras cosas de este caso, esto también puede resultar ser un engaño, a gran escala. El observador casual, no familiarizado con ejemplos de malabarismos anteriores, tales como la entrada forzada/no forzada, peluches en salas de autopsias y viandantes invisibles, bien podría inclinarse a tomar esta postura concreta como cierta. Otros podrían considerar si el material realmente sensible de esta publicación reside en otro lugar.

Gonçalo Amaral, autor de La Verdad de la Mentira, ha sido ampliamente vilipendiado en la prensa británica. “Deshonrado”, “torpe”, “incompetente” son tres de los epítetos que vienen a la mente. Pero exactamente, ¿qué precipitó su caída en desgracia? Puede haber pocas dudas de que las autoridades portuguesas fueron presionadas por Gordon Brown para destituir al Sr. Amaral del servicio, ya que su destitución fue notificada a nuestro Primer Ministro antes incluso de que fuese comunicada al entonces coordinar de la PJ en persona. De repente, el líder del equipo se había convertido en persona non grata. ¿Por qué? ¿Porque se había negado obstinadamente a renunciar a la hipótesis que Madeleine no había sido secuestrada, sino que estaba muerta? En absoluto. Esa hipótesis se había convertido en la opinión colectiva en un período relativamente corto, tras el examen de las circunstancias realizado por el experto Mark Harrison, que dijo tan acertadamente, “Empiecen a buscar un cuerpo.”

No, el Sr. Amaral no fue destituido con motivo de cualquier postura intransigente anti-McCann. Su abrupto despido se produjo después de los comentarios hechos a una periodista criticando a la policía inglesa y, consecuentemente, a la policía de Leicestershire, ya que eran ellos, y no Scotland Yard, quienes se habían implicado directamente en la investigación, una implicación aparentemente solicitada por los McCann desde el principio.

Mientras que los comentarios espontáneos pueden haber importunado al contingente de investigadores británicos en aquel momento, de ningún modo eran tan reveladores como las observaciones publicadas desde entonces. Si incautar, con vista a su destrucción, copias de La Verdad de la Mentira es una reminiscencia del papel del bombero en la historia Fahrenheit 451, esto es, iniciar fuegos (quemas) (de libros) no extinguirlos, entonces este no resulta ser un acontecimiento totalmente sorprendente, dados otros precedentes en este caso.


El papel fundamental de la policía en cualquier sociedad desarrollada es la prevención y detección del delito, en cuyo contexto no es en absoluto desconocido que las personas lleven su contribución personal hasta el extremo, incluso yendo tan lejos como falsificar pruebas en un intento de asegurar una condena. Irónicamente, mientras que esto es algo que Gerry McCann expresó como una sospecha hacia los portugueses, durante una conversación mantenida en septiembre de 2007 con Ed Smart (padre de la niña secuestrada Elizabeth Sm art), es, perversamente, una acusación que podría ser expuesta ante la puerta de los británicos, quienes presentan a Amaral como aquel que introdujo pruebas falsas, no con vistas a asegurar una condena, sino para anticipar una. De qué otro modo podría uno definir que la atención investigativa fuese repentina y deliberadamente atraída hacia un vídeo que pretendía mostrar a Madeleine presente en una orgía organizada por árabes potentados, cuando el vídeo en cuestión había estado en manos de la policía desde febrero/marzo de aquél año, ¡semanas antes del anuncio de la desaparición de Madeleine el 3 de mayo! Mientras que el Capítulo 16 puede ser significativo, el Capítulo 18 es realmente revelador.

Cuando era más joven disfruté una vez de la compañía de un colega adepto a las matemáticas, cuyo mayor interés en sus horas libres era el “Sport of Kings” (Deporte de Reyes). Estudiaba The Sporting Life (La Vida Deportiva) asiduamente, y no era tanto su costumbre de hacer apuestas como el hecho de hacer una inversión calculada. Al evaluar las probabilidades, esta persona pensaba normalmente “outside the box” (de forma diferente), antes de que esa frase fuese siquiera acuñada. Tenía ojo clínico para lo inusual, y una de sus observaciones me ha acompañado desde entonces: “No encontrarás unentrenador en el Norte de Inglaterra que envíe a su caballo a una pequeña pista en el Sur si no tiene una buena razón para creer que va a ganar.”

Ahora bien, esta no una anécdota tan irrelevante como puede parecer. Poco después de llegar al apartamento 5A del Ocean Club la noche del 3 de mayo de 2007, la GNR decidió que el caso estaba fuera de su cometido y llamaron a la PJ, una organización que los McCann criticarían sin lugar a duda, Gerry dejando perfectamente claro que, desde su punto de vista, los británicos tenían más experiencia en el manejo de casos de secuestros. Así que ahí estaba él, un visitante de la península ibérica, cuya hija había desaparecido inexplicablemente de un pequeño resort y, mientras la policía local, reconociendo la potencial seriedad del delito, defirió instintivamente en sus compañeros con mayor experiencia investigativa, ¿qué hace Gerry McCann? A modo de poner todos los recursos de la más experimentada policía británica, él alienta a la PJ a que colabore, no con Scotland Yard, sino con una comisaría provincial.


¿Debemos suponer que la experiencia que Gerry McCann reclamaba como necesaria estaba bien representada concretamente con la policía de Leicestershire? Simplemente observando la ley de promedios, así como la altamente asimétrica distribución de la población en Reino Unido, es más probable que el especialista experto en cualquier tipo de cosa resida en o en los alrededores de Londres y el South East. Por lo tanto ¿era la experiencia en el manejo de casos de niños desaparecidos un fuerte de Leicestershire o era el criterio el que los hacía singulares como la autoridad más apropiada para coordinar la contribución inglesa? Si no, ¿Qué hizo que su afiliación a la investigación fuese tan importante para los McCann? Al igual que el caballo que es enviado lejos para competir en una carrera pequeña, el trabajo específico de una fuerza policial provincial en un caso de ámbito internacional no puede haber sido sin un propósito. Y ese propósito no puede haber sido simplemente facilitar el posterior enlace una vez en Reino Unido, ya que nadie, aparte de los protagonistas, pueden predeterminar el período de tiempo que una persona desaparecida puede seguir estándolo. Todo podría haber terminado en el plazo de una semana. Sin embargo, no se puede negar la calidad del enlace, con la orientación, en forma de manuales de la policía, que más tarde encontraron su camino hacia la mesilla de Gerry McCann.

Siendo la experiencia la culminación del conocimiento previo, quizás uno debería preguntarse qué clase de conocimiento previo recomendaba a la policía de Leicestershire en este caso y, si no estaba relacionado con personas desaparecidas, ¿qué era? La lógica dicta que no podía ser aplicada ninguna sabiduría al problema antes de que el problema hubiera surgido. Saber la mejor forma de llevar a cabo la búsqueda de una niña desaparecida claramente solo es una ventaja después de que la desaparición ha ocurrido. Seguramente, en este caso, no había nada de importancia que podría haber sido conocido de antemano. No había “de antemano”, ¿verdad?

Quizás deberíamos dirigir nuestra atención del Capítulo 18, al Capítulo 12; esta vez no de
La Verdad de la Mentira, sino del Viejo Testamento segundo libro de Samuel. Ahí, se narra la historia de cómo el Rey David, habiendo condenado al Hittite Uriah a muerte, tomando a su viuda como esposa, provoca la ira de Dios al hacerlo, y es castigado con la muerte de un hijo fruto de la inaceptable unión (versículos 15-19). Los investigadores de la PJ descubrieron una Biblia en el apartamento al que los McCann se trasladaron, tras la desaparición de su hija Madeleine del 5A del Ocean Club, y éste es el episodio narrado en aquel momento donde se notó que sus páginas habían sido marcadas o arrugadas.

Kate McCann descartó tajantemente el punto de vista de la PJ de que este pasaje era significativo, refiriéndose como lo hace a la muerte de un hijo enfermo. En verdad, sí parece ser algo más que una coincidencia vinculada a la aparentemente alegórica relación. Madeleine McCann había desaparecido inexplicablemente. No había caído enferma y muerto como consecuencia. Pero hay algo más en la historia del escriba bíblico. No solo se le dice al lector que el hijo de David muere, sino que también nos dicen porqué; no en términos de causalidad, sino la justificación de Dios para infligir el castigo: Avaricia, Lujuria, Adulterio – elija su opción. David tenía esposas suficientes.


Un estudio cuidadoso del tráfico de los teléfonos móviles sobre la hora de la desaparición de Madeleine ha arrojado con anterioridad una indicación de que, la noche del martes, 1 de mayo, Kate McCann en realidad estaba en el apartamento de la familia unos 14 minutos antes de que la Sra. Fenn afirmara haber oído a una criatura empezar a llorar. Esta es la noche en que la instructora de aeróbic y algunas veces presentadora de concursos, Miss Najoua Chekaya, estaba de servicio en el resort de Mark Warner, y la única noche en la que se la pudo haber invitada a unirse a la mesa de los McCann (ella no trabajaba los jueves). Tiene que haber una razón, por lo tanto, por la que se dio la impresión gratuita de que la Srta. Chekaya se unió a la mesa de los Tapas aquel aciago jueves noche, cuando claramente no podía haberlo hecho. También tiene que haber una razón por la que una niña pequeña llora por “Papá” en presencia de “Mamá”.

Cuando fueron entrevistados para Expresso TV, el 6 de septiembre de 2008, Kate y Gerry colaboraron al circunnavegar una pregunta que les plantearon con respecto a la supresión de 16 mensajes de texto, que se sabía, a través de los análisis de la policía, había recibido Gerry. Su respuesta conjunta fue adornada poco convincentemente con una explicación sobre la reticencia propia de Gerry de enviar menajes de texto con anterioridad a la desaparición de Madeleine. Por lo que el contenido de las comunicaciones enviadas y recibidas es a la fuerza de interés, incluso un esquema del historial tiene un cuento que contar, siendo un registro de quién estaba en contacto, incluso aunque esa información no fue compartida. El diablo, como siempre, está en el detalle.


Uno tiene que preguntarse por qué, en una circunstancia tan alarmante como la desaparición de su hija, tanto Kate como Gerry encontraron adecuado dedicarse a la “poda” electrónica cuando no había una necesidad conocida para hacerlo. Esto lmás bien o que hace es suscitar sospechas de que sí había necesidad, y no una casual sino la de, proteger la identidad de contactos anteriores que podrían, tras posterior estudio, parecer inoportunos, inapropiados o ambos. De la misma manera que la disponibilidad de las ampliaciones fotográficas fue percibida por la PJ como prematura, existe aquí cuanto menos, un indicio de “conocimiento previo”, es decir, que había un “antemano” después de todo, y que alguien aparte del círculo inmediato de los McCann sabía lo que era.

La omnipresente “fuente cercana a los McCann dijo al Daily Mirror (Mirror.co.uk News
, 29 de mayo de 2008) que, en lo que se refería a Gerry, “La única vez que sonó su teléfono fue cuando lo llamaron del trabajo y él explicó que estaba de vacaciones. No hay mensajes misteriosos. Gerry no tiene nada que esconder. Son más tonterías llegadas de Portugal.”
Cuando uno estudia la hoja de datos detallando los mensajes de texto borrados por Gerry McCann, por lo menos dos cosas se hacen obvias inmediatamente: que esta fuente está mintiendo, y que se hace claramente visible otra “sombra” forense.

Habiendo descubierto que Gerry McCann estaba de vacaciones, es improbable que el “trabajo” hubiese llamado repetidamente a partir de entonces. Y si el “Trabajo” posiblemente no le envió a Gerry catorce mensajes de texto el 2 de mayo, claramente alguien lo hizo. Existía una situación de constante cambio en alguna parte de la que Gerry estaba siendo mantenido informado vía mensajes transmitidos en tandas regulares, aproximadamente cada hora al principio, después exactamente cada dos horas. El cronometraje delatador es:

8.07.12, 8.07.17
9.10.45, 9.13.01, 9.18.15
10.35.50, 10.47.56
12.35.58
13.46.23, 13.48.33, 13.59.32
15.49.05
17.49.26
19.49.34

La frase “actualización regular” te viene inmediatamente a la mente. La mendaz “fuente cercana a los McCann” sin duda intentaría convencer a la gente que estas llamadas no están relacionadas entre ellas, pero la cronología entre salvas, así como la apretada proximidad entre ellas, nos dice lo contrario. Por supuesto quizás no sepamos nunca quién era este contacto misterioso, pero siendo inusualmente optimista por una vez, me gustaría pensar que la palabra “nunca” no es aplicable a este caso.

Traducción de Mercedes
http://mercedessigueaqui.blogspot.com/2009/10/caso-madeleine-mccann-capitulo-y.html

Artículo original:
http://www.mccannfiles.com/id232.html

miércoles, 14 de octubre de 2009

Tráfico de organos ¿leyenda urbana o delito real?

No existen estadísticas ni informes solventes, pero el tráfico de órganos y células humanas es una realidad global a la que aún no se ha logrado poner coto. Naciones Unidas divulgó ayer un informe, en el que ha colaborado la Organización española de Trasplantes, y donde se muestra la verdadera cara de este comercio ilegal, sin mitos ni leyendas. Es la primera vez que Naciones Unidas se implica en este problema y lo hace poniendo como ejemplo a seguir el modelo español de trasplante, basado en donaciones altruistas.

El informe revela que el tráfico de órganos podría estar detrás del 5-10 por ciento de todos los trasplantes renales que se practican cada año en el mundo. Eso significa que se harían entre 3.400 y 6.800 trasplantes anuales con riñones obtenidos de una forma ilícita. Y sólo es una estimación a la baja.

El tráfico más conocido se plantea entre las personas de países ricos del Hemisferio Norte que quieren saltarse la lista de espera de su país y naciones en vías de desarrollo. Pakistán, Filipinas, Egipto, Sudán, Venezuela, Paraguay son algunos de los paraísos del llamado «turismo de trasplante». La mayoría son enfermos en busca de un riñón que viajan para encontrar órgano de donantes locales por una cifra que oscila entre los 70.000 y los 160.000 dólares. En este precio se incluye el viaje, la hospitalización y el nuevo riñón.

La intervención se realiza en los hospitales locales y, a veces, hasta las propias compañías de seguros se encargan de «colar» a golpe de talonario a sus asegurados en las listas de espera del país.
El tráfico de órganos no es ficción. Pero en este documento también se desmontan otros mitos. Como el secuestro de niños para obtener sus órganos. «Son algunas de las leyendas urbanas que circulan para explicar la desaparición de menores, especialmente en Latinoamérica. Miles de niños desaparecen en el mundo como resultado de actos violentos o son vendidos por sus padres para adopciones o explotación laboral y sexual. No hay informes policiales ni estudios que permitan validar la información», apunta el informe.

Fomentar la donación
Naciones Unidas instó ayer a los países miembros a tomar medidas para controlar el comercio ilegal, recoger datos fiables de esta actividad ilícita y, sobre todo, fomentar la donación. «El tráfico existe por la escasez de órganos. La fórmula más eficaz para poner fin a este problema universal es fomentar la donación basada en el altruismo», explicó ayer a ABC, Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes y uno de los cuatro relatores que han elaborado el estudio de la ONU. Naciones Unidas también advierte de la aparición de un nuevo mercado en el que se comercia con células y tejidos (córneas, huesos, válvulas...). «Un comercio en plena efervescencia que es más difícil de perseguir», asegura Matesanz.

N.R.C.
ABC

lunes, 12 de octubre de 2009

Manuel Blanco Romasanta: El único "hombre lobo" procesado judicialmente en España

Psicópatas
“Va de oficio la causa contra el hombre lobo Manuel Blanco, por varios asesinatos. Allariz, Abril de 1853”. De esta forma tan sorprendente se inicia el extenso sumario judicial –más de 2000 páginas manuscritas encuadernadas en 7 tomos- al que INTERVIÚ ha tenido acceso, y en el que se detalla el primer juicio contra un asesino en serie español, y la única causa contra un Hombre-Lobo ejecutada en un Tribunal de Justicia nacional.

El caso del Hombre-Lobo de Allariz, parece extraído de un guión cinematográfico, aunque en realidad ha inspirado uno, y varias novelas. Fue José Luis López Vázquez quien dio vida a Manuel Blanco en la película “El Bosque del Lobo”, convirtiendo a Blanco Romasanta en el único asesino en serie español que ha visto sus andanzas reflejadas en la gran pantalla. Sin embargo, en este caso, la realidad supera la ficción...

Según consta en el nuevo Libro de Bautizados de la Parroquia de Sta. Eulalia de Esgos (página 30), el 18 de noviembre de 1809 nació Manuel Blanco Romasanta, hijo de Miguel Blanco y María Romasanta, en la pequeña localidad orensana de Regueiro, municipio de Esgos.

Ya el misterio más absoluto y las más insólitas circunstancias comenzaron a orbitar en torno a la vida de Manuel Blanco desde su más tierna infancia. Tanto es así que, por razones que desconocemos, fue registrado en la partida bautismal como niña, con el nombre de Manuela Blanco. (?)

El 29 de abril de 1825, con quince años de edad, Manuel Blanco recibe la confirmación, junto con sus dos hermanos José y Antonio, de manos del entonces Obispo de la Diócesis, Dámaso Iglesias y Lago.

Por esa época Manuel Blanco, un niño de inteligencia ágil y rápida, como se deduce de su destreza manual y múltiples oficios, comienza a aprender los que serían en el futuro sus "modus vivendi": tendero, sastre, buhonero, carpintero, etc.

Según el Libro de Casados -hoja 144 y ss..- y de Difuntos -hoja del libro primero- que se conservan en la Parroquia de Santa Eulalia de Esgos, Manuel Blanco -de 21 años- contrajo matrimonio con Francisca Gómez Vázquez el 3 de marzo de 1831. Sin embargo el matrimonio duraría poco, ya que la esposa de Romasanta fallecería, sin haber dejado hijos, el 23 de marzo de 1834. Exactamente tres años después de la boda.

Y así, viudo con solo 24 años, Blanco Romasanta comenzará a recorrer con su tienda ambulante los caminos de Galicia primero, y de España y Portugal después. En esos viajes aprenderá a moverse con soltura por bosques, caminos y "corredoiras", en los que poco después cometería sus atroces y extraños crímenes.

EXTRAÑAS DESAPARICIONES EN EL PUEBLO

Corría el año 1846. Manuela García Blanco, vecina del pueblo orensano de Rebordechao (Allariz), había decidido buscar su futuro y el de su hija Petra, de 6 años, fuera de Galicia. Manuela, nacida el 15 de diciembre de 1799, pensaba encontrar en Santander una buena casa en la que servir ganando unos dineros con los que sacar adelante a su hija. Hasta entonces servía en casa de Dª Brígida Aguiar y D. Luis García, pero ahora, medio divorciada de Pascual Merrello, había decidido vender todos sus bienes y marcharse del pueblo. Y Manuel, el tendero ambulante (entre otros oficios) que tan bien conocía los caminos del país, se había ofrecido a escoltarla hasta Cantabria, donde había prometido conseguirle ese ansiado trabajo.

Tras despedirse de sus hermanas, que por desgracia no tardarían en reunirse con ella, Manuela y su pequeña salieron del pueblo rumbo al norte.

Semanas más tarde, Manuel Blanco, el tendero ambulante, volvió por el pueblo. Ante las preguntas de los familiares de Manuela respondió que ella y su hija habían quedado muy bien colocadas en casa de un cura... Y otras vecinas del pueblo, alentadas por tan envidiable perspectiva de futuro, decidieron seguir los pasos de Manuela, abandonando Robordechao en compañía de Manuel Blanco “el tendero”.

Poco después sería Benita García quien partiría en compañía de Romasanta, en dirección a la casa de un cura de Santander donde encontraría empleo... y más tarde Josefa García, Antonia Rua... algunas de ellas viajarían con sus hijos, de corta edad. Y ninguno de ellos volvería a ser visto con vida jamás.

Pasaron las semanas, los meses y los años, y la inquietud dejó paso al temor y a la sospecha, entre los familiares de los desaparecidos. Y los rumores en torno a que algo terrible podía haber ocurrido a las mujeres y niños que viajaban con “el tendero” empezó a circular en los bosques de Galicia, llegando a oídos del mismísimo Romasanta, que decidió no volver a pisar su tierra natal, para evitar las iras de las familias, y el brazo de la Ley.

Sin embargo el caprichoso destino decidió que se hiciese justicia, y por una sorprendente casualidad, el 2 de julio de 1852 Manuel Blanco Romasanta fue detenido. Ocurrió en la villa de Nombela, partido judicial de Escalona (Toledo).

Por aquel entonces era normal que patrullas de jornaleros gallegos viajaran a Toledo para trabajar en la siega. Y la fortuna quiso que Martín Prado, Marcos Gómez y José Rodríguez, vecinos de Orense, estuviesen en el campo cuando vieron pasar a Manuel Blanco paseando tranquilamente. Reconocido como "el tendero" a quien se tenía en Allariz por un peligroso criminal, acudieron a la Casa Consistorial de Nombela y presentaron la pertinente denuncia ante el Alcalde. Inmediatamente, Manuel Blanco fue detenido, iniciándose ahí el único proceso judicial contra un hombre-lobo efectuado en España.

UN HOMBRE-LOBO EN EL BANQUILLO

Inmediatamente después de su detención, Manuel Blanco "...confesó de plano haber llevado hacía trece años una vida errante y criminal, y haber en efecto asesinado a las expresadas personas, con más a Antonia Rua, vecina de Castro de Loura y sus hijas Peregrina y María en las diferentes épocas y sitios que expresa de seis años a aquella parte, si bien dice obraba impulsado por una fuerza irresistible que le hacia convertirse en Lobo y acometer a las víctimas para devorarlas, cuya transformación atribuye alguna maldición de sus parientes...".

Y tras el de Antonia Rua, “el tendero” confesó hasta doce asesinatos más, cometidos todos ellos, según su inverosímil declaración, bajo la forma de un lobo. Apariencia esta que adoptaba debido a una maldición familiar que le hacía perder la forma humana, siendo poseído por una feroz y cruel fuerza sobrenatural que lo obligaba a matar para alimentarse con la carne de sus víctimas...

Evidentemente su primera declaración parecía el delirio de un demente. Sin embargo Romasanta resistió el examen de seis médicos y psiquiatras que certificaban su cordura legal; además se demostró que había vendido enseres personales pertenecientes a las desaparecidos; y por si esto no fuese bastante, condujo a los letrados hasta los lugares donde afirmaba haber cometido sus crímenes, siendo descubiertos restos humanos en algunos de ellos... A partir de ese instante el destino de “el hombre-lobo” estaba marcado.

Dicen los documentos judiciales a que hemos tenido acceso:
“...que ningún motivo ni causa le han dado las personas que deja mencionado para matarlas, y que sólo consecuencia de una enfermedad que le acometía varias veces, se transformaba en figura de lobo, perdiendo la de hombre, y llevado de una fuerza irresistible se echaba a las victimas que tenía delante, las desgarraba con uñas y dientes hasta que hechas cadáveres, las devoraba y comía...”.

Acaso para repartir responsabilidades, o quizás porque en su mente tales personajes realmente existieron, Romasanta incluye en su declaración a dos compañeros de fechorías. Dos malditos que, como él, sufrirían la condena del “hombre-lobo”, en compañía de los cuales habría perpetrado algunos de los crímenes que aterrorizaron a la España de mediados del siglo XIX: “... que otros dos compañeros, llamados uno don Genaro y otro Antonio, que padeciendo la misma enfermedad y sufriendo las mismas transformaciones que el declarante, y que conservando la de lobos, se han encontrado por casualidad en la Sierra del Imbernadeiro del Partido de Viana del Bollo, tomaron parte con el deponente en los asesinatos o muertes de la Manuela García, sus hermanas Benita y Josefa García, y en las de los hijos de estas, Francisco y José; que luego que recobraban otra vez la figura humana, y con ella el uso de la razón perdida, recordando lo que habían hecho cuando conservaban la de lobo, todos tres se ponían a llorar y en especial el Don Genaro mostraba un sentimiento profundo. Que el deponente conservó la figura y acciones de lobo ocho días consecutivos, y otras veces solo dos y cuatro; el don Genaro muchas veces permanecía con la misma figura de lobo, quince días, y el Antonio, cuatro, cinco, seix, y alguna que otra vez diez días...”

A pesar de que la sentencia y condena contra Blanco Romasanta se limita a nueve asesinatos, “el tendero” confesó otros crímenes, algunos de los cuales, según su declaración ante el juez, habrían sido cometidos en compañía de los otros dos licántropos a los que hace alusión constantemente en su relato: “...en compañía de don Genaro y Antonio, y conservando todos tres la figura y acciones de lobo salieron al camino a una joven que venía de la feria de Viana en compañía de un hermano suyo para su pueblo de Sotelo de Val de Louro, la asaltaron, desgarraron y devoraron, aprovechando la ocasión de haberse separado un instante de su hermano... que habíamos tres o cuatro años hicieron otro tanto con una mujer de Chaguaroso, que andaba a la parte de arriba del pueblo...”
Según figura en algunos documentos del sumario, Manuel Blanco ya había sido considerado sospechoso de haber asesinado a otras personas, como Manuel Ferreiro o Vicente Fernández, sin embargo nunca fueron descubiertos los cuerpos, ni tampoco objetos personales de los mismos en poder de “el tendero”, por lo cual no pudo demostrarse que Romasanta fuese autor de esos nuevos crímenes. Sin embargo en su confesión, “el tendero” confiesa con todo detalle como habría también los había asesinado, esta vez en solitario.

El caso acaparó la atención internacional en la época, y hasta el juzgado de Allariz se desplazaron corresponsales de prensa de otros países. Para todos resultaba inconcebible que un “buen católico” como Manuel Blanco pudiese haber cometido crímenes tan espeluznantes. Y es que “el tendero” disfrutaba en el momento de su detención, de un pasaporte especial emitido por la Santa Sede, que lo acreditaba como hombre piadoso y merecedor de toda confianza. Dice el citado documento, que obra también en poder del autor: “Y por cuanto vos Manuel Blanco, contribuisteis con la limosna de tres reales de vellon, que es la que en virtud de autoridad Apostólica hemos tasado, y recibisteis este Sumario... declaramos que se os concede y podéis usar y gozar de todas las referidas indulgencias, facultades y gracias...”

Pero, ni las apelaciones a la Santa Cruz que hizo el abogado defensor durante el proceso, pudieron evitar el veredicto de culpabilidad contra Manuel Blanco Romasanta, en cuya sentencia se enumeran los agravantes que deberían condenar a “el hombre-lobo”, a la pena capital: “Fallo: que declarando a Manuel Blanco Romasanta, tendero, reo de los nueve homicidios que forman parte del 1er cargo, con las circunstancias de haber sido ejecutadas las muertes con alevosía y premeditación conocidas, y con tal comprendido en el artículo 333 del Cod. Penal, con las agravantes de haber sido ejecutadas las muertes en despoblado y haber intervenido abuso de confianza... le debía condenar y condeno a la pena de Muerte en Garrote con la imposición de costas y gastos del juicio...”.

La sentencia condenatoria fue reflejada en la prensa internacional, para júbilo de las familias de las víctimas. Y poco después, tal sentencia era ratificada nuevamente: "FALLAMOS: que debemos cumplir y enmendar la Real Sentencia de vista de nueve de noviembre último y confirmar como confirmamos la pronunciada en seis de abril anterior por el Juez de primera instancia de Allariz en cuanto por ella condeno al repetido Manuel Blanco Romasanta a. Tendero, por los nueve homicidios expresados, a la pena de muerte en Garrote, con imposición de costas y gastos del juicio, y manda entregar a los herederos de las víctimas las ropas depositadas en la (ininteligible) y dar sepultura eclesiástica a los restos humanos recogidos, absolviéndole de la instancia respecto a los demás cargos que se le hicieron, cuya pena se ejecutará con arreglo a los dispuesto en el artículos ochenta y nueve y noventa de dicho código. Le condenamos además al pago de mil reales por cada una de las expresadas víctimas a sus herederos, por vía de indemnización de perjuicios en cuanto alcancen sus vienes, y a que indemnice a los compradores de los efectos recogidos al precio que dieron por ellos con los gastos del juicio y costas al Tribunal...".

Y cuando la terrible historia del hombre-lobo de Allariz parecía haber llegado a su fin, la fortuna da un cambio de sentido radical a la trama.

Hasta Africa había llegado la noticia del caso, y a punto de ejecutarse la sentencia contra Manuel Blanco, llega una carta fechada el 3 de julio de 1853 desde Argel, dirigida a la mismísima Reina Isabel II a través del Sr. Ministro del Estado. Dicha carta, firmada por un enigmático Mr. Philips, ruega la detención de la ejecución: "La libertad que me tomo en este momento de dirigirme a Vuestra Excelencia tiene por objeto detener, si es tiempo, la mano de la justicia española, pronta a caer sobre un desgraciado..." Así comienza la misteriosa carta que cambia el rumbo de esta historia.

El tal Mr. Philips, que se definía como profesor de "electrobiología" (sin duda se refería al magnetismo animal de Mesmer, precusor de la actual hipnosis), afirmaba que veía en Manuel Blanco "...a un desgraciado acometido por una especie de monomanía conocida de los médicos antiguos bajo el nombre de licantropía".

Mr. Philips afirmaba que cualquier ser humano podía ser víctima de esa enfermedad, y aseguraba haberlo demostrado repetidas veces, habiendo provocado en personas de demostrada seriedad, trances en los que se creían lobos y otros animales, perdiendo en esos momentos el individuo la conciencia de sus actos, y moviéndose bajo el instinto de la identidad animal que le hubiese impuesto Mr. Philips. La carta en cuestión venía firmada por una decena de testigos que aseguraban haber presenciado las sesiones hipnóticas de Mr. Philips, así como varios artículos de la prensa argelina que recogían varios experimentos realizados por el hipnólogo.

El enigmático "electro-biólogo" francés se ofrecía a viajar a Madrid, costeándose el viaje para demostrar a Su Excelencia sus argumentos e intentar salvar la vida del licántropo.

Y lo cierto es que la sorprendente carta surtió efecto, y los argumentos del hipnólogo fueron escuchados y atendidos por la mismísima Isabel II.

Así, el 13 de mayo de 1854 se revoca la primera sentencia con una real orden que condena la hombre-lobo a una pena de cadena perpetua: “Fallamos que revocando como revocamos la sentencia de seis de abril último, consultada por el juez de primera instancia de Allariz, debemos condenar y condenamos a Manuel Blanco Romasanta (a) tendero, a la pena de cadena perpetua...”.

UN EPILOGO MISTERIOSO

Manuel Blanco, “el hombre-lobo”, dio con sus huesos en la prisión de Allariz, donde debería terminar sus días, pero parece que el destino se había empeñado en que un halo de misterio rodease este caso hasta el final. Y es que, si bien consta documentalmente que Manuel Blanco Romasanta ingresó en la prisión de Allariz, no consta que jamás saliese de ella... ni vivo ni muerto.

Según las pesquisas que el autor ha podido realizar tanto en Allariz como en Rebordechao o Sta. Eulalia de Esgos, no existe ninguna tumba a nombre de Manuel Blanco Romasanta.

Los historiadores orensanos que han investigado en profundidad el caso no han encontrado ningún registro del fallecimiento de “el tendero” en prisión, y tampoco consta un traslado de cárcel, un indulto, ni nada por el estilo. La pista histórica de “el hombre-lobo” simplemente se diluye en las paredes de aquella prisión, y cuentan las ancianas del rural gallego, herederas de las antiguas meigas y paisanas de la Santa Compaña, que Manuel Blanco, adoptando la forma de lobo, consiguió burlar a sus carceleros y huir a los bosques de San Mamed donde, todavía hoy, en ciertas noches de plenilunio, se puede escuchar su terrorífico aullido, mientras acecha entre las sombras a alguna joven doncella, con cuyas tiernas carnes saciar su inagotable apetito...


Manuel Carballal
Vicepresidente 2º CIAC


Recuadro anexo

PERFIL DE UN SERIAL KILLER ESPAÑOL

Para los especialistas del Centro de Investigación y Análisis de la Criminalidad Violenta y Sexual (CIAC), única asociación especializada en los asesinos múltiples en España, el caso Romasanta es un caso arquetípico de psicópata en serie. Varios de ellos, como el Tte. De la Guardia Civil Jose Luis Cervero o al criminóloga Pili Abeijón –directora de la única página web en castellano sobre Serial Killers- han estudiado a fondo e in situ el caso Romasanta.

En opinión de estos componentes del CIAC Manuel Blanco Romasanta era un asesino en serie del tipo psicópata típico. Romasanta esperaba el momento oportuno para cometer los crímenes sin ser visto, además rentabilizaba sus crímenes vendiendo los objetos personales de sus víctimas. Ocultaba los cuerpos para evitar ser descubierto y, cuando se iniciaron los rumores de sus posible asesinatos, tuvo la sangre fría suficiente para falsificar una carta a los familiares de su primera víctima, imitando su letra y pretendiendo tranquilizar a sus parientes asegurando que Romasanta la había conducido a la casa de un cura donde vivía comodamente. Incluso, en una ocasión, Blanco Romasanta se cambió de nombre para eludir la persecución que habían iniciado los vecino de Rebordechao. Todo ello indica, según los expertos del CIAC, la suficiente cordura como para poder elaborar estrategias y tácticas para evitar a la justicia.

Según los estudios del CIAC es probable que Romasanta portase además algún arma con la que ayudarse en la comisión de sus asesinatos, ya que según la documentación que obra en poder de CIAC, incluyendo retratos robot y descripciones forenses de Manuel Blanco, tan sólo medía 1, 37 cm. de estatura, siendo un hombre que difícilmente poseería la fuerza física suficiente para matar tan solo con sus manos a las mujeres y niños, y sobretodo a los hombres de cuyas muertes se confesaba autor. Todos estos elementos hacen suponer a los especialistas que Manuel Blanco Romasanta encaja perfectamente en la clasificación de psicópata.

Por otro lado Romasanta vivió una infancia difícil. Huérfano de padre y víctima de una educación represora, en su primera edad pudo gestarse en su mente la semilla de la psicopatía que, con el paso de los años lo convertiría en el mas brutal asesino en serie de la historia criminal española, haciendo palidecer a otros Serial Killers como Joaquin Ferrandis, Manuel Delgado o Francisco Garcia.
Manuel Carballal
Vicepresidente 2º CIAC