jueves, 28 de mayo de 2009

miércoles, 27 de mayo de 2009

Investigación Zentral: los mejores detectives "cazaestafas"

Un viejo amigo, y compañero de aventuras, acaba de ser distinguido como uno de los mejores detectives privados del país, y hoy la prensa se hace eco de su trayectoria profesional.
Las aseguradoras y fondos de pensiones españoles movieron en el 2008 una cifra de negocio próxima a los 43.000 millones de euros. Anualmente, estas empresas admiten la pérdida de varios cientos de millones por estafas de sus propios clientes. La patronal del sector, Icea, acaba de premiar a los mejores investigadores privados o los que resolvieron mejor los asuntos más complejos. Este año, uno de los galardones de excepción lleva acento gallego. El despacho vigués de detectives Investigación Zentral, liderado por el profesor de Ciencias Policiales y Detectives de la Universidade de Vigo Armando Freiría, recibió el pasado viernes el diploma especial a la detección de fraudes.

La actuación premiada finalizó con la condena judicial, en la vía penal, de B.?P.?F., como autora de un delito de simulación de robo y otro de estafa en grado de tentativa.

Ocurrió en el municipio pontevedrés de Gondomar. Los detectives probaron que la titular de una póliza con la compañía Aegón (actualmente Reale) presentó una falsa denuncia de robo en una cafetería y fingió un atraco que jamás llegó a producirse. Las pesquisas consumieron varios meses de trabajo, pero su resultado fue demoledor. Las pruebas periciales y testimoniales no dejaron lugar a dudas para los jueces.

El director operativo de Zentral, Armando Freiría, subrayó la «labor de colaboración» que realizan los detectives con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Y calificó de «inversión» la contratación de este tipo de servicios profesionales para descubrir las estafas de las que son víctimas habituales las aseguradoras.

Simulación de lesiones y bajas fingidas (absentismo laboral) completan, junto a los fraudes y las estafas, un extenso abanico delictivo que tiene siempre por objeto cobrar las indemnizaciones pactadas en las pólizas de seguros.

«Estas actuaciones de engaño las pagamos todos mediante el incremento del coste de las pólizas o la reducción del fondo de pensiones, y generan un riesgo de convertirse en un modelo de vida en la actual situación de crisis económica», señaló Freiría.

Este año, la crisis redujo el crecimiento de las pólizas de vida al 4,9% y hundió un 7,3% los seguros de automóvil, arrastrados por el brutal descenso de matriculaciones. El mayor crecimiento (cifrado en un 5,7%) se detectó en los contratos relacionados con la salud.
Miguel A. Rodriguez
La Voz

martes, 26 de mayo de 2009

Crisis en el Servicio Secreto español

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"Una caza de brujas". Así definen fuentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) consultadas por El Confidencial el ambiente de tensión que se respira en los servicios secretos del Estado -una pieza clave en el engranaje de la lucha contra ETA y el yihadismo islamista-, del que culpan a su máximo responsable, Alberto Saiz, por el continuo goteo de ceses y destituciones de altos cargos y mandos intermedios.

Saiz reconoció la semana pasada en el Congreso -en una de sus contadísimas comparecencias públicas- que hay un "problema interno" en los servicios de espionaje porque "no todas las personas del centro están dispuestas a trabajar con el mismo ahínco y empeño". Pero, según fuentes del CNI, el principal detonante de esa situación es la actitud del propio Saiz, que ha desatado una purga sin precedentes entre los subordinados que no considera afines.

El resultado es que Saiz, hombre de la máxima confianza de la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega -pero no tanto de la ministra de Defensa, Carme Chacón, de la que, en teoría, depende orgánicamente-, "se ha ganado montañas de detractores y enemigos en el CNI". Tal vez el último de ellos sea el jefe de la División de Contraterrorismo, que presentó su dimisión a comienzos de este mes mediante una carta dirigida a la número dos del centro, Elena Sánchez Blanco.
La presencia de Saiz en el Congreso, el pasado miércoles, no era insólita. Pero sí lo fue el motivo de su comparecencia, a petición propia, ante la Comisión de Defensa: rechazar las acusaciones lanzadas contra él a través del diario El Mundo por varios agentes del CNI que, sin revelar su identidad, aseguraron que Saiz había empleado de forma irregular fondos del centro en la reparación de su vivienda particular y en jornadas de caza y pesca en varios países africanos. Saiz calificó esas acusaciones de "mezquinas", pero admitió que son un reflejo del "problema interno" que existe en el CNI, y que atribuyó a "personas que se descuelgan del trabajo colectivo".

La última víctima
El ex responsable de la División de Contraterrorismo, del que por ahora no ha trascendido su identidad, es, de momento, la última víctima de Saiz. Éste, cuyo mandato de cinco años vencía en 2009, fue ratificado como director del CNI -con categoría de secretario de Estado- el pasado mes de abril por José Luis Rodríguez Zapatero, gracias al aval de De la Vega y con la oposición de Chacón. La ministra de Defensa era partidaria de relevar a Saiz -que debe su nombramiento, en 2004, a su amigo y entonces ministro de Defensa, José Bono- por alguien de su entera confianza, pero perdió la partida.

La salida del jefe de la División de Contraterrorismo no ha causado excesiva sorpresa en el CNI, ya que sus desavenencias con Saiz vienen de lejos, según las fuentes consultadas. Esos enfrentamientos también le costaron el puesto a dos de los hombres de confianza del ahora cesado: el subdirector de Contraterrorismo y el jefe del departamento de terrorismo islamista, que fueron destituidos el pasado mes de junio.

Pocos días después, también en junio de 2008, cesó fulminantemente el director general de Inteligencia y número tres del CNI, cuyo nombre tampoco ha trascendido. Su sustituto, Agustín Casinello -hijo del general de la Guardia Civil Andrés Casinello, responsable de Información del instituto armado el 23-F de 1981-, apenas duró cinco meses en el cargo: Saiz lo destituyó el pasado 15 de noviembre.

Oficialmente, ni siquiera se informó de su cese, y mucho menos de las razones que lo habrían justificado. Pero las fuentes consultadas por El Confidencial aseguran que Casinello mantuvo fuertes enfrentamientos con el jefe de la División de Operaciones, Francisco Montes, número cuatro en el organigrama del CNI, y Saiz decidió sacrificar al primero. La sucesora de Casinello es una mujer, Raquel Gutiérrez, que, por ahora, sigue siendo directora general de Inteligencia.

Cifras récord
Con Gutiérrez son ya cuatro los responsables de Inteligencia de la era Saiz, una cifra récord para un cargo tan sensible y de tanta responsabilidad. Y tres los directores generales de Recursos. Y tres, también, los secretarios generales del centro, todos ellos mujeres: María Dolores Vilanova, Esperanza Castelleiro y la actual, Elena Sánchez Blanco.

"La opinión más extendida en el centro era que Saiz sería sustituido al acabar su mandato de cinco años, y su continuidad ha sido una sorpresa desagradable para muchos", apuntan las fuentes consultadas. "La caza de brujas va a continuar, porque ahora se siente reforzado, y eso ha provocado una cierta desmoralización. Algunos compañeros están buscando una salida en la empresa privada, discretamente, pero no es fácil", añaden.

El pasado miércoles, durante su comparecencia ante la Comisión de Defensa del Congreso, Saiz hizo oídos sordos a las críticas del PP, que le reprochó los más de 30 ceses y destituciones que ya se han producido en la cúpula del CNI desde que él se hizo cargo de los servicios secretos.
El Confidencial

sábado, 16 de mayo de 2009

Niños intercambiados: la siniestra historia de Christine Collins

La historia de Los Ángeles está marcada por sensacionales relatos de corrupción, encubrimientos y asesinatos durante los años que siguieron a la fundación de la ciudad. Desde el juicio por violación y asesinato de la joven actriz Virginia Rappe por Roscoe "Fatty" Arbuckle en 1921, pasando por el secuestro del evangelista Aimee Semple McPherson en 1926, hasta el asesinato de la Dalia Negra en 1947, el escándalo ha formado parte de la vida diaria de la ciudad, envolviendo a sus personalidades políticas en un aura negativa.
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Pero fue la casi olvidada lucha de una mujer de clase trabajadora para encontrar a su hijo desaparecido lo que, casi 80 años después, haría posible la unión de algunos de los cineastas mejor considerados de Hollywood para contar su historia. Nadie recordaba la increíble batalla librada por Christine Collins hasta que un experiodista la redescubrió por casualidad.
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Los enormes sótanos del Ayuntamiento de Los Ángeles albergan casi cien años de historia en sus archivos, entre los que se encuentran decenas de miles de páginas con los informes sobre Christine Collins y las sesiones del Consejo Municipal de Bienestar Social a finales de los años veinte del siglo pasado. Cuentan la historia de la desaparición de Walter, su hijo de 9 años, y las enrevesadas maquinaciones del Departamento de Policía de Los Ángeles durante y después de la más que deficiente investigación.
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Hace unos cuantos años, el guionista J. Michael Straczynski, que había trabajado para Los Angeles Times, The Herald Examiner y Time, entre otras publicaciones, descubrió la asombrosa historia de la mujer que detuvo la maquinaria política de la ciudad. Ya se sabe que un periodista depende de su fuente, y Michael Straczynski sabía que había algo interesante cuando un viejo contacto suyo se puso contacto en él.
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El guionista recuerda: "Una fuente que tenía en el Ayuntamiento me llamó para decirme que estaban quemando archivos viejos y que debería echar un vistazo a uno antes de que acabara en la incineradora. Me fui allí corriendo y leí la transcripción de la vista oral que celebró el Consejo Municipal de Bienestar Social para el caso de Christine Collins. Empecé a leer el testimonio y lo primero que pensé fue: 'Esto no puede haber pasado, debe haber un error', y me quedé enganchado".
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En el año 1928, Los Ángeles estaba en manos de una infraestructura política despótica a cuya cabeza se encontraba el alcalde George E. Cryer, respaldado por el jefe de policía James E. "Dos pistolas" Davis (a menudo fotografiado adoptando una postura de matón con sus dos pistolas) y su grupo de policías pistoleros que aterrorizaban la ciudad. Pero el reinado del alcalde y del jefe empezó a hacer aguas cuando Christine Collins, una madre soltera que criaba a su hijo de 9 años en un barrio obrero denunció la desaparición del niño. Después de meses de búsqueda, la policía solo había obtenido una creciente publicidad negativa. Y todo siguió igual hasta que, de forma casual, fueron descubiertos los crímenes de Wineville
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Los crímenes de Wineville
Los crímenes de Wineville (también conocidos como asesinatos del gallinero de Wineville) son una serie de secuestros, asesinatos y descuartizamiento de niños que tuvieron lugar en Los Angeles, de 1928 a 1930. El caso expuso al gran público la corrupción en el Departamento de Policia de Los Angeles, y recibió atención nacional.[
Entre los niños que desaparecieron se encontraba Walter Collins, de 10 años de edad, que desapareció el 10 de marzo de 1928 y Lewis Winslow, de doce años de edad, junto a su hermano Nelson, de 10, que desaparecieron de Pomona el 16 de mayo de 1928.
Después de 27 días de juicio, el 7 febreri de 1929 Gordon Stewart Northcott fue declarado culpable de matar a Lewis y Nelson Winslow y otro niño mexicano no identificado. El jurado lo condenó por secuestrar, abusar sexualmente, torturar (detalles estos omitidos en la película "El Intercambio") y asesinar y descuartizar a estos y otros niños durante el año 1928. El 13 de febrero de 1929, el Juez Freeman condenó a Northcott a ser ahorcado, sentencia que se llevó a cabo 2 de octubre de 1930.

Más tarde, Louisa Northcott, madre del condenado, admitió haber asesinado a Walter Collins. Fue condenada a cadena perpetua en la prisión estatal de San Quintín , aunque se cree que Northcott había coaccionado a su madre para cometer el asesinato. En el número de la revista Time, del lunes 11 febrero 1929, se informó que «Gordon Stewart Northcott, mientras que era juzgado por abusar y asesinar a cuatro niños, escuchó testificar a su madre que no era en realidad su madre, sino su abuela».

El escándalo de este caso destapó una gran trama de corrupción en el Departamento de Policía de Los Angeles. Arthur Hutchins, Jr, un niño fugitivo de Illinois y originario de Iowa, se hizo pasar por el desparecido Walter Collins para obtener gratis un viaje a California, La policía consideró cerrado el caso y trató de convencer a la madre de Walter, Christine Collins, de que Hutchins era su hijo. Cuando se negó a creerlo, fue internada contra su voluntad en el pabellón psiquiátrico del Hospital General del Condado de Los Angeles. Sólo después de que Hutchins admitiera la verdad, diez días más tarde, Christine fue puesta en libertad

Los investigadores encontraron un hacha y restos de hueseos, pelo y los dedos de tres de las víctimas enterrados en cal cerca del gallinero del rancho de Northcott cerca de Wineville, de ahí el nombre de "asesinatos del gallinero de Wineville".

Debido a la gran repercusión del caso, Wineville cambió su nombre por el de Mira Loma el 1 noviembre 1930, debido en gran parte a la publicidad negativa en torno a este caso. Nombres como Wineville Avenue, Wineville Road, Wineville Park y otras referencias geográficas aún recuerdan el antiguo nombre de la población.
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Con informacion de : Estamosrodando.com, Youtube y Wikipedia

lunes, 11 de mayo de 2009

El misterio de la mano cortada


Estaban a punto de cerrar la edición cuando el censor dijo no. “Esta foto va contra la moral”. En la portada 92 de El Caso, a toda página, se podía ver una lechera de plástico llena de alcohol con una mano femenina dentro, la manicura en color porcelana. No había tiempo de discutir.
Eugenio Suárez, el director, agarró una holandesa —que era lo que había entonces, 1954, en vez de DIN A-4—, y escribió con trágicas letras gruesas: El misterio de la mano cortada. “Quería titular El caso de la mano cortada, pero se repetía con la cabecera”, dice el fundador del semanario de sucesos (y colaborador de EL PAÍS) con el rigor de editor y la memoria intactos. Desde su refugio asturiano y con 90 años recién cumplidos recuerda perfectamente el día que entró con el fotógrafo en casa de doña Margarita Ruiz de Lihory. “Nos había llamado el hijo, un golfo, contando que se olía que su madre había mutilado el cadáver de su hermana muerta”. Llegaron al mismo tiempo que la policía. Ningún problema: “Nos llevábamos bien, siempre decíamos que eran los buenos”. En el piso burgués encontraron cabezas de perritos muertos dentro de las soperas de plata, y en un armario, la macabra lechera. ¿Cómo se sintió Suárez? “¡Encantado!, teníamos un asunto estupendo entre manos”.
“Entonces éramos los únicos que hacíamos algo que se podía llamar periodismo, buscábamos la noticia, salíamos a la calle, creábamos opinión... el resto se limitaba a transcribir notas de prensa oficiales”, dice Suárez que fundó El Caso en 1952 y lo dirigió hasta finales de los ochenta (después renquearía algunos años más). “No sé si teníamos más o menos raza, pero aquello no era un trabajo, era una manera de ser”. ¿Su primer consejo a los reporteros que contrataba? “Cásate con una mujer rica”. No queda claro si es una broma o una sabia lección de periodismo. Eso es exactamente lo que siente el lector contemporáneo enfrentado a El Caso, cuyo archivo de más de 30 años Suárez donó a la Universidad San Pablo CEU. Las crónicas, fabulosamente escritas con estructura novelesca, tienen un ritmo y un detalle que ya no se encuentra: transcripciones de interrogatorios, recreaciones del crimen, entrevistas con los criados, los novios o los profesores de los implicados, y hasta escenas privadísimas como los policías discutiendo sobre Rita Hay-worth, “¡Qué gachí!”, antes de recibir la visita del hijo de doña Margarita... ¿Cómo conseguían este lujo de detalles? “¡Nos lo inventábamos, hija!”, dice Suárez, y luego, “... aunque procurábamos contar la verdad”.

El “estupendo” asunto de la mano cortada lo tenía todo: “Amor, morbo y lujo... Una señora rica y chalada que guarda reliquias de su hija querida” (también le arrancó la lengua y los ojos). La gente se lo quitaba de las manos. Con portada censurada y todo, hubo que hacer una segunda edición. Un quiosquero de Tetuán se llevó cientos de ejemplares al pueblo de Fuencarral y los vendió a duro (costaban dos pesetas). “Lo peor de la censura no es la falta de libertad, sino la estupidez; éste era un país de beatas y meapilas, si poníamos ‘cadáver semidesnudo’ nos lo tachaban, así que poníamos ‘semivestido”. Suárez sólo recuerda otro número que vendiese más que aquél: “La portada de Jarabo, 450.000 ejemplares, un hito”. Antes de que le ajusticiasen, el periodista mandó al asesino una caja de puros: “Era lo menos que podía hacer”. Una manera de ser. Insisto: ¿qué consejo les daba a los que empezaban? “Que no le contasen a los demás lo que ganaban; pero nunca me hacían caso”.

Durante décadas la gente enrollaba El Caso del revés como si fuese pornografía y a los niños se les prohibía leerlo. “Pero no era nada comparado con la casquería que sale ahora por la tele”, dice Suárez. De hecho, en la biblioteca del CEU, la mayoría de peticiones para revisar los 66 tomos del archivo proceden de televisiones. Sus desvaídas fotografías son lo único que queda, ya que Suárez perdió la pista del impagable archivo gráfico cuando el semanario cambió de manos. En el sótano de la universidad, en una estantería del fondo, está el tomo que guarda el número que esconde en páginas interiores la foto censurada de la mano cortada. No impresiona tanto, quizá la tele nos ha hecho callo, quizá el blanco y negro ya no nos mueve. La lectura es entretenidísima. Al final a la señora, que siempre defendió que era inocente, la encerraron brevemente en un psiquiátrico y le hicieron pagar una multa. A los 10 años El Caso la volvió a entrevistar. “Qué coraje, ¡después de cómo la habíamos puesto!”, dice Suárez. Ahora en serio, ¿un consejo para enfrentarse al oficio? “Si no te responden, insiste; si te echan de un sitio, vuelve; aunque te echen a patadas, tienes que volver”.
Patricia Gosalvez
El Pais

Testigos que nunca mienten: métodos y técnicas de investigación criminal en España (II), nuevo curso de la USC

Siguiendo la línes del excelente curso de criminalistica impartido anteriormente, y que podeis disfrutar integramente en www.lahuelladelcrimen.blogspot.com, la Universidad de Santiago de Compostela anuncia para este año el curso, que desde EL ARCHIVO DEL CRIMEN recomendamos:

Testigos que nunca mienten: métodos y técnicas de investigación criminal en España (II)

Fechas: 7 a 9 de julio

Lugar: Santiago de Compostela

Horas lectivas: 30

Dirección: Fernando Vázquez-Portomeñe Seijas

Secretaría: José Manuel Rebolo Sánchez

Límite de alumnos/as: 132

Objetivos: Difundir las innovaciones científicas en el campo de la investigación criminal, en lo relativo a la escena del crimen, al laboratorio de criminalística y a la identificación humana. Posibilitar la actuación de conocimientos y el intercambio de información, tanto entre los diversos ponentes, como entre éstos y los asistentes e interesados en general. Dar a conocer las líneas de trabajo de los expertos en investigación criminológica de prestigio internacional que trabajan en la Universidad de Santiago de Compostela.

Educación y vida saludable: servicios, programas e iniciativas para la inclusión social MATRICÚLATE

PROGRAMA COMPLETO

viernes, 8 de mayo de 2009

Sacrificios humanos y crímenes satánicos: Mito y realidad de una leyenda urbana

Argumento para cada vez más películas y novelas, las sectas satánicas asesinas, y los sacrificios humanos, parecen limitarse al argumento ideado por los guionistas más imaginativos. Sin embargo policías, criminólogos e investigadores están en disposición de demostrar que, una vez más, la realidad supera la ficción. Este es el lado más oscuro y siniestro de las creencias religiosas.

Cuando el Inspector S. D. me telefoneó, para pedirme que me reuniese urgentemente con él, en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, no entró en detalles. Sólo me dijo que dos inspectores de la brigada de homicidios se habían desplazado desde Cádiz a Galicia siguiendo una pista relacionada con uno de los casos más dramáticos de la moderna historia criminal española, y querían reunirse conmigo. Así que cogí el coche y acudí a la comisaría lo más pronto posible. En aquel mismo despacho, y por desgracia, había tenido la triste oportunidad de examinar atestados, expedientes e informes sobre otros asesinatos y suicidios ocurridos en el contexto de las creencias mágicas o esotéricas, pero lo que aquellos dos policías gaditanos me presentaban ahora era mucho más espeluznante que ningún otro caso anterior. Y no sólo porque la víctima fuese una joven, de 16 años, totalmente inocente. Sino porque las autoras del crímen eran dos intimas amigas de la víctima, de 16 y 17 años respectivamente. Pero lo más siniestro de este caso era el móvil del crimen… querían saber que se experimenta al matar.

Los inspectores de homicidios llegados desde Cádiz hicieron desfilar ante mis ojos una serie de evidencias, incautadas en el domicilio de las jóvenes asesinas, que no dejaban lugar a dudas sobre su insana fascinación por el ocultismo, la brujería y el más allá. En la inspección ocular realizada en el domicilio de las asesinas los policías habían descubierto abundante bibliografía sobre ocultismo y brujería. Libros como “OUIJA, contacto con el más allá”, “Posesión”, o “Vivencias extracorpóreas del espíritu”, compartían estanterías con fetiches y amuletos mágicos. Entre los objetos personales de las homicidas encontraron también una colección de relatos manuscritos en los que se fabulaban todo tipo de crímenes y sacrificios sangrientos.
Según me explicaron los inspectores, las jóvenes practicaban habitualmente la OUIJA y otras técnicas de contactismo, llegando a identificar a una serie de “demonios protectores”, que les servían de guias: Demon, Markus, Oced… En uno de esos textos, probablemente psicográfico, escrito a Demon, su “demonio de la guarda”, una de las acusadas escribía: “Me he sentido muy alegre de saber que tengo a alguien que me protege. Al llegar a casa tuve que salir a comprar a la tienda, era comosi alguien me abrazara en ese momento. Me siento acogida por algo. En el cuarto hay algo o alguien, no esta vacío y me reconforta”. La autora de esas palabras, que estaba y todavía está, muy vinculada a Galicia, era Iria Suarez.

Apasionada por el ocultismo y la brujería, Iria y su amiga Raquel Carlés Torrejón, habían reconstruído con las cartas del tarot, el crimen que iban a cometer aquel 26 de mayo, en el descampado del Barrero. En su casa la policía encontró la carta que representa a la doncella, desplomada bajo la carta de la luna, junto la carta de la torre… Como una burda dramatización esotérica del brutal asesinato de Clara García Casado, que murió a la luz de la luna, y a la sombra de la torre del cuartel de infantería de San Fernando, porque dos amigas adolescentes querían saber que se sentía al matar…

Los inspectores de homicidios querían cerciorarse, siguiendo la pista gallega, de que aquel crimen incomprensible no tuviese ninguna conexión, a través de Iria, con alguna secta o culto satánico gallego que pudiese estar conectado con aquel asesinato absurdo. Pero no existía tal conexión. No había ninguna explicación ritual, ni esotérica, ni sectaria que nos ayudase a comprender aquel brutal asesinato. Y eso es lo que lo hace más horrible…

Matar es un placer
“Las brujas de San Fernando”, como han pasado a la historia criminal española Iria Suarez y Raquel Carlés, llevaban meses fantaseando con la idea de matar. En diciembre de 1999 Iria había escrito a Raquel: “¿Quieres matar? Lo haremos, sólo dime a quien…”. En abril del año 2000 Jose Rabadán, otro joven de 16 años, aficionado al ocultismo, asesino a toda su familia con una espada samurái. El “asesino de la katana” se convirtió en un icono para las “brujas de San Fernando” que, según me confirmaron los policías, habían escrito varias cartas al joven, y tenían incluso el teléfono de la prisión donde se encontraba recluido. Fue el detonante para ejecutar su fantasía homicida. Si el pudo hacerlo, nosotras también... Y lo hicieron.

Por desgracia, tras un amplio porcentaje de los crímenes que llegan a los titulares de prensa con la etiqueta de “satánicos” no hay más que esto. Una empatía morbosa, casi lasciva, un lujurioso afán de trasgresión, rebasando todas las fronteras morales y racionales. Matar solo por el placer de sentir el poder divino de decidir sobre la vida y la muerte de un ser humano inocente. En realidad, este planteamiento tiene mucho de satánico, aunque no exista un culto organizado detrás de esos crímenes.

El pasado mes de septiembre, sin ir mas lejos, todos los medios de comunicación del mundo se hacían eco del último crimen adolescente, con nuevos tintes satánicos. Esta vez ocurrió en Rusia. Las víctimas, tres chicas de 16 años y un joven de 17, habían desaparecido en junio pasado y sus restos fueron encontrados recientemente en Yaroslavl, a 300 kilómetros de Moscú, Rusia. Según los teletipos que dieron la vuelta almundo, “los cuerpos recibieron 666 heridas de cuchillo, luego fueron degollados y quemados en una hoguera, y sometidos a practicas de antropofagia”.

Fueron detenidos ocho presuntos miembros de una banda llamada los "Devil", liderados por Nikolai Ogolobyak, a cuyo teléfono móvil habían llamado varios de los jóvenes asesinados, antes de la masacre. Ogolobyak estar siendo investigado en estos momentos como posible responsable de un macabro crimen ritual, y con antecedentes por liderar una supuesta secta satánica en Rusia.

Según todos los indicios publicados hasta la fecha, en realidad Ogolobyak no lideraba un culto satánico organizado, sino una tribu urbana, identificada con el movimiento gótico y siniestro, que no se había limitado a una corriente cultural, social y musical perfectamente integrada en la sociedad, como es lo habitual, sinó que había querido experimentar más allá de las letras de sus músicos de rock favoritos, que con frecuencia juegan con conceptos diabólicos y macabros.

Desgraciadamente no se trata de un caso aislado. A pesar de que, en general, los miembros de todas las tribus urbanas conocen y respetan los límites, de vez en cuando surgen excepciones. Y el increíble caso de Daniel y Manuela Ruda es el mejor ejemplo.

Sexo, sangre y rock and roll
“Estábamos sentados en el sofá y de pronto, Daniel se puso de pie. Golpeo con el Martillo a Frank. Mi cuchillo brillaba y escuche una voz que decía: “Apuñálale en el corazón. Entonces se lo clave. Vi una luz a su alrededor. Era su alma, que había salido del cuerpo. En ese momento recitamos una letanía satánica…”. Este escalofriante testimonio fue presentado con total sinceridad, por Manuela Ruda, una joven alemana de 23 años, durante el juicio en el que ella y su marido eran juzgados por el brutal asesinato de su amigo Frank Hackert.http://manuelcarballal.blogspot.com/2007/03/el-caso-ruda-los-vampiros-alemanes.html
A medida que avanzaba su declaración, Manuela iba desgranando todos los detalles de la cruel inmolación. Los hechos se remontan al 6 de julio de 2001, aquel día los Ruda atrajeron al joven Hackert, antiguo compañero de trabajo de Daniel, hasta su apartamento, en la pequeña localidad de Witten, al oeste de Alemania. Una vez allí y sin previo aviso, Daniel golpeó con un martillo a su víctima, mientras Manuela se ensañaba con él, asestándole 66 puñaladas. Cuando Hackert murió, le grabaron en el pecho un pentagrama invertido: el símbolo del Diablo.

Después recogieron su sangre en un recipiente y la bebieron. Para completar su orgía sacrificial, los asesinos hicieron el amor dentro de un ataúd que Manuela utilizaba para dormir durante el día. Tres días después de cometer el crimen, la policía entraba en el apartamento, descubriendo el cadáver de Hackert y su sangre esparcida por las paredes. La madre de Manuela había recibido una carta de su hija en la que decía: “No soy de este mundo. Debo liberar mi alma de la carne mortal”. Temiendo que su hija hubiera hecho algo terrible, decidió avisar a la fuerza de seguridad.

La escena era horrorosa. Además del cuerpo sin vida de Hackert, los agentes pudieron contemplar la peculiar decoración de la vivienda: imitaciones de cráneos humanos, cuchillos y machetes colgados en las paredes y una colección de objetos de culto satánico. Y algo más: una macabra lista en la cual figuraba 15 posibles víctimas. Se inicio una búsqueda por todo el país que concluyó tres días después, cuando la pareja fue detenida en la ciudad de Jena. Durante el juicio, celebrado a comienzos de 2002, los acusados reconocieron haber asesinado a su amigo, aunque negaron cualquier responsabilidad, ya que, según declaró Manuela, sólo habían seguido ordenes de Satán: “No fue un asesinato, sino una ejecución. Satán nos lo ordenó. Debíamos obedecer, Teníamos que matar. No podríamos ir al infierno a menos que lo hiciéramos”. Y añadió friamente: “Queríamos asegurarnos de que la víctima sufriera”. El veredicto del tribunal fue más suave de lo que exigía la familia de Hackert: Manuela fue sentenciada a trece años de prisión y su marido recibió una condena de quince. El juez Arnjo Kersting-Tombroke resolvió que antes de ingresar en una prisión convencional ambos deberían recibir tratamiento psiquiátrico.

El diagnostico de los médicos libraron a los esposos de una condena mucho mayor, ya que según dictaminaron, “su responsabilidad estaba notablemente disminuida”, los definieron como “individuos profundamente perturbados”. A lo largo del juicio surgieron numerosos datos que apoyaban el carácter ritual del crimen. Los asesinos se habían casado el 6 de junio (el 6 del sexto mes), y llevaron a cabo su sacrificio el 6 de julio. Estas fechas configuran una conocida cifra: 666, el número de la bestia en el Apocalipsis de San Juan. Daniel y Manuela aparecieron durante el juicio con una estética siniestra: ropas negras, botas militares, cruces invertidas y peinados llamativos.

La propia joven explicó que se había iniciado en el satanismo en el ambiente metalero del Reino Unido. Allí frecuento locales de este tipo, e incluso llego a realizar prácticas de vampirismo. Ante la atenta mirada de los presentes, Manuela Ruda reconoció haber bebido sangre de voluntarios que había conocido por Internet y que junto a un grupo de personas con gustos similares, había frecuentado cementerios. Incluso relato como se había echo enterrar en una sepultura “para saber que se sentía“.

Esta vez la historia de unos jóvenes rockeros amantes de la brujería, que matan por placer no se trata de un guión cinematográfico. Lo más siniestro de los crímenes rituales, es que la realidad suele superar con creces a la ficción. Exactamente esto fue lo que dijo el director Eloy de la Iglesia cuando rodó la película “Perdita Durango”, inspirada en la increíble historia de los narcosatánicos de Matamoros: “Si ruedo la película contando las cosas tal y como ocurrieron en realidad, nadie se lo creería”.

México lindo… y satánico
Adolfo de Jesús Costazgo conoció la Regla de Palo Monte, Regla Conga o Regla de Palo Mayombe en su Cuba natal. El Palo Mayombre es una de las religiones de origen africano que todavía existe en Cuba, y que allí esta perfectamente integrada en la sociedad. Yo mismo he tenido la oportunidad de participar en ceremonias de Palo Mayombe en muchas ocasiones, y puedo dar fe de no existe nada ilegal en dichas ceremonias. Sin embargo, algunos de sus elementos rituales, como “el rayado”, o los sacrificios de animales, fueron magnificados por un Adolfo de Jesús, fanatizado y radicalizado, que llegó a sustituir los animales de cuya sangre se alimentan los orishas (dioses) del panteón africano, por seres humanos. http://manuelcarballal.blogspot.com/2007/03/adolfo-de-jess-costazgo-y-los.html

Costazgo dejó la isla de la revolución para inmigrar a México en busca de fortuna, como han hecho miles de cubanos. Allí ejerció como brujo profesional, recibiendo en su consulta a numerosos traficantes, extremadamente supersticiosos. De esta forma Costazgo comenzó a consultar, en calidad de palero y bacalao, a algunos de los más sanguinarios narcotraficantes mexicanos, que buscaban una protección mágica contra la policía.

Poco a poco Costazgo fue introduciéndose en los círculos de poder en Mexico. No sólo a través de los grandes capos de la droga, sino a través de muchos actores, cantantes y presentadores famosos, que reclamaban sus servicios como brujo. Y finalmente el mismo Costazgo terminó liderando una organización criminal de narcotráfico, cuyas operaciones delictivas eran “santificadas” con los rituales de brujería más espeluznantes que ha conocido Mexico desde los tiempos de la religión azteca.

En una aberrante mezcla de Palo Mayombre afrocubano y satanismo, Costazgo y su “partenaire” Sara Aldrette, alias “la bruja”, sacrificaban a seres humanos en sus ceremonias de magia negra, entre torturas monstruosas, o esto es lo que afirma la sentencia del caso de crímenes satánicos mas famoso del siglo XX.

Cuando, a causa de una absurda irregularidad en un control de carreteras, la policía llegó al rancho de Matamoros que la secta-mafia de Costazgo utilizaba como sede, descubrieron espeluznantes ngangas (los “calderos mágicos” del Palo Mayombe) y altares, rodeados de restos humanos, asi como una enorme cantidad de fosas que salpicaban toda la finca. Hasta catorce cadáveres, de personas asesinadas en los rituales satánicos de los narcotraficantes, fueron encontrados en el rancho de Matamoros.

Los líderes de la organización consiguieron escapar del rancho de Matamoros, y durante unos días fueron los prófugos más perseguidos por la policía mexicana. Finalmente, localizados en un apartamento, fueron rodeados por los agentes, resistiéndose a la detención durante horas. En medio del tiroteo, Costazco exigió a uno de sus ayudantes que le disparase. Prefería morir a ser detenido. Y así ocurrió. Una ráfaga le quitó la vida con menos dolor del que él había infringido a sus víctimas. Pero otros miembros de la organización, como Aldrette, prefirieron entregarse.

Esta impresionante mujer, de casi 1,90 de estatura, permanecerá para siempre en prisión, pero eso no la ha impedido convertirse en una escritora reputada, y clamar una y otra vez por su inocencia, desmarcándose de los asesinatos de Matamoros. Sin embargo la sentencia de culpabilidad es firme, y su historia inspiró a de la Iglesia la película “Perdita Durango”, protagonizada por el recientemente oscarizado Javier Bardén. Al lado de los narcosatánicos de Costazgo, evidentemente la secta del archiconocido Charles Manson parece un juego de niños. Y, según algunos especialistas, otros episodios de la historia criminal de Mexico, como los asesinatos de Ciudad Juárez, podrían servir también para ocultar crímenes rituales…

Asesinos en serie satánicos
Candice Skraper, profesora del Departamento de Criminología de la Universidad Estatal de California, a quien EL OJO CRITICO pudo entrevistar durante una de sus conferencias en España, recientemente era requerida por la policía mexicana para permanecer tres meses en Ciudad Juárez, intentado elaborar el perfil del Asesino en Serie que ha causado la muerte de docenas de mujeres en los últimos años. Los medios de comunicación mexicanos apodaron a este criminal, que todavía no ha sido capturado, “El depredador de Chihuahua”, y se especula con la teoría de que sea un adorador de Satán. Evidentemente ni Skraper, ni los demás investigadores del caso han podido obviar las similitudes entre estos crímenes, y los que aterrorizaron la también fronteriza ciudad mexicana de Matamoros hace unos años. http://manuelcarballal.blogspot.com/2007/03/psicopata-criminal-y-asesinos-en-serie.html

¿Podría un asesino en serie encontrar en el satanismo un móvil, o al menos una justificación para sus crímenes? La respuesta es un rotundo sí. Según declara a EL OJO CRITICO el psicólogo y especialista en asesinos Vicente Garrido: “El ser humano siempre ha buscado una conexión con el más allá, desde el origen de los tiempos, como se puede ver en los ritos funerarios que se conservan de la especie neardenthal. Por otra parte, lo oscuro y lo malvado tienden a ir unidos, porque es lo desconocido. En los delirios la creencia de fuerzas maléficas que a uno le conducen a ese mundo desconocido puede conllevar contenidos violentos porque en ese “lugar” está prescrito que operan seres o entidades que van en contra de la moral cristiana y las leyes de la sociedad. Por consiguiente, si alguien “conecta” con esas fuerzas ha de estar dispuesto a matar”.

Y si un asesino puede ejemplarizar lo dicho por el Dr. Garrido, ese es Richard Ramirez. “¡Yo estoy por encima del bien y del mal, y todos ustedes me dan asco!”, gritaba Ramírez desde el estrado, al Tribunal que le juzgaba, agregando “¡Lucifer está dentro de todos nosotros!”. Y mientras era expulsado de la sala, fuertemente encadenado, giró su penetrante mirada hacia los fotógrafos mientras alzaba la mano izquierda, en la cual tenía tatuado un pentagrama satánico, y murmuraba: “El maligno...”.

Richard Ramírez, alias “Night Stalker” (“El Merodeador Nocturno”), aterrorizó la ciudad de Los Angeles, a mediados de los ochenta, asesinando a 14 personas, y violando, agrediendo y robando a otras muchas. Ramírez, que decía actuar movido por la voluntad de Satán, se paseaba por la calle escuchando obsesivamente la canción “Night Prowdler” del grupo AC/DC, hasta que seleccionaba a su víctima. Después penetraba en su casa y la asesinaba sin ninguna piedad, dejando en muchas ocasiones símbolos satánicos dibujados en las paredes con la sangre de dichas víctimas. http://manuelcarballal.blogspot.com/2006/12/richard-ramirez-el-merodeador-nocturno.html

Richard Ramírez, un joven hispano de 29 años, es un psicópata asesino en serie, a pesar de que no presentaba un modus opernadi preciso, ya que utilizaba indistintamente armas de fuego o armas blancas para cometer sus crímenes, y tampoco presentaba un tipo de víctima precisa (asesinó igualmente a personas de dieciséis como de sesenta y tres años). Pero ¿por qué? No existe una respuesta racional a esa pregunta. “Eran ofrendas a mi Señor Satán –llegó a declarar-.”

Richard Ramirez ostenta el dudoso honor de figurar en la siniestra lista de los asesinos en serie más famosos de los Estados Unidos, junto a Ted Bundy, Arthur Shawcross, John Wayne Gacy, Ed Kemper, Ed Gein, etc.… todos ellos se han convertido en personajes populares en los Estados Unidos por haber asesinado a docenas de personas sin un móvil aparente. Mitificados como astros de cine, o ídolos de rock, sus fotos adornan las carpetas y camisetas de miles de adolescentes americanos; reciben centenares de cartas de admiradores e incluso, muchos de ellos –como el mismísimo Ramírez- han llegado a casarse en prisión con alguna de sus fans. ¿Cómo es posible que los peores monstruos de la humanidad despierten esa fascinación?

Muchos Serial Killers, como el mendigo Eugene Britt, o el famoso Henry Lee Lucas, han atribuido el origen de sus crímenes a un “espíritu diabólico” que se apoderaba de su voluntad y los hacía matar. Unos, como Ramírez, actuarían en solitario, sin embargo, según algunas fuentes, tras algunos de los asesinos en serie más famosos de la historia criminal, se ocultarían cultos satánicos organizados.

En 1976 comenzaron una serie de brutales crímenes en New York que aterraron a la opinión pública norteamericana. Durante un año un individuo –que aparentemente actuaba sólo- disparó a quemarropa contra más de una decena de personas, causando la muerte a más de la mitad, y hiriendo de gravedad a las restantes. Como había ocurrido en el caso de Costazgo, y en tanto otros, fue una casualidad la que llevó a la detención del asesino. Una multa de tráfico puso a la policía en la pista del autor de aquellos crímenes que, en base a algunos anónimos enviados por el asesino la policía, se bautizaron como los asesinatos de “El Hijo de Sam”. El autor de estos homicidios resultó ser David Berkowitz, un joven de 25 años que afirmaba que una voz le ordenaba matar. Sin embargo, para varios policías de New York que participaron en el caso, y para varios investigadores civiles, Berkowitz no actuó sólo. En base al relato de varios testigos presenciales de los asesinatos, en base a las descripciones del/los sospechosos, y en base a los anónimos enviados por “El Hijo de Sam” a la policía, se ha especulado con la teoría de que David Berkowitz era sólo un instrumento utilizado por un culto satánico. Esta hipótesis, compartida por varios investigadores del caso, dio lugar al guión de la película “El Salario del Diablo”, en el cual se pretende que tras los crímenes de “El Hijo de Sam” en realidad se ocultaba una secta satánica que grababa en vídeo los asesinatos, para comercializarlos como snuff movies...

ALCASSER: ¿UN CRIMEN SATANICO?
El pasado jueves 13 de noviembre se cumplió el XVI aniversario del crímen que conmocionó a España. A pesar de existir una sentencia firme que condena a Miguel Ricart y a Antonio Anglés , “solos o en compañía de otros”, como autores materiales del brutal crimen, todavía existen cientos de miles de personas que piensan que la verdad no ha salido a la luz.

En su libro: “El asesinato de las niñas de Alcacer” (Bell Book, 1998) Magdalena del Amo reexamina el sumario judicial del caso, contextualizando el crímen de las niñas de Alcasser en un conjunto de muertes violentas que tuvieron lugar antes y después de aquel 26 de noviembre, en la misma región.

También en 1998 Juan Ignacio Blanco, periodista vinculado directamente a Fernando Garcia, padre Miriam, y hoy acusado de calumnias y enfrentado a una posible pena de cárcel, redactó un libro en el que se incluían prácticamente todas las informaciones sustanciales del sumario judicial, diligencias policiales, autopsias, etc, y cuya distribución fue prohibida por orden judicial. Dicho libro prohibido, al que no obstante EL OJO CRITICO ha tenido acceso, expone todas las contradicciones e inconsistencias del caso, en las cuales basan los teóricos de la conspiración, su hipótesis del crimen satánico y la película snuff.

Sin embargo, algunos teóricos de la conspiración han ido mucho más allá en sus delirantes conjeturas, basándose en el origen brasileño de Anglés, nacido en Sao Paulo el 25 de julio de 1966, y el interés de su madre por el espiritismo, para sugerir que el prófugo más famoso de la historia criminal española pertenecía a un culto satánico brasileño, vinculado a la macumba quimbanda. Sugieren también que el cese del famoso periodista Pepe Navarro de Tele5, se debió a la presión de grupos de poder relacionados con el crimen de Alcasser , y no a una generosa contraoferta económica de Antena 3. Y llegan al extremo de incluir el crimen de Alcasser en una delirante lista de hipotéticos crímenes satánicos, en la que añaden al “niño pintor” de Málaga, el niño de Somosierra, y casi cualquier otro caso no resuelto, que implique a niños desaparecidos o asesinados en circunstancias extraña

Manuel Carballal
EL ARCHIVO DEL CRIMEN


Ratifican la condena al sacerdote estafador


El sacerdote Benigno Moure, presidente de la Fundación San Rosendo, deberá ingresar en prisión (salvo que su abogado reclame la eximente por edad) por quedar demostrado que cometió un delito de estafa continuada y que se apropió del patrimonio de una anciana con demencia senil que residía en uno de sus geriátricos.

El sacerdote Benigno Moure, presidente de la Fundación San Rosendo, deberá ingresar en prisión (salvo que su abogado reclame la eximente por edad) por quedar demostrado que cometió un delito de estafa continuada y que se apropió del patrimonio de una anciana con demencia senil que residía en uno de sus geriátricos. El Tribunal Supremo rechazó el recurso de Moure y ratifica la condena de cinco años de cárcel que le impuso la Audiencia Provincial de Ourense. Moure deberá renunciar, además, a la presidencia de la fundación en la que se ha mantenido hasta ahora, ya que el alto tribunal ratifica también, y amplía en dos años más la inhabilitación que la Audiencia orensana había impuesto al cura para presidir, gestionar o representar a instituciones de carácter asistencial. Moure (que en diciembre presentó las cuentas de la fundación, con un presupuesto de 42 millones de euros para este año) deberá reingresar al heredero de la anciana y demandante, César Vázquez, el dinero que "expolió" a su tía, estimado en más de 600.000 euros.

El Supremo considera que la actuación de Moure fue de "estafa continuada". La sentencia considera probado que el sacerdote ideó desde el principio "la manera de vaciar patrimonialmente" las cuentas y las propiedades inmobiliarias de la anciana hasta dejarlo "completamente expoliado". El Alto Tribunal cifra en 533.196 euros el capital que Moure desvió de las cuentas de la anciana a la fundación que preside. Cantidad a la que hay que sumar la venta de algunas propiedades, como un piso en O Carballiño, que nunca llegaron a ingresarse en la cuenta de la damnificada. Mientras tanto, la fundación cobraba a la anciana y a su marido las mensualidades por su asistencia en el centro benéfico.

La sentencia echa por tierra el argumento de la defensa de que fue la anciana quien donó su patrimonio a la fundación. "La supuesta donación carece de cualquier vestigio de existencia, ni siquiera de fundamento alguno y, desde luego, de un documento que la pruebe", detallan los magistrados. El Supremo estima, sin embargo, el recurso del notario Alejo Calatayud, condenado por la Audiencia de Ourense por "falsificación por imprudencia grave de un documento público" y suprime la pena impuesta de suspensión de empleo y del ejercicio de cargo público. El demandante, sobrino de la anciana, considera "ridícula" la pena de cinco años de cárcel al sacerdote y entiende como un "acto de corporativismo" la absolución del notario.

domingo, 3 de mayo de 2009

El 'asesino del zodiaco' regresa desde la tumba


El asesino del zodiaco ha regresado. Cuatro décadas después de que este misterioso homicida en serie aterrorizara la bahía de San Francisco, su sombra y su enigmática firma, una cruz encerrada en un círculo, han vuelto a los periódicos. A finales de los años sesenta, asesinó al menos a cinco personas (aunque se cree que dejó una treintena de víctimas), mandó enigmáticas cartas y criptogramas a la prensa, mantuvo un diálogo con la policía de San Francisco a través de los diarios e inspiró, al menos, a otros dos sangrientos asesinos de Nueva York y Japón. Durante años fue un maestro de la fuga al que la policía no logró detener. Los agentes le describieron en su día como "un criminal torpe, un mentiroso y, posiblemente, un homosexual latente".
Según un inesperado testigo, el asesino del zodiaco era Guy Ward Hendrickson, un carpintero del condado de Orange, padre de seis niños, que falleció hace 26 años. La encargada de revelarlo ha sido su hija, Deborah Pérez, de 47 años, que tenía unos siete cuando se produjeron los asesinatos y que, inconscientemente, se habría visto obligada a ayudar a su padre a cometer sus fechorías.
Si la policía llega a confirmar estos hechos, Deborah Pérez habrá heredado de su padre la espectacularidad en la puesta en escena. Simbólicamente, escogió las escaleras de la sede del San Francisco Chronicle, un diario al que el asesino mandó numerosas cartas, para hacer esta revelación el pasado miércoles. Decenas de reporteros oyeron su testimonio, a medio camino entre la penitencia y la catarsis, con la lágrima siempre a punto de surcar la mejilla.

"Quiero corregir todos sus errores", dijo. "Sólo quiero que se sepa la verdad". Reveló que acompañó a su padre en dos de los asesinatos, que escribió una carta en nombre de su padre al fiscal Melvin Belli y que tiene en su posesión uno de los "trofeos" de su padre: las gafas de la que, hasta ahora, es su última víctima confirmada, un taxista asesinado en 1969, un objeto que, según la investigación policial, desapareció de la escena del crimen. La carta que dice haber escrito, fechada en diciembre de 1969, podría ser, en efecto, obra de un niño. Llena de faltas de ortografía, comenzaba con un: "Querido Melvin, soy el Zodiaco, te deseo feliz Navidad".

Pérez ha contratado los servicios de la firma de relaciones públicas Edward Lozzi y está ultimando un documental sobre la vida de su padre en el que detalla las pruebas que demuestran que él fue el Zodiaco. Dijo que, aunque la policía sólo ha confirmado cinco víctimas del asesino, su padre mató a más de 30 y que llevaba un cuaderno, hoy desaparecido, en el que escribía e ilustraba sobre sus asesinatos. En sus cartas, el Zodiaco dijo haber matado a 37 personas.

En muchos de sus asesinatos seguía un mismo patrón: atacaba a parejas jóvenes, cuando se encontraban en un encuentro romántico. Aparecía de la nada, con un revólver o un cuchillo en mano, a veces con una capucha. Algunas de sus víctimas escaparon y pudieron contarlo. En otras ocasiones, el atacante secuestraba a mujeres solas en la carretera o asesinaba a taxistas a bocajarro.

La supuesta hija del Zodiaco comenzó a atar cabos en 2007. Entonces se estrenó una película de David Fincher sobre este caso, protagonizada por Jake Gyllenhaal y Robert Downey Jr. Los medios norteamericanos revivieron la fiebre de los asesinos en serie. El programa Los más buscados de América emitió un especial sobre el Zodiaco. Y Pérez reconoció en un retrato robot a su padre. De pequeña no cayó en la cuenta de que aquella noche en que su padre la llevó a dar un paseo no oyó dos petardos, sino dos disparos.

"Reconocí a aquella persona como mi padre", dijo. "Investigué sobre el asesino del zodiaco, y me sorprendió encontrar tarjetas y cartas de la policía que habían sido escritas por mi padre o por mí misma". En este ejercicio de autoanálisis, Pérez recordó cómo escribió aquella carta, porque pensaba que su padre necesitaba ayuda urgente.

Cada año, el Chronicle recibe cientos de cartas y llamadas de ciudadanos que dicen conocer la verdadera identidad del Zodiaco. Por ahora, la propia familia de Pérez ha desmentido su versión de los hechos. Su hermana, Janice Hendrickson, de 65 años, ha dicho que su padre "no le hubiera hecho daño a una mosca". Sin embargo, Pérez dice tener pruebas que, con un análisis de ADN, podrían ser determinantes. La policía asegura que retomará un caso que nunca se cerró del todo.
David ALANDETE
EL PAIS

viernes, 1 de mayo de 2009

Lider de secta protagoniza espectacular fuga de prisión



Juliano Verbard. de 27 años, era estudiante de español cuando abandonó su carrera tras asegurar y convencer a cientos de fieles que el día 8 de cada mes se le aparecía la Virgen. Los miembros de esta secta, inspirada en el grupo religioso australiano La orden de Santo Charbel, veneran a la madre de Dios.

Su líder, que se ha escapado de la prisión de Saint-Denis en la isla francesa de La Reunión, hacía pagar a sus fieles unos 20 euros para asistir a las sesiones de oración y de apariciones de la Virgen. En ellas el Juliano se limita a permanecer sentado plácidamente en una butaca.

Son numerosos los peregrinos que acuden a Saint Leu para celebrar bautizos, bodas y demás actos religiosos. Otros solo esperan poder ver a la Virgen.

La secta estuvo implicada en el secuestro de un niño de 12 años en agosto de 2007 en La Reunión. Además, diversos adeptos denunciaron a su líder de abusar de sus hijos. Juliano fue condenado a varios meses de prisión pero escapó en un permiso carcelario.

La justicia lo detuvo y lo condenó entonces a 15 años de cárcel. Ahora ha vuelto a escapar con la ayuda de dos adeptos al 'Doloroso e Inmaculado Corazón de María'.