martes, 10 de abril de 2007

- Profaciones de iglesias y cementerios: hurto, inmigración y sectas

Criminología

Recientes informes elaborados por la policía española servirán, con toda probabilidad, para aportar nuevas pistas sobre crímenes aún sin resolver, como la brutal mutilación del cadáver descubierto en un contenedor de basura en Madrid. El cuerpo apareció decapitado, con las manos amputadas y presentaba un extraño tatuaje supuestamente satánico. Un pentáculo casi idéntico al que aparece en este tatuaje fue descubierto en un cementerio profanado en Tarragona... pero vayamos por partes.

DESAGRADABLES HALLAZGOS
"Viva Satán, la noche es negra, más negra será la suerte de quien maldiga a nuestra gente, fetiche serás pero sólo morirás, no juzgues sin saber". Estas siniestras palabras fueron halladas en julio de 1997 en la aldea pontevedresa de Morgadanes. Estaban pintadas en un espejo a los pies de un cruceiro del que también colgaba un muñeco de plástico con un cuchillo atravesado en el pecho. Bajo el espejo, una vela consumida, unas flores de tela y dos recipientes con ajos.

El descubrimiento de los macabros restos causó la suficiente preocupación entre los vecinos como para que éstos evitasen pasar por dicha encrucijada desde entonces. El "altar" permaneció intacto durante una semana, desapareciendo después tan misteriosamente como había aparecido. Ningún vecino de la villa se atrevió a tocarlo, de manera que es probable que algún "forastero" se ocupara de hacerlo desaparecer. Ni la Policía ni la Guardia Civil de Gondomar pudieron identificar al responsable de su autoría. Sin embargo, no era la primera vez que las fuerzas del orden se enfrentaban a extraños sucesos similares en la zona de Gondomar.

La primera noticia de un supuesto "rito satánico" se producía el 21 de agosto de 1994, cuando un pastor de Vilas denunciaba el hallazgo de una cazuela de barro que contenía la cabeza de un carnero y sus cuatro patas. El extraño conjunto se encontraba a escasos metros del arcén Vilas-Prado, cuidadosamente colocado sobre una piedra circular de unos dos metros de diámetro. Sobre esa especie de mesa pétrea se habían desplegado dos manteles de papel superpuestos, el primero de color rojo y el segundo blanco. Alrededor del recipiente se hallaron dos velas rojas y dos blancas totalmente consumidas, varios recipientes con la sangre del animal, doce plátanos a medio pelar así como los restos del carnero. A su lado, un vaso con un líquido de color oscuro.

En esta ocasión, los vecinos de la zona creyeron que todo consistía en una broma de mal gusto, aunque el insólito hallazgo quedó reflejado en el correspondiente atestado policial, dónde se incluyen las fotografías del supuesto "altar satánico". En realidad no se trataba del primer hallazgo de ese tipo en la zona, ya que, según los rumores que circulaban por el pueblo, anteriormente se habían descubierto "cosas raras" parecidas, no sólo en la zona de Gondomar sino en toda la comarca de Val Miñor. En su día, la prensa gallega hizo eco de esta noticia con llamativos titulares: "Supuesto rito satánico en la carretera de Vilas-Prado".

Aproximadamente un año después, los medios de comunicación volvían a utilizar titulares de contenido similar, como: "La parroquia de Vincios es escenario de ritos satánicos que investiga la Policía", "Nuevos restos de ritos satánicos atemorizan a los vecinos de Vincios", "Satanás anda por Vincios", etc.


DUDAS RAZONABLES
Ya por aquel tiempo, tuvimos la oportunidad de comentar a varios inspectores del Cuerpo Nacional de Policía de Vigo nuestro desacuerdo con la hipótesis de que tales hallazgos tuviesen que ver con ritos satánicos, pero la psicosis ya se había desatado en el pueblo. Y es que a finales de octubre de 1995, una verdadera paranoia colectiva afectó a los vecinos de esta zona, obsesionados con la idea de que una secta satánica realizaba oscuros y sangrientos rituales en sus montes.

En una ocasión se encontró una cruz ardiendo en medio de un bosque. Recientemente la policía nos ha facilitado la posibilidad de fotografiar ese objeto en la comisaría dónde aún se conserva. El 1 de noviembre, día de difuntos, nuevos restos fueron hallados en una de las tapias del Cementerio de Puxeiros. En esta ocasión, según se recoge en el informe de la Policía Local que se desplazó al lugar de los hechos, se trataba de "una gallina con el pescuezo seccionado, totalmente ensangrentada y dos pañuelos, uno blanco y otro negro. Además había un recipiente de barro con gelatina blanca y todo estaba rodeado de velas".

Debemos resaltar que, en estas mismas fechas, varios vecinos de Gondomar declararon que se habían producido en los cementerios de la zona pequeños hurtos. En esta ocasión y de forma excepcional, la Guardia Civil y la Policía Local de Gondomar unieron sus esfuerzos para investigar en profundidad el caso, ante el ambiente de pánico que se respiraba en la zona. Durante varios días, las patrullas policiales y de la Guardia Civil patrullaron por montes y caminos, hallando a su paso grupos de vecinos que vigilaban los alrededores del pueblo en busca de los autores de las insólitas profanaciones...

En los informes redactados por los agentes de la Guardia Civil de la localidad, se cita con frecuencia la palabra "secta" para referirse a los profanadores: "No obstante, manifestaron que podría tratarse de algún rito religioso de alguna secta por lo que se trató de indagar algo al respecto, no consiguiéndose nada al principio."

Por su parte, la Policía Local redactó el informe pertinente, dónde se hablaba de "un grupo de nueve personas encapuchadas, con la diferencia de que ocho de ellas visten con túnicas blancas y otra con túnica negra. Su modus operandi consiste en realizar ritos satánicos o de magia negra, comenzando el ritual a partir de las 19:30 horas hasta la media noche, escogiendo un lugar en el monte, encendiendo una hoguera con velas, etc. Alrededor de la misma hacen un gran círculo pintado en la tierra y seguidamente proceden al sacrificio de seres vivos, como gatos, gallinas, ovejas e incluso vacas. Estos ritos se van haciendo en distintos puntos de la geografía y todos comprendidos en la parroquia de Vincios, formando siempre una estrella de cinco puntas". En efecto, si trazamos sobre un mapa líneas que unan las zonas afectadas, el resultado es una estrella de este tipo o pentáculo.


ÚNICO TESTIGO
En otro informe al que hemos tenido acceso, el Jefe de la Policía Local de Gondomar informaba al Fiscal de la Audiencia nacional y al Juzgado de Instrucción de Vigo del testimonio de Ramón L. R., un joven que fue testigo de un enigmático encuentro en la misma zona: "observó delante de él, en la misma pista a unos cien metros, a un grupo de veinte o más personas encapuchadas que vestían al estilo del Ku-Klux-Klan, con ropa blanca y algo que alumbraba en sus manos. El testigo entonces, se asustó mucho y se marchó de allí inmediatamente."

A pesar de todo lo expuesto, la realidad es bastante más sencilla. El primer hallazgo que inquietó a la prensa, el supuesto "altar satánico" de Vilas-Prado, presenta todas las características de un ritual afroamericano de Palo Mayombe o Regla de Palo Monte. Los colores rojo y blanco utilizados, tanto en las velas como en los manteles depositados sobre la "piedra-altar" son los colores de Changó (equivalente a la Santa Bárbara cristiana) uno de los orishás (dioses) más importantes del Palo Mayombe.

Los plátanos, como todas las frutas, son una ofrenda típica en estos rituales, y el líquido oscuro en un vaso podría ser ron, utilizado también frecuentemente tanto en los rituales de Palo Mayombe como en todos los ritos de Santería afrocubana. El sacrificio de un cordero amputándole las patas y decapitándolo, es habitual en este tipo de ceremonias. Y casi nos atreveríamos a asegurar que los participantes en este acto bebieron la sangre del cordero inmediatamente después del sacrificio. Nosotros mismos hemos participado en rituales de este tipo en Cuba.

Los disfraces del Ku-Klux-Klan, las botas militares y las cruces ardiendo, así como las profanaciones vandálicas de cementerios de la zona, sugieren la implicación de grupos de jóvenes radicales, neo-nazis, punkies, heavies... que aprovechan las juergas del fin de semana para "jugar a los satánicos", poniendo en marcha pseudorituales, que habitualmente se aderezan con grandes cantidades de alcohol y drogas, o simples profanaciones vandálicas, como parte de la diversión. Muchos de estos jóvenes se limitan a imitar falsos rituales satánicos que les inspiran las letras de sus grupos de rock favoritos, o las películas de terror a las que son aficionados.


EL MITO DE LAS PROFANACIONES "SATÁNICAS"
Los pequeños hurtos en los cementerios también son muy interesantes, ya que hay delincuentes que se han especializado en este tipo de robos, y que incluso pretenden engañar a la policía dejando pistas falsas, como supuestos restos rituales.

A menudo llegan a los cuartelillos de la Guardia Civil denuncias relativas a la profanación de pequeñas iglesias y cementerios del entorno rural. Habitualmente, los medios de comunicación de ámbito local o provincial resaltan estos hechos con titulares en exceso sensacionalistas. También es habitual que los párrocos de dichas iglesias y camposantos, influidos por esos mismos medios de comunicación, interpreten como indicios de cultos relacionados con lo demoníaco o cultos de magia negra lo que son simples actos de vandalismo.
Esa confusión imperante en lo relativo a las profanaciones de cementerios españoles no hace sino dificultar las investigaciones policiales.

Después de recoger, durante 12 meses, todas las noticias publicadas en fuentes abiertas, sobre profanaciones de iglesias y cementerios en España, estamos en disposición de documentar estadísticamente nuestra conclusión de que podemos dividir dichas actuaciones delictivas en tres grupos:

- Profanaciones vandálicas

Grupos de jóvenes frecuentemente relacionados con "tribus urbanas" marginales que manifiestan cierta repulsa hacia la sociedad atacando sus símbolos más sagrados y religiosos. Estos casos son los más numerosos y también los más fáciles de identificar, por los síntomas evidentes de violencia irracional que presentan.

- Profanaciones delictivas
El segundo grupo de profanadores de cementerios lo constituyen bandas de delincuentes que irrumpen en templos y cementerios con el único objetivo de robar los objetos de valor, desde las megafonías o sagrarios de oro de las capillas, hasta las joyas o los dientes de oro de los cadáveres. Algunos de estos delincuentes, según se desprende de sus propias confesiones, han comenzado a "adornar" sus actos delictivos con pintadas satánicas o cruces invertidas, a fin de despistar a la policía mediante pistas falsas que orienten las investigaciones hacia supuestas sectas satánicas, alejándolas de los causantes reales.

- Profanaciones esotéricas
Se trata de rituales mágicos y/o ocultistas característicos de diversos cultos afro-americanos. La mayoría de estas profanaciones son en el fondo celebraciones de Santería venezolana, Candomblé brasileño, Vudú haitiano, Palo Mayombe cubano... En resumen, podemos afirmar que sólo en casos muy aislados, la profanación de un cementerio está relacionada con un culto satánico.


LA PROFANACION COMO PROTESTA SOCIAL
Entre los cuerpos policiales que más esfuerzos ha dedicado a la investigación de cementerios de toda España, destaca la Policía autonómica catalana, a cuyos archivos a tenido acceso en exclusiva esta revista. En los expedientes abiertos por la policía catalana, descubrimos casos sorprendentes. Por ejemplo, en el transcurso de un ritual afroamericano celebrado en una playa del litoral catalán, tuvo lugar la misteriosa muerte de un joven. Al parecer, durante la celebración del culto a Yemanyá, la diosa del mar, una inoportuna ola arrebató de la orilla al joven, que murió ahogado.

En otro de los informes se detallan brutales profanaciones de tumbas, nichos y panteones, de dónde fueron extraídos cadáveres que más tarde serían mutilados sacrílegamente. Según comentaban los responsables de la División de Información de este cuerpo policial, en algunas profanaciones llevadas a cabo en Tarragona y Lérida, se encontraron cráneos y huesos humanos esparcidos por los alrededores de las tumbas. Sin embargo, una noticia que se producía hace poco, y a la que todavía no ha tenido acceso ningún medio de comunicación, resulta aún más inquietante.

En uno de los informes redactados por este grupo policial se detallan los pentáculos y graffitis descubiertos en una ermita profanada en la provincia de Tarragona. En una de las fotos que ilustran ese expediente, a la cual hemos tenido acceso, se muestra una estrella de cinco puntas invertida, el famoso "pentáculo satánico" inscrita en un círculo y llena de extraños símbolos cabalísticos. Lo extraño es que dichos dibujos son casi idénticos a los hallados en el tatuaje del cadáver descubierto hace poco en Madrid al que le cortaron la cabeza y las dos manos...

A pesar de la discreción con la que la Brigada de Homicidios lleva el caso, podemos informar que dicho grupo trabaja sobre el expediente realizado por la policía catalana acerca de la enigmática profanación de Tarragona...

Manuel Carballal
Vicepresidente 2º CIAC

Artículo publicado originalmente en Revista Guardia Civil nº 628

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